El amor que siente la fotógrafa Céline Jentzsch por los viajes inunda sus espectaculares imágenes. Radicada en Francia, esta artista de la cámara recorre el mundo para conocer diferentes culturas, mientras documenta sus encuentros con curiosidad, respeto y empatía.
Visualmente, las fotografías tienen un aire pictórico, ya que Jentzsch se dedicó a la pintura antes de convertirse en fotógrafa. La influencia de esta disciplina es aún más evidente al ver los elementos que Jentzsch retrata en el festival de hielo en el lago Khövsgöl en Mongolia: las coloridas escenas son complementadas por un fondo de agua azul congelada con fisuras blancas que parecen salidas de una obra abstracta.
El festival fue creado a principios de la década pasada para fomentar el turismo en esta región. En este, los visitantes participan en lucha mongola, arquería y tejos de mesa, lo que redondea una experiencia única entre maravillosos paisajes invernales. Jentzsch captura el espíritu del evento con fotos grupales –en las que aparecen personas portando coloridos abrigos y gruesos sombreros– así como retratos individuales en los que los participantes aparecen observando las festividades, socializando y disfrutando del hielo. La destreza de la fotógrafa transporta al espectador a este festival.
Éste no es el primer viaje de Jentzsch a Mongolia, ni es su único proyecto dedicado a este maravilloso país. En colaboración con Photographes du Monde, la fotógrafa hace viajes guiados por esta región, incluyendo uno a la próxima edición festival del hielo en febrero de 2019. Para conocer más, visita su sitio web.