El fotógrafo Tony Austin ha estado sumergido en el mundo de la fotografía desde que recibió una Instamatic 126 en 1963. Sin embargo, nunca imaginó lo que se encontraría al final de una caminata por la naturaleza. Mientras Austin guardaba sus cosas, después no haber visto nada que valiera la pena fotografiar, una bandada de cuervos aterrizó en su camino. Su decisión de tumbarse y fotografiarlos tuvo una gran recompensa, ya que pudo documentar algo inusual: un cuervo tomando un baño de hormigas.
El cuervo se posó sobre un hormiguero y dejó que los insectos invadieran sus plumas, un acto también conocido como anting u hormigueo. Muchas especies de aves practican el baño de hormigas, que consiste en que un pájaro se pare en una rama y extienda un ala para que las hormigas trepen por su cuerpo. Esto es considerado un baño de hormigas activo, y lo que Austin capturó es aún más raro. En este caso, el cuervo se colocó encima de un hormiguero para que muchas hormigas treparan por su cuerpo. Cada cierto tiempo, el cuervo se sacudía para asegurarse de que las hormigas se mantuvieran alejadas del pico y la cabeza. Esto es considerado un baño de hormigas pasivo y es un un comportamiento más común en petirrojos y cuervos. Desafortunadamente, los científicos aún no entienden por qué las aves toman baños de hormigas.
Este comportamiento es tan inusual que Austin no supo qué era lo que había visto hasta que llegó a casa. “Un pájaro del grupo parecía estar tomando un baño de polvo, pero parecía un poco más frenético de lo normal, con las alas extendidas sobre la grava”, Austin le dice a My Modern Met. “El cuervo saltaba en el aire, aterrizaba en la maleza junto al camino y luego saltaba de regreso al camino de tierra. Su comportamiento me pareció un poco extraño, y pensé que tal vez tenía algún tipo de molestia; sin embargo, ninguno de los otros cuervos parecía preocupado y, después de un minuto o dos, todos tomaron vuelo y aterrizaron en unos árboles. Debido a que era un día un poco gris y este era un pájaro negro sobre un fondo blanco (el camino) no pude ver las hormigas en el pájaro y no fue hasta que llegué a casa y comencé a editar las fotos que vi las hormigas. Al ver el cuervo cubierto de hormigas, ¡me quedé atónito y pensé que el cuervo acababa de tomar una mala decisión al aterrizar en un hormiguero!”.
Fue hasta que subió las fotos a Facebook que entendió la magnitud de lo que había fotografiado. Una reportera, Cathy Kearney de CBC Vancouver, se puso en contacto con él y escribió un artículo sobre los baños de hormigas. Así, Austin supo lo que tenía en sus manos, y sus imágenes le dieron la vuelta al mundo.
Para Austin, el éxito de las fotos ha sido una grata sorpresa. “He pasado toda la vida tomando fotos y siempre ha sido mi pasión”, comparte Austin. “Y, como fotógrafo, siempre esperas que tus fotos sean vistas y disfrutadas por otros. Ese es, para mí, el objetivo de la fotografía: ser visto. Por eso es inmensamente gratificante poder compartir esta toma de un comportamiento rara vez visto y menos entendido con tantos otros. También siento una gran deuda de gratitud con ese cuervo y sus hormigas compañeras por darme un momento que recordaré por mucho tiempo”.
El fotógrafo Tony Austin daba un un paseo por la naturaleza cuando vio un cuervo rodeado de hormigas.
Resulta que había fotografiado un fenómeno rara vez visto conocido como baño de hormigas.
Tony Austin: Sitio web | Facebook | Instagram
My Modern Met obtuvo permiso de Tony Austin para reproducir estas imágenes.
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