“Las meninas” de Diego Velázquez, 1656. (Dominio público vía Wikiart)
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Por más de 350 años, Las meninas ha fascinado a los amantes del arte de todo el mundo. Esta compleja pintura al óleo de Diego Velázquez es una representación matizada de la vida en la corte del rey Felipe IV de España. Además, esta obra maestra de 1656 continúa influyendo en los artistas de la actualidad, por lo que es quizás una de las pinturas más importantes en toda la historia del arte occidental.
Esta obra representa un punto de inflexión en la historia del arte por la forma en la que Velázquez rompió con los rígidos retratos formales típicamente relacionados con la realeza. El gran lienzo muestra a la infanta Margarita Teresa, la hija del rey, rodeada por sus damas–las meninas, que dan nombre al cuadro–mientras Velázquez aparece detrás de un caballete pintando su retrato.
Las meninas, que actualmente forma parte de la colección del Museo del Prado, es la pintura más famosa de la vasta obra de Velázquez. Pero, ¿qué tiene esta obra maestra que ha intrigado al público durante siglos? ¿Qué la hace tan innovadora y qué era lo que Velázquez quería transmitir? Echemos un vistazo a lo que hace que Las meninas sea una obra tan icónica, así como su legado a lo largo de los siglos.
¿Quién era Diego Velázquez?
El hombre detrás de la pintura, Diego Velázquez, fue una figura clave del Siglo de Oro, un periodo de la historia de España en el que florecieron las artes y la literatura. Esta explosión cultural ocurrió en paralelo al auge de la dinastía española de los Habsburgo. El ascenso de esta casa real y la expansión del Imperio español fueron muy positivos para un artista como Velázquez, cuya carrera despegó tras convertirse en el pintor de la corte del rey Felipe IV.
Nacido en Sevilla, los primeros trabajos de Velázquez en realidad eran bodegones inspirados en la cocina. La trayectoria del pintor español abarca el mismo periodo que los grandes artistas barrocos de Italia y Francia; sin embargo, Velázquez desarrolló su propio estilo distintivo.
La carrera de Velázquez despegó cuando se mudó a Madrid. Al morir el pintor de la corte del rey Felipe, Velázquez ocupó este puesto y comenzó a ganar fama por sus retratos. Además de capturar la apariencia física de sus sujetos, su uso de pinceladas sueltas para crear textura y movimiento en la ropa fue revolucionario. Así, el trabajo de Velázquez se convirtió en una gran influencia para los pintores de los siglos posteriores, como los impresionistas, quienes construyeron sobre los cimientos establecidos por la obra de Velázquez.
Las meninas
Velázquez había trabajado por más de 30 años en la corte del rey Felipe IV cuando pintó Las meninas. Con el paso de las décadas, el pintor se volvió indispensable y se mantuvo cercano al rey tras la muerte de su primera esposa y su único hijo. Cuando se pintó el cuadro, el rey Felipe ya estaba casado con su segunda esposa, Mariana de Austria, y Margarita Teresa (la niña al centro de la pintura) era su primera y única hija.
La pintura, realizada por encargo del rey Felipe, fue colgada en la oficina privada de su palacio de verano. Hasta 1819 permaneció en el palacio real, y fue entonces que entró en la colección del Museo del Prado. Mucho de lo que sabemos sobre esta pintura se lo debemos al escritor español Antonio Palomino, quien dedicó una sección completa de su libro sobre artistas españoles a Las meninas. Además de determinar el año en que se creó la pintura, el autor también identificó a la mayoría de las personas dentro del lienzo. También es gracias a Palomino que sabemos que la escena se ubica dentro de una habitación del Real Alcázar de Madrid. Esta fortaleza convertida en palacio fue la residencia oficial de los Habsburgo.
En Tesoro de la Lengua Castellana, Sebastián de Covarrubias señala que el término “meninas” tiene origen portugués. Por otro lado, el Museo de Prado señala que este cuadro no siempre fue conocido como Las meninas, ya que en el inventario del Alcázar de 1666 aparece con el título Retrato de la señora emperatriz con sus damas y una enana.
Figuras principales en Las meninas
Con tantos personajes en un solo lienzo, es vital entender quién es quién y cuál fue su papel dentro de la corte de los Habsburgo.
Infanta Margarita Teresa
La joven infanta habría tenido unos 5 años cuando se pintó el cuadro. Aunque Felipe tuvo 12 hijos entre sus dos esposas, Margarita Teresa fue una de las únicas dos que sobrevivieron hasta la edad adulta. Más tarde se convirtió en emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico tras casarse con Leopoldo I. En la imagen, es atendida por dos de sus damas, y viste con el esplendor que uno esperaría de una descendiente de los Habsburgo. Curiosamente, su mirada no se posa sobre alguna de sus damas de honor; la niña observa directamente a quien está detrás del caballete de Velázquez.
María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco
A ambos lados de Margarita Teresa están sus damas de honor. Ellas son las meninas. Isabel aparece a la izquierda de la infanta, lista para hacer una reverencia. En cambio, María Agustina se arrodilla ante ella y le ofrece algo de beber en una bandeja.
Maria Bárbola y Nicolasito Pertusato
Dos enanos–Bárbola, de Alemania, y Pertusato, de Italia–aparecen en el lado derecho del lienzo. El pie de Pertusato está sobre la espalda de un perro, como si estuviera tratando de despertarlo. El perro es un mastín español, una raza criada para convertirse en perros guardianes y protectores de rebaños de ovejas. Los enanos tuvieron un papel importante en la corte de Felipe y su prominencia se refleja en los numerosos retratos de enanos de la corte pintados por Velázquez.
Marcela de Ulloa
Justo detrás de Isabel de Velasco se encuentra la chaperona de Margarita Teresa, Marcela de Ulloa. Está vestida de luto y conversa con una figura no identificada que probablemente sea un guardaespaldas.
José Nieto
El chambelán de la reina, José Nieto, destaca en el retrato gracias a su ubicación en la puerta. Nieto también fue jefe de tapicería en la corte y pudo haber sido pariente de Velázquez. Nieto parece empujar una cortina en la puerta, tal vez para dejar entrar más luz natural mientras el pintor trabaja.
Rey Felipe IV de España y Mariana de Austria
Si bien puede que no esté claro de inmediato a quién mira la infanta María Teresa, los observadores entusiastas notarán una pareja reflejada en un espejo ubicado en la parte posterior de la sala. Aquí vemos las figuras del rey Felipe IV y Mariana de Austria. Así, una vez que consideramos que también vemos a Velázquez pintando en su caballete, las cosas se vuelven más claras: la niña mira a sus padres. El uso de espejos y reflejos en la pintura probablemente se deba a la influencia del Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa de Jan Van Eyck. Pintado en 1434, esta obra maestra del Renacimiento nórdico estuvo colgada en el palacio de Felipe, por lo que Velázquez seguramente la conocía.
Diego Velázquez
Si bien no es raro que los artistas se incluyan en las pinturas –por ejemplo, Rafael aparece en La escuela de Atenas–, Velázquez dio una posición importante a su autorretrato dentro la pintura. Las meninas no solo tiene lugar dentro de su estudio de pintura en el Alcázar, sino que todo en la obra gira en torno a las acciones del pintor. Además de trabajar como pintor de la cámara, Velázquez también era curador de la extensa colección de arte de Felipe, por lo que sus acciones fueron clave para la vida cultural de la corte. Aquí, el pintor español aparece frente a un lienzo mientras trabaja en un retrato de la pareja real.
¿Cuál es el significado de Las meninas?
La fascinante pintura coloca a los espectadores en la posición del rey y la reina. Este interesante giro hace que quien mira la pintura sea espectador y participante a la vez. Por supuesto, el espectador originalmente habría sido Felipe, ya que el cuadro estaba colgado en su oficina. Considerando esto, Las meninas presenta a un grupo de personajes que habrían sido importantes para el propio rey.
Algunos historiadores del arte han visto esta obra como una forma en la Velázquez buscaba mostrar su propia importancia dentro de la corte. Al elevarse más allá del arte “mecánico” de la pintura, estaba mostrando su valía. Esto habría sido importante cuando se considera un pequeño detalle en el autorretrato del artista.
La cruz roja en su pecho es el símbolo de la Orden de Santiago, una prestigiosa orden religiosa y militar. Aunque era extremadamente difícil ingresar en esta orden, Velázquez fue admitido en 1659 por decreto del rey. Si bien alguna vez se pensó que el artista agregó la cruz a su pecho años después, los nuevos estudios de conservación muestran que este no fue el caso. ¿Acaso el artista estaba promoviendo un interés personal con esta obra?
El historiador del arte Jonathan Brown, un experto en Velázquez, ha propuesto otra teoría. Brown argumenta que la pintura fue realizada entre 1659, cuando el artista fue nombrado caballero, y 1660, cuando Velázquez acompañó a Felipe en un importante viaje político a Francia. Así, Brown ha teorizado que Las meninas fue una especie de regalo de agradecimiento al rey Felipe por darle el título de caballero a Velázquez.
Sea cual sea el caso, Las Meninas continúa intrigando a los académicos y al público en general por su compleja dinámica entre pintor, modelo y espectador. ¿Quién está mirando a quién? ¿Y por qué? Es un misterio sin resolver que deleita a los amantes del arte.
La influencia de Las meninas
Las meninas se convirtió en una gran influencia artística una vez que la obra de Velázquez comenzó a ganar fama internacional en el siglo XIX. Pablo Picasso estaba particularmente enamorado de Las meninas; el maestro del cubismo pintó 58 versiones de esta obra en 1957. Salvador Dalí creó su propio tributo a este cuadro, Velázquez pintando a la infanta Margarita con las luces y las sombras de su propia gloria, en 1958. El pionero del surrealismo retomó este motivo en varias ocasiones, y pintó obras inspiradas en Las meninas a lo largo de su carrera.
Si bien las piezas de Picasso y Dalí fueron un homenaje directo a sus compatriota, otros pintores tomaron las lecciones de Las meninas y las usaron para mejorar sus retratos. El ejemplo más famoso es la pintura al óleo de John Singer Sargent de 1882, Las hijas de Edward Darley Boit. El uso del espacio por parte de Sargent, pasando del fondo oscuro al primer plano iluminado, así como sus pinceladas sueltas y la composición de las figuras definitivamente fueron influenciadas por Las meninas.
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