
Las fotografías congelan un momento en el tiempo sin esfuerzo y lo destilan en una imagen estática que podemos apreciar una y otra vez. Si bien las imágenes en alta definición de la actualidad son impresionantes a la vista con sus detalles nítidos y colores vivos, hay algo fascinante en mirar fotos antiguas en blanco y negro. Es como si ofrecieran un vistazo exclusivo al pasado, a momentos de la historia que muestran cómo era la vida antes. El cine y las fotos en blanco y negro toman momentos cotidianos y los envuelve en una novedad ajena, como si hubieran ocurrido en un universo distante en lugar de nuestro propio pasado no muy lejano. Pero, ¿cómo sería ver esas imágenes a color?
El artista francés Sébastien de Oliveira le da respuesta a nuestra curiosidad coloreando fotografías en blanco y negro que preceden la invención de las imágenes a color. Recopilando material tanto de museos como archivos de internet—así como el viejo negativo ocasional que encontrado en la casa de un amigo—su pasatiempo creativo combina su pasión por la pintura, la fotografía y la historia. Las imágenes resultantes parecen cobrar vida, como si pudieran haber sido tomadas ayer (pasando por alto algunos elementos visuales obvios). Sus coloridas reproducciones parecen ofrecer una visión más íntima del pasado, quitando el velo en blanco y negro que crea esa distancia y ofrece algo más familiar.
“Lo que más me inspira no es solo la búsqueda de una hermosa imagen en blanco y negro para colorear sino la colección de fotos en color que se convierten en una reserva de referencias para mí”, de Oliveira le dice a My Modern Met. “Las placas autocromas de los frères Lumière son lo más bello, algo entre la pintura y la fotografía. Los colores reales del pasado son los más conmovedores para mí, y es lo que trato de reproducir en mis colorizaciones”.
A continuación, ve algunas de las fotografías antiguas a color de de Oliveira. Si quieres ver aún más, sigue al artista en Instagram.
Mira 30 fotografías antiguas a color restauradas por Sébastien de Oliveira.
Chicas del circo en Sarasota, Florida, por Nina Leen en 1949

Actrices jóvenes tomando un baño de sol durante el festival de Cannes, 1955

Rita Hayworth comiendo en la playa, 1947

Jugando en la playa, 1934

Anónimo, Francia, 1967

Playa en tiempo de guerra en una costa inglesa, 1941

Clint Eastwood en 1956

Clavados desde el puente Iena, París, por Robert Doisneau, 1945

Autos y chicas, 1942

Marilyn Monroe leyendo un guion en 1954

Washington D.C., 1942

En la playa cerca del casino, Asbury Park, 11 de julio de 1911

Espectadores en una carrera en Worthington, Maryland, por Marion Post Wolcott, 1941

Nueva York, por Marjory Collins, septiembre de 1942

Estudiantes de la preparatoria Woodrow Wilson, Washington, D.C., por Esther Bubley, 1943

Chicas parisinas divirtiéndose en la feria, París, 1935

Bar en Central Park en Nueva York, por Marjory Collins, 1942

Encuentro callejero en una tarde de sábado, Pittsboro, North Carolina, por Dorothea Lange, 1939

Nueva York en 1942, por Marjory Collins

Familia de recolectores de cerezas, por John Vachon, 1940

Glen Echo Park, condado de Montgomery, Maryland, abril 1943

Soldado estadounidense vuelve a casa después de la Primera Guerra Mundial, 1919

Bar O’Reilly, Nueva York, por Marjory Collins, 1942

Union Station, Chicago, por Jack Delano, 1943

Pareja feliz anónima, 1948

Althea Gibson, ganadora del torneo Wimbledon, con su compatriota Darlene Hard, 1957

Marilyn Monroe descansando en el set de The Misfits, por Eve Arnold, 1960

Cinco ‘midinettes' disfrutando de un descanso bajo el sol, París, 1965

La familia Senise yendo al cine, Blue Island, Illinois, por Jack Delano, feb. 1943

Tarde de sábado en Florence, Alabama, por Arthur Rothstein, June 1942

Sébastien de Oliveira: Instagram
My Modern Met obtuvo permiso de Sébastien de Oliveira para reproducir estas imágenes.
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