En pocas palabras, los cometas son basura espacial congelada que quedó de la formación de los planetas de nuestro sistema solar. Si bien suelen ser grandes, la circunferencia de su núcleo –es decir, la bola de hielo y tierra en su centro– es muy variable. El telescopio Hubble de la NASA documentó recientemente el cometa más grande que los astrónomos hayan visto en la historia.
El cometa, conocido como cometa Bernardinelli-Bernstein en honor a quienes o descubrieron o cometa C/2014 UN271, fue visto por primera vez en 2010. Sin embargo, los astrónomos apenas pudieron medirlo recientemente gracias a imágenes capturadas por el Hubble. Su núcleo tiene 135 kilómetros de ancho y el núcleo pesa 5,511 billones de toneladas. Esto lo hace 50 veces más grande que los cometas normales, por lo que estableció un nuevo récord. Este enorme cuerpo celestial se precipita hacia la Tierra a una velocidad de 35,000 kilómetros por hora.
Afortunadamente para la vida en nuestro planeta, el cometa se encuentra en una órbita elíptica de 3 millones de años. Nunca estará a menos de 1,500 millones de kilómetros del Sol cuando alcance su punto más cercano en 2031. “Los cometas expulsados [de la formación de nuestro sistema planetario] se instalaron en la Nube de Oort, una vasta reserva de cometas lejanos que rodean el sistema solar”, dice la NASA. Este gigante espacial marca un nuevo y emocionante punto en el estudio de los confines más remotos de nuestro universo.
El telescopio Hubble de la NASA ha capturado imágenes de un cometa de 130 kilómetros de ancho que se precipita hacia la Tierra.
El cometa tiene un núcleo 50 veces más grande que el promedio y se acerca a la Tierra a 35,000 kilómetros por hora.
También se conoce como el cometa Bernardinelli-Bernstein.
h/t: [BBC, Peta Pixel]
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