Al principio, Little Barbershop of Horrors (o “la barbería de los horrores”) puede sonar como un lugar cuestionable para cortarse el cabello. Resulta que cuando Daryl Bidner pensó en el nombre de su nuevo negocio, decidió nombrar el lugar en honor a su película favorita de la infancia. “Tienes Bob's Barbershop, Joe's Barbershop… Quería que [mi barbería] fuera diferente”, dice Bidner. Si bien La tiendita de los horrores, una película clásica de 1968, trata sobre un joven que se enfrenta a una planta maníaca que devora humanos, Bidner también tuvo que enfrentarse a sus propios demonios personales para llegar a donde está hoy.
Cuando era adolescente, Bidner dejó la escuela y luchó contra la adicción, lo que eventualmente lo llevó a vivir en las calles. Durante años trató de dejarlo, pero nada parecía funcionar. Todo cambió una noche, cuando decidió hacerse un tatuaje. Su decisión fue impulsiva y espontánea, pero dio un giro de 180º a su vida.
“Llegué a casa y no consumí esa noche”, Bidner recuerda. “Me sentí genial. Estaba emocionado de mirarme en el espejo y ver mi nuevo tatuaje”.
A partir de entonces, comenzó a hacerse un nuevo tatuaje cada pocos días. Cuando llegó al tatuaje #40, había dejado de consumir por completo. “Algunas personas necesitan [Narcóticos Anónimos], algunas personas necesitan [Alcohólicos Anónimos]”, Bidner reflexiona. “Los tatuajes parecían funcionar para mí”. Su experiencia incluso lo hizo considerar convertirse él mismo en un artista del tatuaje. Pero al final, el joven recién recuperado terminó reencontrándose con un pasatiempo creativo de su juventud: cortar cabello.
“Solía ser capaz de cortar el pelo de mis amigos. Hacía mohawks, afeitaba cabezas”, Bidner relata, recordando una época en la que él mismo lucía un mohawk naranja brillante que parecía desafiar las leyes de la física. Aunque ya tiene otro peinado, pensó que su antiguo pasatiempo podría ser una buena salida para él. Entonces, decidió estudiar para convertirse en peluquero. Inscribirse en la escuela de barbería fue intimidante al principio, especialmente después de no haber terminado la preparatoria algunos años antes. “Nunca recibí mucha educación”, Darryl explica. “Sabía que si no me esforzaba, no estaría en el lugar donde quiero estar. Estoy tratando de seguir creciendo. Tratando de ser la mejor persona que puedo ser”.
Ahora que ha pasado más de cinco años sin consumir drogas, Bidner está a la altura de esa aspiración. El emprendedor ahora es dueño de su propia barbería. Aunque hay una sola silla, el negocio se ha fortalecido en los últimos tres años desde que abrió. Además, Bidner se asegura de dedicar tiempo para retribuir a su comunidad: apoya a las bandas locales tocando sus álbumes en su tienda y también ofrece cortes de cabello gratuitos todos los meses a quienes viven en un refugio para personas sin hogar cercano.
“Los hace sentir mejor”, dice Daryl, desde un lugar de empatía genuina después de haber experimentado la vida en las calles. “Ojalá les dé un poco de inspiración… Convertirme en barbero cambió mi vida por completo. Es lo mejor que he hecho”.
Este hombre sin hogar y adicto se hizo un tatuaje y cambió su vida. Ahora es dueño de su propia barbería y ofrece cortes de cabello gratis a las personas necesitadas.
The Little Barbershop of Horrors: Sitio web | Instagram
h/t: [CTV News]
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