“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”: el mural clave de Diego Rivera

Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central

Foto: Fotos de stock por PSHAW-PHOTO/Shuttterstock

En la historia del arte, ningún mural se equipara a Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Esta pintura monumental de Diego Rivera retrata la historia de México y la vida del artista desde una perspectiva surrealista–un “sueño” cargado de simbolismo que convoca a más de 70 figuras que abarcan 400 años de historia, quienes se encuentran en uno de los parques públicos más importantes del continente americano.

Además de ser uno murales más importantes de Diego Rivera, la complejidad, lo expansivo y la fascinante historia de Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central lo han convertido en una de las obras de arte más importantes de México y de la pintura mundial.

Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central en el hotel del prado

“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, pintura mural de Diego Rivera en el Hotel del Prado” por Nacho López. Foto: Instituto Nacional de Antropología e Historia / Sistema Nacional de Fototecas (CC BY-NC-ND 4.0)

 

Historia

En 1947, el arquitecto Carlos Obregón Santacilia le propuso a Diego Rivera pintar un mural para el salón comedor Versalles del Hotel del Prado, un lujoso hotel que estaba por abrir en el centro de la Ciudad de México. El tema a abordar era la Alameda Central, un importante parque ubicado frente al hotel. Considerado el jardín público más antiguo del continente americano, la Alameda Central–a los ojos de Rivera–era un testigo silencioso de los cambios en la historia de México, al ser un popular espacio de relajación y entretenimiento para los mexicanos a lo largo de varios siglos.

Así, el mural–que tiene una superficie de 4.17 metros de alto por 15.67 de largo–fue pintado al fresco entre julio y septiembre de 1947 con la ayuda de los artistas Pedro A. Peñaloza y Rina Lazo. El mural permaneció en el restaurante hasta 1960, cuando fue trasladado al vestíbulo del hotel, donde se construyó una estructura especial de metal para soportar esta pieza de 35 toneladas.

Busto de diego rivera en museo mural diego rivera

Foto: Fotos de stock por imeduard/Shuttterstock

 

Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central

“La composición [del mural] son recuerdos de mi vida, de mi niñez y de mi juventud y cubre de 1895 a 1910. Los personajes del paseo sueñan todos, unos durmiendo en los bancos y otros, andando y conversando”, explicó Diego Rivera sobre Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, que se puede dividir en tres secciones.

Además de presentarnos a figuras célebres de cada periodo, el pintor incluye a personajes comunes de un domingo en el parque, como los vendedores de globos y dulces, así como figuras sin nombre que representan a aquellos que enfrentaron cada periodo histórico y cuyas historias suelen pasarse por alto en los relatos oficiales: trabajadores de clase baja y grupos indígenas.

La sección izquierda explora la historia de México. En ella encontramos a Hernán Cortés, quien lideró la conquista de México en el siglo XVI; Fray Juan de Zumárraga, quien llevó la primera imprenta al continente americano; Sor Juana Inés de la Cruz, la célebre poeta que desafió las normas en el siglo XVII; Agustín de Iturbide y Maximiliano de Habsburgo, los dos emperadores mexicanos; y el presidente Benito Juárez.

Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central

“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” (Fragmento). “Nuestra Catrina” por fabian.kron via Flickr (CC BY-ND 2.0)

 

La porción central nos presenta a artistas y figuras que marcaron la vida de Rivera desde una visión un tanto surrealista, así como figuras clave de las primeras décadas del siglo XX en México. La gran protagonista es La Catrina, una caricatura satírica creada por el grabador José Guadalupe Posada–a quien lleva del brazo derecho–que pronto se convertiría en un ícono de la cultura mexicana. A su izquierda aparece un autorretrato de Diego Rivera en la infancia, con un atuendo elegante y una serpiente y un sapo en sus bolsillos; detrás de él está su esposa, la pintora Frida Kahlo, quien sostiene un símbolo del yin-yang. En esta sección también aparecen Manuel Gutiérrez Nájera, poeta y precursor del modernismo en América, y José Martí, célebre escritor y filósofo cubano.

La tercera parte, a la derecha del mural, aborda la Revolución Mexicana, la división entre clases y las luchas campesinas, una causa cercana al corazón de Rivera. Si bien el personaje más famoso en esta sección es el presidente Francisco I. Madero, en esta parte encontramos a un gendarme expulsando a una familia indígena del parque mientras una pareja adinerada mira sobre el hombro–una crítica de Rivera al racismo en México. Al fondo, un grupo de campesinos se levanta en armas. En la esquina inferior derecha, Rivera pintó un segundo autorretrato; esta vez, el pequeño Diego adquiere y come una torta, una especie de sandwich muy popular en México.

Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central

“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” (Fragmento). “La Revolución” por fabian.kron via Flickr (CC BY-ND 2.0)

 

Un museo para un mural

El 19 de septiembre de 1985, un terremoto terminó con la vida de miles de personas y derrumbó cientos de edificios en la Ciudad de México, provocando daños irreversibles al Hotel del Prado. No obstante, el mural sobrevivió al sismo. Reconociendo la importancia histórica de la pieza, se decidió rescatarlo, dando vida a una increíble hazaña de ingeniería para trasladar el mural a su nuevo hogar.

Poco más de un año después, en diciembre de 1986, el mural hizo un histórico viaje a su nuevo sitio: un predio en las calles de Balderas y Colón, a unos 50 metros de su sitio original. A pesar de la corta distancia, la fragilidad y peso del mural hicieron que fueran necesarias 12 horas de trabajo y el esfuerzo de más de 300 personas. Para protegerlo, el mural fue cubierto con manta, y se protegió la estructura con tablas de madera y hule espuma.

Debido a las características tanto físicas como históricas de la pieza, Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central se convirtió en la pieza principal del museo que fue construido a su alrededor: el Museo Mural Diego Rivera, que abrió sus puertas en febrero de 1988. Si bien en ocasiones alberga exposiciones temporales, el mural rige sobre este pequeño recinto, listo para ser visitado por cualquiera que desee explorar la visión de Diego Rivera, o bien, simplemente maravillarse con una pintura imponente que aborda con una intensa sensibilidad la historia de un país y la vida de su autor.

museo mural diego rivera

Foto: “Museo Mural Diego Rivera” por adamshoop via Flickr (CC BY-NC-SA 2.0)

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Regina Sienra

Regina Sienra es colaboradora y redactora en español para My Modern Met. Periodista y traductora originaria de la Ciudad de México. Es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Periodismo. Su pasión por escribir sobre las artes visuales, la música, el cine, la literatura y el teatro ha dado vida a una carrera de casi 10 años en diversos medios culturales de México, Estados Unidos y Canadá.
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