Su obra más destacada, Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa, sigue siendo un ícono del Renacimiento nórdico, encapsulando muchos de los ideales estéticos e innovaciones técnicas de la época. Sin embargo, esta obra maestra es mucho más que su rica paleta de colores: ocultos en el diseño hay varios elementos iconográficos que ayudan a contar la historia del matrimonio representado.
Aquí exploraremos cómo nació la obra maestra de Van Eyck, así como algunos de sus símbolos expertamente colocados.
El Renacimiento nórdico y Jan van Eyck
Al mismo tiempo que el Renacimiento italiano revivió la estética clásica en la Italia del siglo XV, el Renacimiento nórdico empezó a tomar vuelo entre los artistas al norte de los Alpes—en particular, en los Países Bajos, Bélgica, Alemania, Francia e Inglaterra. Al igual que su contraparte del sur, este periodo también enfatizó el realismo pero con un enfoque en la pintura y el grabado.El artista flamenco Jan van Eyck es considerado uno de los pintores más notables del Renacimiento nórdico y produjo un gran número de obras religiosas. Aunque la pintura al óleo había existido por algún tiempo, Van Eyck es conocido por ser el primero en utilizar su potencial para el color y el realismo.
El Políptico de Gante es considerado como su primera obra maestra con este medio. La pieza fue pintada en colaboración con su hermano Hubert (que también era artista) durante un periodo de diez años. Esta pintura muestra un rechazo del estilo medieval idealizado en favor de un arte más realista que se basaba en una observación casi científica de la naturaleza.
Pintando al Matrimonio Arnolfini
En 1434, un año después de la finalización del retablo, Van Eyck comenzó a trabajar en el Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa, también conocido como El matrimonio Arnolfini. El cuadro es protagonizado por un rico comerciante—que se supone es Giovanni di Nicolau di Arnolfini—y su esposa en una habitación profusamente decorada que muestra su riqueza.A primera vista, el Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa destaca por la intensidad de su paleta de colores. En el lado izquierdo de la pieza, el hombre viste un pesado abrigo azul-negro con adornos de piel, y a la derecha, su esposa lleva un vestido esmeralda con mangas texturizadas. Cada prenda y pieza de joyería parece brillar en el lienzo.
Van Eyck logró esta profundidad de color usando la técnica alla prima, en la que añadió capas de pintura húmeda antes de que las capas anteriores se secaran. Esto le permitió mezclar los colores de manera magistral y crear una sensación de tridimensionalidad en el lienzo. Además, el artista aplicó capas de esmaltes translúcidos a la pintura para acentuar no solo el realismo de las figuras sino también el lujo del hogar.
Iconografía en la pintura
Aunque no se sabe a ciencia cierta la identidad de los sujetos, el tocado de la mujer sugiere que son efectivamente una pareja casada, ya que solo las mujeres solteras llevaban el cabello suelto en la Flandes del siglo XV. Sin embargo, contrariamente a lo que muchos espectadores piensan, la esposa no está embarazada sino que lleva un voluminoso vestido puesto, algo habitual en aquella época.El significado exacto de la unión de manos de la pareja aún se debate entre los historiadores de arte. Mientras que algunos sugieren que es un símbolo de un contrato matrimonial, otros creen que es un gesto de consentimiento para que la esposa actúe en nombre de los negocios del marido.
La mayoría de los objetos que se exhiben en la sala—como el candelabro, las telas teñidas y los alimentos importados—están ahí para mostrar sutilmente la inmensa riqueza de la pareja. En la pared trasera de la habitación hay un espejo convexo que muestra el reflejo de dos personas, una de las cuales es muy probablemente Van Eyck. Se cree que el espejo en sí mismo simboliza el ojo de Dios observando la escena.Encima del espejo hay una inscripción en latín que dice “Jan van Eyck estuvo aquí en 1434”. Esto reafirma la presencia del artista en su propia obra.
Se cree que muchas de las elecciones de color de Van Eyck tienen significados ocultos. El vestido verde de la mujer, por ejemplo, podría simbolizar la esperanza, muy probablemente la esperanza de tener un hijo. Del mismo modo, las cortinas y sábanas rojas del fondo podrían implicar intimidad entre la pareja casada. Entre ellos hay un pequeño perro que se incluye comúnmente en las pinturas como símbolo de fidelidad. En conjunto, la iconografía de El matrimonio Arnolfini teje una imagen de una pareja de comerciantes acaudalados que se regodean en las riquezas de su éxito. Al mismo tiempo, también muestra un dominio del color, el espacio y la narración de Van Eyck, algo revolucionario para la época.
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