Pocas palabras son tan aterradoras como el cáncer. Desde hace décadas, miles de médicos y científicos han buscado una cura para esta terrible enfermedad. La gente común también ha unido fuerzas para recaudar fondos y facilitar estas investigaciones. Con tanto esfuerzo y tantas vidas destruidas por el cáncer, cualquier avance es digno de celebración. Un nuevo estudio en el The New England Journal of Medicine anunció un éxito sorprendente que sin duda hay que celebrar: en un ensayo clínico de 18 pacientes con cáncer rectal, todas las personas participantes entraron en remisión.
Dos médicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center se plantearon una pregunta: ¿qué efecto tendría utilizar la inmunoterapia con un inhibidor de puntos de control en las primeras fases del cáncer? ¿Sería más eficaz que el uso de este tratamiento farmacológico en fases posteriores? La Dra. Andrea Cercek y el Dr. Luis A. Díaz Jr. querían averiguarlo. Empezaron a dirigirse a las empresas farmacéuticas para pedirles que financiaran un ensayo clínico con inhibidores de puntos de control inmunitario para tratar a pacientes con cáncer rectal localmente avanzado. Esto significa que los tumores se habían extendido por el recto, pero no se habían trasladado a otros órganos. Finalmente, encontraron una empresa dispuesta a asumir el riesgo. Tesaro, que posteriormente fue comprada por GlaxoSmithKline, aceptó financiar el pequeño estudio.
Con el financiamiento listo, los médicos se dieron a la tarea de reclutar pacientes con cáncer para que se unieran al estudio. Primero encontraron a Sascha Roth, una mujer de 38 años a la que se le había diagnosticado recientemente un cáncer de recto. Su mutación particular hacía que la quimioterapia fuera un tratamiento menos prometedor, por lo que entró en el ensayo farmacológico. Pronto se unieron otros, hasta un total de 18 personas. Cada uno de ellos tomó dostarlimab, un inhibidor del punto de control que ayuda al sistema inmunitario a identificar y destruir las células cancerosas. Tomaron el fármaco (que cuesta unos 11,000 dólares por dosis) cada tres semanas durante seis meses.
Los resultados fueron impactantes (y hasta históricos). El cáncer desapareció en todos los pacientes, llegando a ser indetectable en exámenes físicos, endoscopias, escaneos PET y resonancias magnéticas. “Creo que es la primera vez que ocurre esto en la historia del cáncer”, dijo el Dr. Díaz, refiriéndose a que cada sujeto del estudio entró en remisión completa. Aunque se trata de una noticia asombrosa, los resultados del estudio deben reproducirse antes de que pueda comprenderse plenamente la eficacia del fármaco en determinados pacientes. “Se sabe muy poco sobre la duración necesaria para averiguar si una respuesta clínica completa al dostarlimab equivale a una cura”, dijo la Dra. Hanna K. Sanoff, del Centro Oncológico Integral Lineberger de la Universidad de Carolina del Norte, que no participó en el estudio. Aunque este estudio no representa aún una cura, es un paso emocionante para los tratamientos futuros.
Dieciocho pacientes con cáncer rectal participaron en un ensayo clínico; sorprendentemente, todos entraron en remisión.
h/t: [IFL Science, Science Alert, The New York Times]
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