Pensando en el futuro, ¿qué te gustaría hacer cuando te retires? Tom Brown, un ingeniero que creció en una zona rural de Carolina del Norte, encontró su proyecto de jubilación en 1998 en un mercado de agricultores. Brown conoció varias manzanas tradicionales, es decir, variedades de esta fruta que se estandarizaron en los siglos XVIII y XIX. Deseoso de saber más, Brown aprendió cómo cortar, cultivar e injertar manzanos con ayuda de otros horticultores experimentados. Durante los últimos 20 años, ha dedicado su tiempo y esfuerzo a buscar variedades de manzanas raras y perdidas en la costa este. Hasta la fecha, ha redescubierto más de 1,200 variedades de manzanas históricas.
La región de los montes Apalaches tiene una larga historia de huertos de manzanas. El clima es ideal para una gran variedad de cultivos. Las manzanas se comen, cocinan, fríen y fermentan. El número de tipos de manzana en esta región probablemente superaba los 14,000 en los Estados Unidos en 1905. En ese momento, la producción y el consumo de alimentos estaba enfocado en las opciones locales, a diferencia del mercado internacional de productos actual. Algunas de las variedades más ricas en manzanas se encuentran a lo largo de la costa este, particularmente en las áreas rurales del sur. Muchas fincas pequeñas contaban con manzanos y los huertos locales ofrecían una gran variedad.
Los cambios tecnológicos y de consumo del siglo XX redujeron la oferta de manzanas estadounidenses. De acuerdo con Atlas Obscura, a finales del siglo XX, solo se cultivaban comercialmente 100 tipos de manzanas. Los huertos fueron abandonados, destruidos, descuidados o perdidos ante la invasión del bosque. Como resultado, miles de variedades aparentemente desaparecieron del paladar de la nación. Brown se refiere a estas variedades como “manzanas tradicionales perdidas”, manzanas que no se han documentado ni de las que se sabe mucho desde aproximadamente 1930. Estas variedades están a punto de perderse en la memoria colectiva.
Brown creó su sitio web, Apple Search, en su búsqueda de estos eslabones perdidos de historia culinaria. El hombre pasa gran parte de su tiempo conduciendo por los Apalaches, literalmente tocando puertas y hablando de manzanas. A veces, Brown sale en busca de un viejo huerto mencionado en los registros históricos. Otras veces, sigue el boca a boca cuando la gente recuerda los manzanos que conocieron en su juventud. Muchas de las personas que le proporcionan la ubicación de los árboles existentes tienen entre 80 y 90 años.
Cuando encuentra un árbol, ya sea en el patio trasero de alguien o en lo profundo de un huerto cubierto de maleza, Brown toma esquejes para estudiarlos. Compara las características de las hojas y los árboles con notas en registros de huertos antiguos, relatos de testigos y botánicos. Vuelve a visitar los árboles cuando dan fruto, comparando las manzanas con sus notas. En ocasiones, incluso envía muestras a los lugareños que recuerdan haber probado la variedad patrimonial en cuestión para conocer su opinión. Brown describe su trabajo como el de un detective.
Una victoria particular de Brown fue el redescubrimiento de una manzana Junaluska. Brown había oído hablar durante mucho tiempo de esta variedad que recibió su nombre de un jefe cherokee nacido a finales del siglo XVIII que amaba la manzana. Tras una búsqueda épica detallada por Brown en su sitio web, finalmente descubrió y confirmó la existencia de un árbol en el patio trasero de una anciana llamada Kate Mincey. Desde el descubrimiento, Brown ha donado árboles a la Western Band of Cherokee y al monumento y tumba de Junaluska, en honor a este difunto líder.
Cuando Brown encuentra una variedad de manzana, a menudo toma esquejes para donarlos a los huertos de manzanas tradicionales. También tiene su propia colección de árboles y vende plantas cada año. Su misión de salvar las variedades que alguna vez fueron tan importantes para las comunidades locales ha emocionado a los historiadores de la comida, los chefs locales y productores de sidra. Si bien puede parecer una tarea interminable rastrear estos árboles, Brown tiene otra idea: “Es emocionante para mí poder buscar variedades raras de manzanas sabiendo que estoy ayudando a restaurar la herencia agrícola de nuestro país. Si no encuentro una manzana que me interese, no concluyo que no esté ahí, sino que simplemente no estoy buscando de la manera más completa y diligente posible”, le dice el hombre a My Modern Met.
La devoción de Brown a Apple Search salvará estas frutas únicas para las generaciones venideras. Visita su sitio web para conocer más sobre cómo puedes ayudar con la búsqueda.
Tom Brown, un ingeniero jubilado, ha dedicado 20 años a buscar variedades de manzanas perdidas en la región de los Montes Apalaches.
Brown usa registros históricos y el boca a boca para encontrar árboles perdidos hace mucho tiempo.
Hasta la fecha, ha redescubierto 1,200 variedades de manzana.
El sitio web de Brown, Apple Search tiene recursos para aprender sobre estas manzanas patrimoniales y ayudar en la búsqueda de las miles más que siguen perdidas.
Apple Search: Sitio web
My Modern Met obtuvo permiso de Tom Brown para reproducir estas imágenes.
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