Los pulgares opuestos y el caminar erguido son solo dos de las muchas características desarrolladas por el proceso de evolución humana a lo largo de varios milenios. Puede parecer que los humanos somos una especie “estable”, y nuestra anatomía no variará mucho con el paso de las generaciones. Sin embargo, esto no es completamente cierto: los humanos todavía están evolucionando. Un nuevo estudio publicado en Journal of Anatomy descubrió que desde el siglo pasado, cada vez más personas tienen una tercera arteria en el antebrazo, además de las dos que antes eran comunes.
Esta investigación sobre la evolución humana fue realizada por la Dra. Teghan Lucas en la Universidad de Flinders y el profesor Maciej Henneberg y el Dr. Jaliya Kumaratilake en la Universidad de Adelaide. El equipo se centró en el antebrazo, que normalmente contiene las arterias radial y cubital. Examinaron 80 antebrazos de cadáveres donados a la ciencia por australianos de ascendencia europea. Todos los individuos, de 51 a 101 años, nacieron en el siglo XX. El equipo descubrió que el 30% de estos australianos modernos tenían una tercera arteria central considerable en sus antebrazos, conocida como arteria mediana.
Los expertos en anatomía conocen desde hace mucho tiempo la arteria mediana. Esta se forma en el útero para suministrar sangre a las manos de un feto en desarrollo. En la mayoría de las personas, la arteria se reemplaza, aún en el útero, por el desarrollo de las arterias radial y cubital. Sin embargo, algunas personas retienen la arteria mediana durante el desarrollo y en la vida adulta. Puede continuar funcionando, proporcionando el beneficio de sangre adicional a la mano. Corre a lo largo del nervio mediano y también incrementa el riesgo de síndrome del túnel carpiano.
Para examinar cómo ha evolucionado la humanidad con respecto a la arteria mediana, los investigadores hicieron una investigación histórica. La arteria mediana se ha documentado en autopsias desde el siglo XVIII. La Dra. Lucas dijo en un comunicado: “La prevalencia fue de alrededor del 10% en las personas nacidas a mediados de la década de 1880 en comparación con el 30% en los nacidos a fines del siglo XX, por lo que es un aumento significativo en un periodo de tiempo bastante corto, en términos de evolución”. Esto puede indicar que este elemento de la evolución humana es un cambio acelerado en la anatomía general.
La Dra. Lucas elabora: “Este aumento podría haber resultado de mutaciones de genes involucrados en el desarrollo de la arteria mediana o problemas de salud en las madres durante el embarazo, o ambos en realidad. Si esta tendencia continúa, la mayoría de las personas tendrán la arteria mediana del antebrazo para el 2100”. Si bien el propósito evolutivo y la causa del aumento de la retención de una arteria mediana aún pueden requerir cierta investigación, esta parte del cuerpo no es la única que cambia con el tiempo. Por ejemplo, los seres humanos han vuelto a desarrollar recientemente un hueso de la rodilla conocido como fabella, cuya incidencia disminuyó y luego se recuperó en el siglo actual. Lo que sí está claro es que los humanos estamos en constante evolución.
Investigadores han descubierto que cada vez más personas tienen una tercera arteria mediana en el antebrazo. Aunque no lo creas, los humanos todavía están evolucionando.
h/t: [Science Alert]
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