Ubicado a 4,498,252,900 kilómetros del Sol, está claro Neptuno es un planeta muy frío. No obstante, un nuevo estudio muestra que las temperaturas en el octavo planeta de nuestro sistema solar podrían ser aún más bajas y más variables de lo que los científicos pensaban originalmente. Gracias a las nuevas tecnologías concebida en los últimos 20 años, los investigadores han obtenido información más precisa sobre este planeta gaseoso y sus temperaturas.
Un grupo de investigadores internacionales descubrió que entre 2003 y 2018, el planeta se enfrió 8 ºC. Después, se sorprendieron aún más al ver que entre 2018 y 2020, las temperaturas del polo sur de Neptuno subieron drásticamente; 11 ºC para ser exactos.
Para comprender qué hace que estos descubrimientos sean tan interesantes, necesitamos saber un poco más sobre Neptuno. Es uno de los planetas más fríos del sistema solar: la temperatura promedio de Neptuno es de -207 °C. Y aunque, como la Tierra, tiene estaciones distintas, estas tardan mucho más en cambiar. Mientras que en la Tierra recorremos nuestras estaciones en 365 días, Neptuno tarda unos 165 años en completar una órbita alrededor del Sol. Esto significa que una sola estación puede durar 40 años.
Desde 2005, ha sido verano en el hemisferio sur del planeta y fueron estas temperaturas las que los investigadores estaban interesados en registrar. Para aprender más sobre sus temperaturas de verano, los investigadores estudiaron minuciosamente 17 años de datos tomados de telescopios de todo el mundo. Al observar imágenes térmicas, pudieron determinar estos cambios drásticos en las temperaturas.
“Este cambio fue inesperado”, dice Michael Roman, investigador asociado postdoctoral en la Universidad de Leicester, Reino Unido, y autor principal del estudio publicado en The Planetary Science Journal. “Dado que hemos estado observando a Neptuno durante el comienzo del verano austral, esperábamos que las temperaturas subieran, no bajaran”.
En cuanto al rápido calentamiento del polo sur, aunque los investigadores eran conscientes de un vórtice polar cálido, no se había observado previamente un aumento tan repentino de las temperaturas. “Nuestros datos cubren menos de la mitad de una estación de Neptuno, por lo que nadie esperaba ver cambios grandes y rápidos”, dice el coautor Glenn Orton, científico investigador principal del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de CalTech en Estados Unidos.
Debido a su ubicación distante, Neptuno sigue siendo un gran misterio; pero gracias a los avances tecnológicos, los investigadores han empezado a descifrar las temperaturas del planeta. “Este tipo de estudio solo es posible con imágenes infrarrojas sensibles de grandes telescopios como el VLT que pueden observar a Neptuno con claridad, y estas solo han estado disponibles en los últimos 20 años”, dice la coautora Leigh Fletcher, profesora de la Universidad de Leicester.
La mayoría de las imágenes del estudio provienen del Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral, ubicado en el desierto de Atacama en Chile. El increíble tamaño y la altitud del espejo del telescopio le permiten tomar imágenes de alta resolución de Neptuno. Y los investigadores tienen la esperanza de que otros instrumentos de vanguardia, como el Telescopio James Webb, les permitan obtener aún más información sobre el planeta distante para que puedan comprender mejor sus cambios de temperatura.
h/t: [Phys.org]
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