Tal vez hayas escuchado hablar de las ciudades subterráneas hechas por humanos, pero ¿sabías que hay túneles subterráneos enormes cavados por perezosos terrestres gigantes? Aunque puede sonar muy loco, es algo que uno puede encontrar en el sur de Brasil. Conocidos como paleomadrigueras, estos túneles pueden medir hasta 600 metros de largo y 1.8 metros de altura. Sorprendentemente, la existencia de estas cuevas era prácticamente desconocida hasta que un geólogo brasileño observó algo extraño mientras conducía por la carretera.
A principios de la década de 2000, el profesor Heinrich Frank, de la Universidad de Rio Grande do Sul, pasaba en coche por una obra cuando algo le llamó la atención. Había un extraño agujero que habían dejado al descubierto las excavadoras de la obra y Frank no pudo evitar preguntarse a dónde conducía. Unas semanas más tarde, regresó y entró en el agujero. Al arrastrarse por la abertura de cuatro metros de largo, observó marcas de garras en el techo de la cueva.
Dada su experiencia, sabía que ningún fenómeno natural podría crear una cueva con esas características. Y aunque nunca había oído hablar de una paleomadriguera, llegó a la conclusión de que debía haber sido excavada por un animal grande. Pero, ¿qué es una paleomadriguera? Se define como un refugio excavado por un animal ya extinto de la era prehistórica, y se cree que los túneles brasileños fueron creados por perezosos terrestres o armadillos gigantes.
Una vez que el profesor Frank encontró ese túnel, fue a buscar más y se sorprendió al ver cuántos había a la vista. Utilizando Google y examinando fotos publicadas por otras personas, ha podido documentar más de 1,500 paleomadrigueras. Sin embargo, ahora que se han descubierto estas nuevas zonas, los investigadores se encuentran en una carrera contra el tiempo. Una vez expuestos los túneles, corren el riesgo de ser arruinados por el clima (o por los humanos).
Projeto Paleotocas, que Frank puso en marcha, pretende documentar el mayor número posible de estos túneles y concienciar sobre la necesidad de preservarlos. A medida que se construyen nuevas estructuras—ya sean edificios residenciales o carreteras—existe un gran riesgo de perder estos lugares. Y aunque todavía hay mucho misterio en torno a ellos, incluida su antigüedad exacta y qué animal los excavó, eso es parte de lo que hace que este campo de estudio sea tan apasionante.
“Esto es muy importante porque se puede reconstruir el hogar de un animal prehistórico. Esta investigación no existe en ninguna rama de la paleontología. Tienes los dinosaurios y tienes sus huesos, pero no sabes dónde vivían. Nosotros sí. Nosotros encontramos su hogar”, dice Frank. “Nuestro grupo está rompiendo barreras en esta área. Y nos gustaría que hubiera otros trabajando con nosotros”.
El sur de Brasil está lleno de gigantescos túneles subterráneos llamados paleomadrigueras.
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