Si piensas en las grandes civilizaciones de la historia, la antigua Grecia seguro es una de las primeras que viene a tu mente. Durante siglos, los griegos ayudaron a dar a luz a la cultura occidental como la conocemos ahora. Desde la ley y la política hasta el atletismo y la arquitectura, esta civilización dejó una huella imborrable en la sociedad; y tal vez no haya un edificio que evoque el legado de la antigua Grecia como el Partenón.
Ubicado en la Acrópolis de Atenas, el Partenón se construyó en el apogeo de la antigua Grecia. La construcción, que comenzó en 447 a. C., tardó nueve años en ser construida, aunque los elementos decorativos tomaron otros nueve años en completarse. Ícono del estilo arquitectónico clásico, sus proporciones se han estudiado durante siglos. Incluso se llegó a pensar que su construcción se aproximaba a la proporción áurea, aunque esto ha sido refutado en varias ocasiones.
El Partenón, una de las atracciones más famosas del mundo, recibe a millones de visitantes cada año que acuden en multitudes para apreciar su majestuosa arquitectura. Con tanta historia, hay mucho que aprender sobre este templo. Echemos un vistazo a algunos de los datos más interesantes sobre el Partenón, la joya de la corona de la arquitectura griega.
Está dedicado a una diosa griega.
El Partenón está dedicado a la santa patrona de Atenas, la diosa Atenea. Un pequeño santuario para la diosa ha sido descubierto en el interior, ubicado en el sitio de un santuario anterior.
No es el primer templo en este espacio.
La historia de la Acrópolis inicia mucho antes de la construcción del Partenón. De hecho, este templo se encuentra en un sitio de un templo mucho más antiguo dedicado a Atenea, que ahora se conoce como el Antiguo Partenón. Este templo fue destruido durante la guerra persa en 480 a. C. mientras aún estaba en construcción.
Durante un tiempo se usó como mezquita.
Como es típico de muchos edificios antiguos, el Partenón experimentó varias transformaciones durante su larga historia. En la década de 1460, cuando Grecia estaba bajo el dominio otomano, el templo fue convertido en una mezquita y permaneció así durante casi 200 años. Curiosamente, el alminar se construido a partir de una torre que ya estaba ahí porque el templo había sido utilizado previamente como iglesia católica.
Algunos de sus mayores tesoros se encuentran en Londres.
Mientras Grecia todavía estaba bajo el dominio otomano, Thomas Bruce, miembro de la nobleza escocesa, extrajo aproximadamente la mitad de las esculturas que quedaban en el Partenón, asegurando que tenía permiso de los otomanos. Entre 1800 y 1803, estas piezas fueron transportadas por mar a Gran Bretaña y ahora residen en el Museo Británico, en Londres. Hoy en día, los mármoles del Partenón (o mármoles de Elgin) –algunos de los mejores ejemplares de escultura griega clásica– están envueltos en controversia debido a su ubicación. El gobierno griego ha pedido la restitución de estas invaluables esculturas durante muchos años, mientras los expertos discuten ambos lados del caso.
Su nombre tiene un origen interesante.
El nombre del Partenón proviene de la palabra griega παρθενών, que se traduce como “apartamentos para mujeres solteras”. Se cree que la palabra está relacionada específicamente con una habitación dentro del Partenón, aunque los historiadores debaten sobre a qué habitación se refiere exactamente. Aunque hay diferentes teorías, es posible que las doncellas (parthenoi) que participaban en sacrificios a la diosa Atenea contribuyeron a este nombre.
En realidad no es un templo.
Aunque nos referimos al Partenón como un templo, y tiene la apariencia arquitectónica de uno, el edificio no funcionaba de esta forma. Tradicionalmente, un templo hubiese albergado una imagen de culto de Atenea, la santa patrona. En cambio, la imagen principal de culto de Palas Atenea se encontraba en un área diferente de la Acrópolis. Si bien una estatua colosal de Atenea del famoso escultor Fidias se habría ubicado dentro del Partenón, esta no estaba relacionada con un culto en particular y, por lo tanto, no habría sido adorada.
Originalmente era bastante colorido.
Si bien a menudo pensamos que el arte clásico es blanco y prístino, el Partenón, al igual que gran parte de la arquitectura y la escultura griegas, originalmente estaba lleno de color. Mientras los historiadores debaten qué porcentaje de la estructura habría estado pintada, los arqueólogos a menudo usan luz UV para descubrir pigmentos que ahora se han desvanecido.
Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura griega.
Como uno de los edificios más emblemáticos del mundo, el Partenón ha llegado a ejemplificar la arquitectura griega. La base mide 69.5 metros de largo por 30 de ancho y es un increíble ejemplo del orden dórico. Esto significa que sus columnas tienen ejes acanalados y capiteles simples. Los impresionantes frontones que cubren cada extremo del edificio se habrían llenado de figuras esculpidas y un friso continuo habría recorrido la cella (cámara interior) y los dinteles de las columnas interiores.
Fue bombardeado durante Gran Guerra Turca.
La guerra entre el Imperio Otomano y una alianza conocida como la Liga Santa resultó devastadora para el Partenón. El templo todavía se usaba como mezquita cuando los otomanos lo adoptaron como un depósito de municiones durante la guerra. Esta fue una elección desastrosa, ya que los venecianos bombardearon el área, haciendo explotar las municiones y dañando profundamente el Partenón y sus esculturas.
Hay una réplica a gran escala en Estados Unidos.
No tienes que ir hasta Grecia para maravillarte con el Partenón. En Centennial Park, en Nashville, Tennessee, se encuentra una réplica meticulosamente detallada. Construida en 1897 como parte de la Exposición del Centenario de Tennessee, el edificio también tiene reproducción de los mármoles del Partenón copiados directamente de los originales. En 1990, el escultor local Alan LeQuire instaló una copia de la enorme Atenea Partenos de Fidias, completando la recreación.
Ve más imágenes de este maravilloso ejemplar de arquitectura griega clásica.
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