¿Alguna vez has estado en un estado meditativo, escuchando los sonidos de la naturaleza, hasta que de pronto un avión pasa encima e interrumpe todo? Eso puede descontrolarte de inmediato. Los ruidos provocados por el hombre pueden interferir con tu experiencia general en la naturaleza y causar una respuesta de estrés agudo, afectando tu comportamiento, fisiología y estado físico. Además, los ruidos discordantes pueden provocar presión arterial alta y otros problemas de salud. Estos efectos negativos también ocurren en los animales: su capacidad para comunicarse, inspeccionar su entorno y encontrar comida y parejas se ve afectada. Un número creciente de estudios explora los efectos negativos del ruido en animales y humanos por igual, pero ¿podría ocurrir al revés? ¿Podrían los sonidos naturales tener un impacto positivo?
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, la Universidad Carleton y la Universidad Estatal de Colorado se asoció con el Servicio de Parques Nacionales para realizar 18 estudios sobre cómo los sonidos naturales pueden afectar la salud humana. Sus resultados, publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences, muestran que escuchar los ruidos existentes en la naturaleza tiene efectos increíblemente positivos, que incluyen una disminución del estrés y el dolor, una mejora en el rendimiento cognitivo, una mejora en el estado de ánimo y mucho más. La investigación incluso entra en más detalles y describe qué sonidos particulares podrían generar beneficios específicos.
No está del todo claro por qué tenemos una respuesta tan positiva a ciertos sonidos naturales, pero los investigadores tienen algunas teorías. Para explorar los posibles beneficios para la salud de los sonidos naturales, el equipo revisó más de 10 años de estudios realizados en todo el mundo. Los investigadores encontraron que la actividad en la red del modo predeterminado del cerebro difería al escuchar sonidos naturales en comparación con sonidos artificiales. Los sonidos naturales dieron como resultado un foco de atención hacia el exterior, mientras que los sonidos artificiales evocaban un foco de atención hacia el interior, un patrón vinculado al estrés.
Buxton, profesora de la Universidad de Carleton en Ottawa, Canadá, realizó un análisis estadístico con su equipo que sintetizó los resultados y descubrió que los sonidos de los pájaros ayudaron a aliviar el estrés y la molestia. Y los sonidos del agua potenciaron las emociones positivas como la tranquilidad, la conciencia y la relajación. El equipo de Buxton anima a las personas a encontrar inspiración en la práctica japonesa de “darse un baño de bosque” visitando un parque nacional o participando en programas innovadores, como caminatas sonoras, diseñadas para aumentar nuestra apreciación de los sonidos naturales que ya existen. Cathedral Grove en Muir Woods, California, está diseñado como un lugar sereno donde los visitantes pueden apreciar la naturaleza en silencio. Así que deja tu bocina Bluetooth en casa y prepárate para que la naturaleza elija la playlist.
Pero, ¿qué pasa si no hay escape de ruidos no deseados, como el tráfico? Hay buenas noticias, ya que las investigaciones sugieren que las personas aún pueden beneficiarse de los sonidos naturales mezclados con ruidos artificiales. Existe evidencia de que los sonidos naturales ayudan a enmascarar los impactos negativos del ruido no deseado, como automóviles, trenes y aviones. Escuchar sonidos naturales junto con ruidos artificiales tiene mejores resultados para su bienestar que escuchar los ruidos no naturales por sí mismos. Esa playlist de sonidos del océano que escuchas todas las noches para ahogar el ruido de la calle podría estar haciendo maravillas en tu salud en general, ¡e incluso más de lo que te imaginas!
Los beneficios de los sonidos de la naturaleza para la salud física y mental han sido revisados a profundidad. Los estudios han vinculado las experiencias en la naturaleza para tener un impacto positivo en el bienestar con una disminución medible del estrés mental, una mejora en el rendimiento cognitivo y altos niveles de creatividad, así como una mejora del sueño.
Escuchar sonidos de la naturaleza puede disminuir el estrés y el dolor, subir el rendimiento cognitivo, mejorar el estado de ánimo y mucho más.
h/t: [Smithsonian Magazine]
Artículos relacionados:
Estudio de Princeton halla que cuidar de un jardín en casa te hace más feliz
Estudio revela que pasar dos horas a la semana en la naturaleza puede mejorar la salud
Barco histórico reclamado por la naturaleza tiene una segunda vida como rompeolas