Fotos de pingüinos buscan crear conciencia sobre el cambio climático

Como fotógrafo profesional de paisajes, Albert Dros está familiarizado con escenas hermosas, pero nada lo preparó para lo que vería en su primer viaje a la Antártida. Si bien los paisajes eran mágicos, Dros no pudo evitar enamorarse de ciertos miembros de la fauna local: los pingüinos. De hecho, Dros dedicó todo el tiempo que pudo a fotografiar cada uno de los movimientos de estos animales.

Desde juegos entre pingüinos hasta momentos tiernos entre polluelos y sus padres, Dros capturó decenas de instantes adorables. El fotógrafo pasó horas observando el comportamiento de estas criaturas y su portafolio muestra su habilidad para capturar rápidamente la esencia de sus sujetos. A través de su lente, podemos ver diferentes especies de pingüinos durante el verano antártico.

El momento del viaje—justo una semana antes de que la Antártida alcanzara temperaturas récord—impulsó a Dros a pensar en los cambios en nuestro planeta y cómo afectarán a los animales. Así, el fotógrafo usa su cámara para poner este problema bajo los reflectores, con la esperanza de que estas imágenes inspiren a las personas a combatir el calentamiento global.

Tuvimos la oportunidad de charlar con Dros sobre los adorables pingüinos que conoció en su viaje y cómo se preparó para su primer viaje a la Antártida. A continuación, lee la entrevista exclusiva de My Modern Met.

¿Cómo surgió este viaje a la Antártida y cómo te preparaste para él?

Como fotógrafo de paisajes y guía de fotografía, a menudo viajo a los lugares más bellos del mundo. Esta fue mi primera vez en la Antártida. La compañía de mi amigo, Iceland Photo Tours, estaba organizando una gira por el continente y me pidió que lo guiara en el viaje, lo que significa que doy conferencias de fotografía a bordo, comparto mis conocimientos y, en general, ayudo a las personas a obtener las mejores fotografías posibles.

La preparación para un viaje a la Antártida en verano es más fácil de lo que parece. En comparación con lo que mucha gente piensa, en la Antártida no hace tanto frío en verano. Los barcos turísticos generalmente solo visitan el lado norte de la península y las temperaturas rondan los cero grados durante el verano; a veces alcanzan los 10 grados o como en este año, ¡incluso rompen el récord de calor, llegando a casi 20 grados (Celsius)! Como soy un guía con experiencia en el frío, solo tuve que empacar toda mi ropa de invierno para estar listo.

¿Qué era lo que más te emocionaba de este viaje antes de llegara a la Antártida?

Supongo que la Antártida realmente puede considerarse el fin del mundo. Es muy remoto. Esto es lo que más me emocionaba: experimentar la verdadera lejanía de un nuevo paisaje en el que nunca había estado. Este tipo de paisajes siempre me emociona. He visto muchos lugares en el mundo, así que si estoy explorando algo único y nuevo para mí, siempre me emociono mucho. Otra cosa que ansiaba era conocer a los pingüinos. En realidad no tenía idea de cuántos había, ¡pero había muchos!

Como fotógrafo, ¿qué tienen los pingüinos que te pareció tan inspirador?

Los pingüinos viven en este continente durante todo el año. Es “agradable” en verano, pero puedo imaginar lo difícil que debe ser en invierno. Podía ver a los pingüinos por horas porque básicamente todo lo que hacen es interesante. Y no solo interesante, ¡sus movimientos también son realmente divertidos! Caminan chistoso, como si estuvieran borrachos. Son muy torpes. A veces los ves caer de los icebergs al agua. O los ves tropezarse en la nieve.

Además de ser graciosos, también son muy lindos. Especialmente en el período que fui, había muchos polluelos. Es hermoso ver interacciones entre los bebés y sus padres. Pero no solo eso, sino que también es genial ver las interacciones entre los ellos. Les gusta robar piedras de nidos otros, incluso si hay muchas piedras “bonitas” alrededor. Simplemente se molestan, lo cual es divertido de ver. De verdad, podría verlos por siempre.

¿Hay algo que te llamara la atención sobre su comportamiento?

Noté que no le temen a la gente. Y a veces sienten curiosidad y se acercan a verte.

¿Qué fue lo que más te sorprendió sobre la Antártida una vez que estabas ahí?

Lo que más me sorprendió fue el clima. Tuvimos un clima agradable y tranquilo durante la mayor parte de nuestra estancia. No hay mucho viento y las temperaturas son bastante templadas. En general, fue muy agradable caminar. Una semana después de que me fui, la Antártida experimentó las mayores temperaturas de las que se tenga registro en el continente.

¿Cómo te preparaste para fotografiar en un clima tan frío?

Como mencioné anteriormente: ¡no hacía tanto frío! De hecho, estoy acostumbrado a fotografiar en climas mucho más fríos que en la Antártida. Claro, era verano, pero hacía bastante calor. Es muy importante usar capas para poder quitar o agregar capas cuando sea necesario. Además de eso: ¡impermeabiliza todo! Porque a menudo íbamos en pequeños botes para desembarcar, y a veces te mojabas. Pantalones impermeables, zapatos/botas y una buena chaqueta además de un par extra de calcetines son algo realmente imprescindible.

¿Qué le recomendarías a las personas que desean hacer un viaje a la Antártida?

Si tienes la oportunidad de hacerlo, ¡no lo pienses demasiado y ve! La Antártida es algo único. Tiene un ambiente especial y es simplemente mágico. Y quién sabe, en un futuro cercano por varias razones, es posible que ya no podamos ir.

¿Qué esperas que la gente se lleve de tus fotos de los pingüinos?

Por supuesto, tienen el objetivo de despertar reacciones como “awww” y “¡qué lindo!”, pero realmente quiero que la gente los vea y se dé cuenta de que necesitamos proteger a estos pingüinos y pensar en nuestro planeta. Estuve en Groenlandia el año pasado y mencioné algo similar. El aumento en las temperaturas es algo preocupante.

Siempre trato de transmitir un mensaje con mis fotos, y al documentar hermosos lugares en el Ártico y la Antártida, siempre menciono el calentamiento global. Todavía hay muchos pingüinos en la Antártida, pero debemos tener en cuenta que muchas poblaciones de pingüinos se están reduciendo. Esperemos que todavía podamos disfrutar de estos hermosos animales por varias décadas más.