Los antiguos egipcios son conocidos por sus rituales funerarios. Ya fuese un faraón en el Valle de los Reyes o un burócrata en una modesta tumba de roca, los objetos que acompañan cada entierro tenían la misión de facilitar la transición a la otra vida. Entre estos artículos se encontraban las sandalias, necesarias tanto para los vivos como para los muertos. Estas sandalias funerarias podían ser similares a las que se usaban en vida; por lo general estaban hechas de cuero o incluso de papiro. No obstante, las sandalias más especiales, hechas para los difuntos de la realeza, a menudo estaban hechas de oro.
Estas sandalias doradas hoy pueden verse en los museos del mundo. Algunos de los pares más famosos provienen de las tumbas de las reinas de Tutmosis III. Este gobernante de la dinastía XVIII enterró a sus esposas con sandalias de chapa de oro con grabados para que imitaran el diseño de piezas de cuero de lujo. El oro es un metal blando y no es adecuado para su uso como calzado diario. Sin embargo, estas preocupaciones mundanas desaparecen cuando uno entra en la otra vida.
Entre los entierros reales, estas sandalias solían estar acompañadas de pequeños “protectores” dorados para los dedos de los pies. Estas piezas, conocidas como “punteras”, salvaguardaban las extremidades de la momia durante el entierro. Según las creencias de los antiguos egipcios, los muertos debían ser sepultados como cuerpos completos, a veces con prótesis adicionales. Las momias no reales también eran enterradas con protectores de metales más comunes e incluso arcilla. Hoy en día, la mayoría de este tipo de protectores de dedos datan de la XVIII dinastía del Imperio Nuevo. Este periodo, que abarca desde aproximadamente 1550 hasta 1290 a. C., incluye al famoso rey Tutankamón.
Si la gente promedio usaba protectores promedio para los dedos de las manos y los pies, ¿con qué tipo de sandalias eran enterrados? El papiro trenzado y el cuero eran los materiales más comunes. Una suela resistente estaba unida al pie con correas al igual que las sandalias modernas. Los fabricantes de sandalias se especializaban en la elaboración de estos artículos tanto para los vivos como para los muertos. Entre las muchas pinturas de la vida cotidiana que decoran las paredes de las tumbas, podemos ver a estos antiguos zapateros. Hoy en día, la mayoría de las sandalias existentes son de naturaleza funeraria y se conservan bajo tierra en tumbas. Si bien muchos de los ejemplos a continuación datan de la dinastía XVIII, las sandalias y el uso de punteras continuaron hasta bien entrado el periodo de Egipto como provincia romana.
Los antiguos egipcios eran enterrados con sandalias de oro y protectores para dedos a juego, conocidos como “punteras”.
Para los ricos, estas piezas estaban hechas de oro.
Para otros, estos podrían ser de cuero o papiro, al igual que las sandalias de los vivos.
Conservadas en tumbas, estas sandalias funerarias nos permiten “caminar” en los zapatos de los antiguos egipcios.
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