El estado mexicano de Baja California está lleno de atractivos naturales, y entre ellos destaca la Bufadora. Ubicada a 35 kilómetros del sur de Ensenada, esta formación geológica produce un efecto increíble: cuando rompen las olas, un chorro de agua de hasta 30 metros de altura sale disparado hacia arriba, imitando el resoplido de un animal enojado.
En concreto, la Bufadora se ubica en Punta Banda, un área en el extremo sur de la bahía de Todos los Santos. Debido a su apariencia, este fenómeno suele ser confundido con un géiser; sin embargo, no es una fuente termal como estas formaciones.
¿Qué es la Bufadora?
Como su nombre lo dice, la Bufadora es un bufón o bufadero, una chimenea natural que suele formarse en acantilados y está conectada con simas o cuevas marinas que se forman por la erosión natural. Dependiendo de las condiciones de oleaje y marea, las olas chocan contra el acantilado y crean presión al interior de las cuevas. Esto provoca que el aire y el agua del mar suban y salgan con gran fuerza en forma de espuma por estas chimeneas, produciendo un fuerte sonido.
Si bien la Bufadora es el bufón más conocido de Ensenada, no es el único. Se han encontrado al menos otras 10 formaciones de este tipo en la zona, pero acercarse a ellas es muy difícil.
En enero de 2013, Oscar Velasco Fuentes, del Departamento de Oceanografía Física del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), publicó un estudio sobre este fascinante lugar. Entre sus hallazgos está que el tiempo promedio entre cada erupción es de 13 a 17 segundos, que es también el intervalo regular entre cada ola. Los intervalos son más largos a medida que la marea baja.
De acuerdo con este estudio, el mejor momento para visitar la Bufadora y verla en su máximo esplendor es durante la marea alta en un día de invierno, mientras que la peor opción es un día de verano cuando hay marea baja; sin embargo, es muy raro que tome más de 10 minutos ver una buena erupción.
La leyenda de la Bufadora
La migración de las ballenas grises es otro elemento importante del ecosistema de esta zona de Baja California, y esto inspiró una leyenda sobre cómo surgió la Bufadora: durante uno de sus tantos recorridos para escapar de las gélidas aguas durante el invierno, un ballenato se separó de su familia y quedó atorado en unas rocas. Desesperado, pidió auxilio lanzando chorros de agua cada vez más altos con la esperanza de que otras ballenas se acercaran a ayudarlo, pero nadie volvió por él. Así, el pequeño ballenato se hizo uno con las rocas, y sigue lanzando chorros de agua hasta el día de hoy.
Gracias a sus vistas inigualables de la bahía y al inusual fenómeno que produce, la Bufadora se ha convertido en un destino turístico amado por locales y turistas por igual, y muchas personas que visitan Ensenada no pierden la oportunidad de ver esta maravilla natural. La carretera a este lugar también ofrece vistas espectaculares, y la vecina zona de Ensenada es envidiada por sus paisajes y su extraordinaria oferta gastronómica. ¡Entenderemos si este lugar despierta tus ganas de viajar!
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