Todos los veranos, las personas en el hemisferio norte pueden presenciar un hermoso espectáculo celestial gracias a las perseidas. Durante esta lluvia de meteoritos—también conocida como “lágrimas de san Lorenzo” en algunos países—que ocurre entre mediados de julio y finales de agosto, hasta 60 estelas de luz cruzan el cielo nocturno cada hora. Los amantes de la astronomía esperan con ansias esta época del año y alzan la mirada al cielo en espera de los meteoritos. Si este año no pudiste presenciar este espectáculo, el astrónomo y fotógrafo Matt Dieterich tiene una impresionante imagen que te hará querer acampar la próxima vez que haya una lluvia de perseidas.
Dieterich, quien tiene una maestría en geología y ciencias planetarias, adora el Parque Nacional del Monte Rainier. No sólo trabajó allí como guardabosques especializado en astronomía, sino que una de sus fotografías tomadas en el parque fue seleccionada por el Servicio Postal de los Estados Unidos para convertirse en una estampilla permanente en 2016. Por lo tanto, tiene mucho sentido que el monte Rainier sea su lugar favorito para retratar la lluvia de perseidas.
Después de investigar cuándo sería el punto de máxima visibilidad de los meteoritos, seleccionó cuidadosamente un lugar dentro del parque para su sesión de fotos. “Quería encontrar una escena interesante para crear una composición”, dice a My Modern Met. “Como la Vía Láctea era visible, encontré un sitio donde la Vía Láctea parece hacer erupción desde la cima del monte Rainier”.
Después de horas en el parque registrando un video de cámara rápida del cielo nocturno, Dieterich estima que vio más de 200 meteoritos en un periodo de tres horas. Como es difícil capturarlos a todos con la cámara, Dieterich creó su imagen final superponiendo todos los fotogramas donde son visibles las brillantes perseidas. La gran cantidad de meteoros, junto con la majestuosidad de la Vía Láctea y el icónico monte Rainier, hacen que la foto sea inolvidable.
Dieterich espera que su foto inspire a más gente a explorar el mundo natural, a contemplar las estrellas por sí mismos y a disfrutar del poder de la naturaleza. “Mi parte favorita de la astrofotografía es ser capaz de sentirme parte de algo más grande que yo cuando estoy al exterior en la naturaleza de noche”, dice. “Estar afuera bajo las estrellas realmente se siente como si estuviera dando un paso atrás en la historia y experimentando algo especial que los humanos han apreciado durante miles de años”.