7 Cosas fascinantes que no sabías sobre Alexander Calder

 

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En los años 30, el artista estadounidense Alexander Calder ideó un nuevo tipo de escultura cinética. Conocidas como móviles, estas piezas exploran las capacidades del arte escultórico al incorporar movimiento libre—un elemento presente tanto en sus objetos móviles de suelo como en sus móviles suspendidos.

Aunque el nombre de Calder es ahora sinónimo de este tipo de arte, su obra se compone de distintos proyectos creativos, desde una serie de esculturas inspiradas en el circo hasta una aeronave que embelleció en los años 70. En esta lista de siete datos curiosos, exploramos estas piezas—y mucho más—para comprender el impacto de la vida y la práctica artística de Calder.

Aquí tienes 7 cosas que no sabías sobre el artista moderno Alexander Calder.

 

Sus padres no querían que se dedicara al arte.

 

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Como una de las figuras más influyentes del arte moderno, uno podría pensar que la creatividad de Calder fue impulsada incondicionalmente por sus padres, especialmente porque nació en una familia de artistas. Sin embargo, sus padres –una retratista y un artista de instalaciones– no querían que su hijo siguiera sus pasos. En cambio, lo instaron a que fuera a la universidad y, en 1921, Calder se graduó con un título en ingeniería mecánica del Stevens Institute of Technology de Nueva Jersey.

No obstante, mientras se encontraba trabajando como mecánico en un barco un año después, una escena pictórica inspiró a Calder a reconectarse con sus raíces artísticas. “Era temprano una mañana en un mar tranquilo, frente a Guatemala, cuando sobre mi sofá—una bobina de cuerda—vi el comienzo de un fulgurante amanecer rojo de un lado y la Luna, como una moneda de plata, del otro”, escribió en 1966. Cuando el barco atracó, adquirió algunas pinturas y pinceles y se mudó a Nueva York para iniciar su carrera como artista.

 

Una de sus piezas clave se inspiró en el circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey.

Durante su estancia en Nueva York, estudió en la Art Students League y trabajó como ilustrador para la revista National Police Gazette. Como parte de sus tareas de trabajo tuvo que asistir al circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey. Ver y bosquejar este espectáculo tuvo un profundo impacto en Calder, lo que lo llevó a hacer una serie inspirada en el circo que cambiaría su carrera.

Cirque Calder, un curioso modelo de un circo que incluye animales, payasos y acróbatas hechos de alambre, madera, hilo, corcho y tela, fue la primera de estas piezas. Actuando como un marionetista, Calder coreografiaba e interpretaba la actuación del circo, acompañado de música fantasiosa e iluminación teatral.

 

El título de su obra más famosa es un juego de palabras en francés

 

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Tras el éxito de Cirque Calder, el artista comenzó a producir otras piezas fundamentadas en la mecánica. En 1931, empezó a crear una colección de esculturas cinéticas con distintas partes móviles. Estas creaciones únicas fueron llamadas “móviles” por el maestro dadaísta Marcel Duchamp, quien apreció el hecho de que, en francés, mobile significa tanto “movimiento” como “motivo”.

En sus primeras versiones, los móviles de Calder estaban controlados por motores. Sin embargo, eventualmente decidió poner de lado esta idea y creó esculturas que dependían de medios orgánicos—como el aire o el tacto—para moverse.

 

Sus esculturas abstractas están inspiradas en formas y fenómenos naturales.

 

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Calder combinó este nuevo interés por los movimientos naturales con una fascinación por las formas naturales. Según la National Gallery of Art, “por lo general cortaba formas naturales que parecían hojas y pétalos en lugar de formas geométricas de bordes duros”, dando lugar a obras que recordaban estéticamente a ramas y flores.

Además, estas obras a menudo acentuaban la presencia del viento. “Cuando los móviles de Calder se mueven con la brisa, cambian de forma y proyectan sombras interesantes”, explica el museo. “Algunos incluso ‘cantan' mientras sus partes móviles se rozan entre sí”. Juntos, estos elementos ilustran el interés de Calder por imitar la naturaleza con sus móviles.

 

También se interesó por la pintura, el grabado, la artesanía de joyería y la escenografía. 

 

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Aunque es conocido por sus esculturas, Calder trabajó en una gran variedad de medios. En 1906, ya se dedicaba a la fabricación de joyería—con el tiempo, la cantidad de piezas que creó llegaría a más de 2,000. En los años 20 también comenzó a producir pinturas y grabados. Al igual que sus esculturas, estas obras sobre papel a menudo tenían un estilo abstracto y geométrico. Además, a lo largo de su carrera, Calder diseñó unos cuantos escenarios para espectáculos teatrales, incluyendo ballets de vanguardia y dramas modernistas entre las décadas de 1930 y 1960.

 

Fue comisionado por una aerolínea para decorar un jet. 

 

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El proyecto más grande de Calder llegaría más tarde en su carrera. En 1973, Braniff International Airways le pidió al artista que decorara un avión de pasajeros Douglas DC-8 en su estilo distintivo. Dada su experiencia como ingeniero y su interés en el movimiento, Calder aceptó la oferta.

Como preparación para este gran reto, “Calder creó numerosos modelos de fibra de vidrio, cada uno pintado con colores y diseños diferentes”, explica el Guggenheim. “Se incorporaron aspectos de cada modelo a la pintura final del avión, que llevaba la firma de Calder en lugar del logo de Braniff.” Conocido como Flying Colors, este avión despegó por primera vez en 1973 y dio servicio principalmente a Sudamérica. Dos años después, diseñó otro avión para la aerolínea: Flying Colors of the United States.

La compañía quebró en 1982. El primer avión fue vendido a una empresa de arrendamiento, mientras que el segundo fue destruido accidentalmente durante el rodaje de una película.

 

En 1977, recibió póstumamente la Medalla Presidencial de la Libertad.

 

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En 1976, el presidente Gerald Ford tenía la intención de otorgar a Calder la Medalla Presidencial de la Libertad, considerada la condecoración civil más alta en los Estados Unidos. El artista decidió rechazar este honor para protestar contra la guerra de Vietnam—una causa que también apoyó a través de carteles y grabados con mensaje político.

Sin embargo, tras su repentina muerte ese mismo año, Calder fue condecorado póstumamente. Hoy en día, es uno de los nueve artistas que han recibido este honor, incluyendo a Georgia O'Keeffe y Norman Rockwell.

 

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Sofía Vargas

Sofía Vargas es redactora en español para My Modern Met. Originaria de la Ciudad de México, es licenciada en Lenguas Modernas y tiene un Máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid. A lo largo de su carrera ha trabajado para varias instituciones culturales y ferias de arte en México. Además de escribir, Sofía dedica su tiempo a explorar otras prácticas artísticas, como la cerámica y la ilustración.
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