Por siglos, artistas y artesanos han recurrido al pan de oro–también conocido como hoja de oro en algunos países–como una forma de hacer brillar sus creaciones. Presente en todo, desde artefactos antiguos a piezas modernas, estos deslumbrantes acentos dorados pueden darle un toque etéreo a cualquier obra de arte.
Hoy en día, muchos creadores contemporáneos siguen usando pan de oro en su trabajo. Además de ofrecer una alternativa más económica y más versátil al oro sólido, el pan de oro es celebrado por su habilidad para acentuar el color y la forma a través de detalles luminosos. Echemos un vistazo a este singular material, veamos cómo usar pan de oro en nuestro arte y exploremos su deslumbrante historia.
¿Qué es el pan de oro?
El pan de oro u hoja de oro son placas de oro que han sido martilladas hasta obtener láminas finas, y la técnica para aplicarlo en una obra de arte se llama dorar.
Cómo usar pan de oro de una pintura
Si no tienes experiencia dorando, usar pan de oro por tu cuenta puede parecer intimidante. Sin embargo, con unos sencillos pasos, puedes transformar una pintura terminada en una creación legendaria.
1. Reúne tus materiales.
Necesitarás pan u hojas de oro, pinceles, pegamento especializado, un pincel para dorar y, por supuesto, ¡tu cuadro!
2. Prepara tu superficie.
Usa un pincel normal para aplicar el pegamento a tu cuadro. Solo necesitas aplicarlo en las secciones que cubrirás con pan de oro.
3. Coloca el pan de oro.
Una vez que el pegamento esté en su lugar, puedes colocar la hoja de oro. Lo mejor es manipular el material lo menos posible, así que usar pinzas o cualquier otra herramienta es una buena idea.
4. Usa el pincel para dorar para pulir el pan de oro sobrante.
Esto quitará el exceso de oro de tu diseño. Asegúrate de guardar el sobrante para tu siguiente pintura.
La historia del pan de oro
El uso de la hoja de oro en el arte data se remonta a las grandes culturas del mundo antiguo. En Egipto, se usó por su estética etérea y fue empleada para decorar estatuas de dioses, amuletos preciosos y otros objetos sagrados colocados en las tumbas de los faraones.
Los medallones romanos tenían retratos seculares de personas en pan de oro. Una técnica similar a estos retratos dorados puede encontrarse en el arte bizantino, aunque estas piezas solían representar la iconografía cristiana. Los artistas bizantinos siguieron usando este medio en representaciones religiosas, incluyendo sus famosas pinturas de fondo dorado. En estas obras, las hojas de oro eran usadas para crear el fondo, dando la apariencia de que los sujetos flotan en una escena celestial.Durante la Edad Media, este estilo con fondos dorados también era usado en retablos de La Virgen con el niño. Esto fue popular hasta la llegada del Renacimiento, cuando los artistas comenzaron a rechazar esta estética en favor del naturalismo.
Además de los íconos religiosos, la hoja de oro también también se utilizó en los manuscritos ilustrados de la Edad Media. Los manuscritos ilustrados son libros escritos a mano decorados con ilustraciones, marcos y otros adornos, como iniciales intrincadas “para señalar pasajes importantes, o para realzar o comentar sobre el contenido del texto”, dice la la Biblioteca Británica. En los siglos XVI y XVII, los artistas japoneses incorporaron la hoja de oro en las pinturas encontradas en los biombos. Del mismo modo, comenzaron a pintar directamente sobre el pan de oro para producir sus propias composiciones con fondos dorados. En el arte moderno, el uso del pan de oro se asocia más comúnmente con el artista austriaco Gustav Klimt. Como miembro de la secesión vienesa y un pionero del simbolismo, Klimt produjo pinturas experimentales y etéreas brillantes.Hoy, los artistas siguen usando este medio en una gran variedad de trabajos, desde murales hasta ilustraciones y fotografía. Al igual que las obras doradas del pasado, estas piezas preciosas muestran la infinita versatilidad y la estética atemporal del deslumbrante pan de oro.
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