En un increíble esfuerzo en equipo, varias organizaciones colaboraron para crear una imagen de Júpiter como ninguna otra. Al reunir información de la sonda Juno de la NASA, el Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio Gemini, los investigadores fueron capaces de armar una foto que nos ofrece una nueva mirada a los sistemas de tormentas del planeta. En esta impactante fotografía infrarroja, el planeta gaseoso casi parece estar en llamas.
Durante los últimos tres años, el NOIRLab de la Fundación Nacional de Ciencia ha estado tomando imágenes infrarrojas que exploran las profundidades de las nubes de Júpiter. Este trabajo se combinó con observaciones ópticas y ultravioletas del Hubble y observaciones de radio de Juno para sacar a la luz una nueva vista de Júpiter. Las observaciones de radio de Juno ayudaron a los investigadores a mapear los poderosos relámpagos del planeta. Estos mapas se combinaron con las imágenes de luz visible del Hubble y las imágenes infrarrojas tomadas por Gemini para dar origen a esta increíble fotografía.
La labor realizada en el Observatorio Gemini de Hawái fue fundamental para el éxito del proyecto. Como el más grande y avanzado telescopio disponible para los astrónomos, es capaz de hacer observaciones en una resolución extremadamente alta. Para armar esta foto de Júpiter en particular, los investigadores usaron un método llamado lucky imaging (o “imagen afortunada”). Esto consiste en tomar varias imágenes de corta exposición y luego usar sólo las más nítidas, que fueron tomadas cuando la atmósfera de la Tierra estaba estable. El resultado es una foto de gran nitidez que podría compararse con las que se toman desde el espacio.
Increíblemente, los científicos descubrieron que las manchas oscuras en Júpiter que se pensaba que eran variaciones de color en realidad son huecos en la cubierta de nubes. “Es como una especie de linterna,” dice Michael Wong, investigador principal de la Universidad de California, Berkeley. “Ves luz infrarroja brillante que viene de las áreas sin nubes, pero donde hay nubes, aparece realmente oscuro en el infrarrojo”.
De hecho, la foto incluso ha revelado un misterio sobre la famosa Gran Mancha Roja de Júpiter. Las observaciones con luz visible no podían distinguir entre el material de las nubes más oscuras y la capa delgada de nubes, por lo que su composición era un misterio. Ahora, gracias a estos esfuerzos combinados, por fin sabemos su secreto.
Las imágenes infrarrojas revelan un arco brillante que ilumina el área. Este resplandor infrarrojo proviene del calor interno de Júpiter y normalmente sería bloqueado por gruesas nubes. Eso significa que la Gran Mancha Roja es simplemente un área donde hay huecos en las nubes, lo que permite que el resplandor pase a través de la nebulosa atmósfera de Júpiter.
Es un momento emocionante para estos investigadores, que están viendo cómo los años de duro trabajo y colaboración por fin están dando frutos. “Estas observaciones coordinadas prueban una vez más que la astronomía innovadora es posible al combinar las capacidades de los telescopios de Gemini con instalaciones complementarias en la tierra y en el espacio”, dice Martin Still, director del programa de astronomía de la Fundación Nacional de Ciencias, que es la agencia que financia al Observatorio Gemini en los Estados Unidos.