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Es común asociar el graffiti con el vandalismo, pero en los últimos 40 años, este tipo de arte se ha convertido en mucho más que solo garabatos en una pared. Desde sus comienzos como subcultura neoyorquina hasta la explosión internacional del arte urbano, el graffiti ya es una parte íntegra de la cultura contemporánea.
A continuación echaremos un vistazo a 10 momentos clave de la historia del graffiti que ayudaron a que hoy forme parte de la cultura popular, desde la Pop Shop de Keith Haring hasta Bart Simpson como grafitero.
Foto: Wikipedia
Las pinturas rupestres demuestran que pintar sobre muros no es nada nuevo
En 1940, un grupo de adolescentes franceses accidentalmente descubrió unas pinturas en el interior de las cuevas de Lascaux, en el suroeste de Francia. Los dibujos rudimentarios de animales, figuras humanas y signos abstractos dibujados en las paredes de las cuevas se remontan al año 17,000 a.C., lo que demuestra que el hombre siempre ha sentido la necesidad de expresarse públicamente. La tradición no termina aquí. También hay graffiti en las ruinas arqueológicas italianas de Pompeya: la pieza, que data del año 78 a.C., dice “Gaius Pumidius Diphilus estuvo aquí”.
Foto: TAKI 183
El graffiti aparece en The New York Times
En 1971, The New York Times publicó un artículo acerca del grafitero adolescente TAKI 183. El texto fue revolucionario. Una publicación importante no solo estaba hablando de graffiti por primera vez, sino que también conversaron con el artista para entender por qué hacía lo que hacía. Esto también inspiró a más artistas de graffiti en Nueva York, una ciudad que se convertiría en la cuna del graffiti a nivel mundial.
Foto: Martha Cooper
Martha Cooper conoce a Dondi
La legendaria grafitera y fotógrafa callejera Martha Cooper entró en la escena del graffiti en Nueva York en los años 70, después de ver a un niño llamado Edwin escribiendo en una pared y preguntarle qué estaba haciendo. Esto llevó al encuentro entre Cooper y Dondi, uno de los grafiteros más importantes de su generación. Dondi abrió las puertas de su mundo a Cooper, permitiéndole seguir y documentar la creación de su graffiti en acción. Estas imágenes, junto con las de Henry Chalfant, serían publicadas en Subway Art, el gran punto de referencia de la documentación de la subcultura del graffiti.
Izquierda: El director Tony Silver y el artista Seen en 1982. Derecha: Póster de Style Wars. (Fotos: Night Flight)
Estreno del documental Style Wars
En 1983, el director Tony Silver, en colaboración con el fotógrafo Henry Chalfant, creó Style Wars. Originalmente transmitido en PBS, el documental acercó la cultura del hip hop y el graffiti de Nueva York a una audiencia más amplia. Al mostrar no sólo a los artistas, sino también a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y a los políticos, también abrió el debate sobre el vandalismo frente a la expresión artística.
En 2009, A.O. Scott escribió lo siguiente sobre la película en The New York Times: “Style Wars es una obra de arte por derecho propio, porque no sólo retrata lo que estos artistas están haciendo, sino que de alguna manera absorbe su espíritu y logra comunicarlo a través del tiempo para que podamos encontrarnos, tantos años después, en la ciudad, entendiendo qué es lo que la hace tan bella”.
Izquierda: Basquiat en 1981 (Foto: Rex Features) / Derecha: Andy Warhol y Basquiat en 1985. (Foto: Michael Halsband)
El ascenso a la fama de Basquiat
Jean-Michel Basquiat fue un artista nacido en Brooklyn cuya fama en el arte contemporáneo significó una nueva era para los artistas de graffiti, demostrando que también podían incursionar en el mundo del arte. Basquiat se hizo famoso en los años 70 gracias a su marca SAMO, que pintó con aerosol por todo el Bajo Manhattan con su amigo Al Diaz. En 1978, The Village Voice publicó un artículo acerca de su trabajo; sin embargo, el proyecto terminó tan solo un año después. El dúo pinto SAMO IS DEAD (o “SAMO está muerto”) a lo largo de SoHo para marcar el fin de una era.
Para ese entonces, Basquiat ya era conocido entre la alta sociedad. Al principio de los años 80 siguió ganando tracción como artista independiente, colaborando con David Bowie y Andy Warhol y exhibiendo su obra en la legendaria Gagosian Gallery. Su ascenso a la fama marcaría la pauta para el éxito y popularidad que gozan muchos grafiteros y artistas callejeros el día de hoy.
Keith Haring abre la Pop Shop
Keith Haring rápidamente alcanzó la fama gracias a sus obras de arte en el metro de Nueva York en la década de 1980. A partir de 1984 comenzó a recibir encargos internacionales, viajando por todo el mundo para crear vistosas obras de arte público, un modelo que los artistas callejeros emulan hoy en día. Sin embargo, la apertura de su Pop Shop en el centro de Manhattan en 1986 realmente ayudó a probar la viabilidad comercial del graffiti. Haring se dio cuenta de la importancia de poner su arte a disposición de las masas y durante 22 años la tienda vendió de todo, desde ropa hasta artículos de regalo adornados con el estilo característico de Haring.
Foto: Obey Giant
El póster de ‘Hope' de Shepard Fairey se convierte en el símbolo de las elecciones presidenciales de 2008
Lo que comenzó como un tributo independiente a la campaña presidencial del entonces senador Barack Obama se transformó en un ícono de las elecciones presidenciales de 2008 en Estados Unidos. Shepard Fairey se convirtió en un artista muy conocido gracias a este cartel, que fue diseñado en un solo día. Después de ser adoptado oficialmente por la campaña de Obama, el póster se convirtió en el símbolo de la elección y generó muchas variaciones e imitaciones. Ahora podemos encontrarlo en una gran variedad de productos, desde camisetas hasta tazas de café.
Pieza por Barry McGee, AKA Twist.
El graffiti y el arte callejero llegan a los museos
La exposición de 2011 del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, titulada Art in the Streets, definitivamente no fue la primera vez que el graffiti llegó a un museo, pero sin duda es una de las más memorables. Bajo la guía del entonces director Jeffrey Deitch, un gran amante del graffiti y del arte callejero, la muestra exploró a fondo la historia del graffiti y su evolución hasta convertirse en arte urbano.
Además de incluir a gigantes del arte callejero como Bansky y Shepard Fairey, la exposición dio igual importancia a artistas del graffiti como TAKI 183, Fab Five Freddy, Lee Quinones y RISK. Según algunas estimaciones, es la exposición más concurrida en la historia del MOCA, demostrando que existe un verdadero interés por este tipo de arte.
Foto: Simpsons World
Bart Simpson se convierte en grafitero
No hay nada más mainstream que aparecer en la serie de comedia animada de mayor duración en los Estados Unidos. Y en 2012, Los Simpsons dedicaron un episodio entero al graffiti y al arte callejero. Inspirado en la película de Banksy de 2010, Exit Through the Gift Shop, el episodio 15 de la 23º temporada se titula Exit Through the Kwik-E-Mart. En el episodio, que presenta versiones animadas de Shepard Fairey, Ron English y Kenny Scharf, Bart se convierte en un grafitero. Tratando los complejos temas de arte versus vandalismo, a Bart se le ofrece una exposición en una galería y luego lo arrestan por pintar la ciudad.
Izquierda: Katy Perry en la gala del MET de 2015 (Fotos de stock de Sky Cinema / Shutterstock) / Centro y derecha: pañuelos de Louis Vuitton (Fotos: Louis Vuitton)
La alta costura se inspira en el graffiti
Al mundo de la moda le encanta mirar a las subculturas en busca de inspiración, y el graffiti no es la excepción. Con su colección de pañuelos artísticos, Louis Vuitton transformó su marca de alta costura en algo más accesible para el público en general, enfocándose a la vez en el mercado juvenil. Entre 2012 y 2014 lanzaron una serie de bufandas diseñadas por artistas callejeros y de graffiti como Kenny Scharf, Stephen Sprouse, Lady AIKO, eL Seed y Os Gemeos.
Además de las colaboraciones directas de los artistas, la cultura del graffiti también ha servido como fuente de inspiración. En 2015, Katy Perry usó un vestido estilo graffiti diseñado por Jeremy Scott para Moschino para la ilustre gala del MET. Si bien fue todo un éxito, el vestido también originó una batalla legal por violación de derechos de autor, que más tarde se resolvió fuera de los tribunales, cuando el artista RIME reconoció sus etiquetas en la tela del vestido. No es la primera vez que una casa de moda tuvo problemas al utilizar graffiti en sus diseños. En 2014, los artistas Revok, Reyes y Steel también demandaron a Roberto Cavalli por incorporar su graffiti en la tela de la serie de ropa y bolsas Just Cavalli.
Así se cierra el círculo: de ser vistos como vándalos que temían ser arrestados a hacerse cargo de los derechos de autor de sus obras, los artistas del graffiti continúan a la vanguardia de la cultura contemporánea.
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