6 Cosas que no sabías sobre Francisco Gabilondo Soler, el aclamado creador de Cri-Cri

Si los niños estadounidenses crecieron con las canciones de Disney y los Muppets, los de México y Latinoamérica crecieron con Cri-Cri. Este simpático grillo cantor es producto de la mente de Francisco Gabilondo Soler (1907-1990), el compositor veracruzano que ha conquistado los corazones de niños y adultos a través de sus canciones. De hecho, Gabilondo a menudo es considerado el principal compositor de música para niños en el mundo hispanohablante.

Un amante del aprendizaje, Gabilondo creó canciones didácticas pensadas para hacer volar la imaginación de los más pequeños. El compositor combinó su amor por las historias de autores como Julio Verne, Hans Christian Andersen y Emilio Salgari con la música, dando origen a historias musicales que han llegado a formar parte de nuestra cultura popular.

 

Aquí tienes 6 datos sobre Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido como Cri-Cri.

 

Fue un estudiante autodidacta.

José Francisco Gabilondo Soler nació el 6 de octubre de 1907 en la ciudad de Orizaba, Veracruz. Desde pequeño tuvo una pasión por el aprendizaje, aunque nunca le gustó la escuela. Gabilondo abandonó sus estudios formales al acabar la primaria, pero siguió aprendiendo de manera autodidacta: estudió todo lo que pudo, desde geografía y matemáticas hasta literatura y (por supuesto) música. Además, a lo largo de su vida experimentó con varias profesiones. En algún momento jugó con la idea de ser boxeador, linotipista e incluso torero; abandonó esta última práctica porque no le gustaba la idea de matar a los toros.

A los 19 años, Gabilondo se interesó por el piano, y empezó a practicar en la pianola de unos baños públicos. El joven accionaba el mecanismo de la pianola, observaba las teclas que se movían y colocaba sus dedos en el mismo lugar. Con la práctica, Gabilondo logró dominar el instrumento, convirtiéndose en un talentoso pianista.

 

Se inició en la radio.

En 1928, Francisco Gabilondo Soler se mudó a la Ciudad de México y empezó a trabajar como compositor. Un año antes había contraído matrimonio con su primera esposa, Rosario Patiño Domínguez, con quien tuvo dos hijos: Jorge y Diana. Empezó a componer sus propias canciones y a tocarlas en bares. Los géneros de sus canciones iban desde tangos y danzones hasta foxtrots, y una de ellas, titulada Montecarlo, incluso llegó a ser grabada por una banda estadounidense en Nueva York.

Cuando ya empezaba a hacerse de un nombre como compositor, Gabilondo se acercó al gerente artístico de la estación de radio XEW, Othón Vélez, y le presentó una serie de canciones para niños. Aunque le extrañó al principio, Vélez accedió a darle un espacio de 15 minutos en la programación. Así, el 15 de octubre de 1934, Gabilondo interpretó sus primeras tres canciones de fantasía: El Chorrito, Bombón I y El Ropero. Esta es la fecha del “nacimiento” de Cri-Cri, que Gabilondo después celebraría en vez de su cumpleaños.

Cri-Cri empezó sin nombre.

El segmento en XEW inició como una prueba de la emisora, sin publicidad ni patrocinadores y con poca paga. Aunque Gabilondo pensó que solo duraría algunas semanas, el programa fue muy exitoso; estuvo al aire por 27 años.

En un principio, su programa no tenía ni nombre ni personaje. En algún punto, Vélez le sugirió que las canciones se centraran en las aventuras de algún animal. En ese momento ya lo acompañaba el violinista Alfredo Núñez de Borbón, y el instrumento le hizo pensar en un grillo; así, inspirándose en el francés, decidió ponerle el nombre de Cri-Cri, el grillito cantor.

 

Era un apasionado de la astronomía.

Además de la música, Francisco Gabilondo Soler tenía otra grande pasión: la astronomía. Su falta de estudios formales le impidieron dedicarse a ella de manera profesional; sin embargo, dedicó buena parte de su vida a estudiar los cielos de manera independiente. Le fascinaba el proceso de utilizar cálculos matemáticos para medir el movimiento de los cuerpos celestes, diciendo alguna vez que “ver un astro a través de un telescopio era todo un espectáculo”.

En 1951 se volvió miembro de la Sociedad Astronómica de México. Comprometido con el estudio de los astros, Gabilondo mandó a construir un observatorio en la localidad de Tultepec, Estado de México, para que los aficionados de la astronomía pudieran utilizar sus instrumentos.

 

Walt Disney quiso comprar el personaje.

Con el paso del tiempo, la música de Cri-Cri ganó una gran popularidad entre el público latinoamericano. Esta popularidad llamó la atención del mismísimo Walt Disney, quien en ese entonces buscaba ganarse el amor de la gente al sur del continente. Además de producir películas con personajes latinos como Los tres caballeros, Disney contactó a Francisco Gabilondo Soler y le hizo una oferta para comprar los derechos de sus canciones y sus personajes. Sin embargo, Gabilondo se negó, diciendo que su música era un legado para los niños de México.

Así, la compra nunca se concretó. Hay quien dice que el personaje de Pepe Grillo está directamente inspirado en Cri-Cri. Sin embargo, es poco probable que se trate de un plagio. El diseño actual de Cri-Cri (con su gran cabeza y la hoja que usa como violín) no se concretó hasta 1962, mientras que la película de Pinocho donde aparece Pepe Grillo se estrenó más de 20 años antes, en 1940.

Aunque la venta de los derechos no ocurrió, Disney y Gabilondo sí llegaron a colaborar en algún momento. Dinsey produjo un corto para acompañar la canción Tres cochinitos dormilones, que apareció en la película Cri-Cri el grillito cantor (1963). Esta película narra la vida de Gabilondo, desde su infancia junto a su abuela hasta sus años de éxito en la radio.

 

Compuso más de 200 canciones.

Escultura de Francisco Gabilondo Soler con Cri Cri en su hombro

Foto: Fotos de stock de Omar_Orozco/Shutterstock

Gabilondo fue un compositor prolífico. Se estima que a lo largo de su carrera creó 228 composiciones, de las cuales 120 fueron grabadas. Además, al músico se le atribuye la creación de 500 personajes, y escribió 3,560 páginas de cuentos y textos. Entre sus canciones más famosas encontramos El ratón vaqueroLa patita y Caminito de la escuela, y muchas de ellas han sido reinterpretadas por figuras como Plácido Domingo, Chabelo, Emmanuel y Natalia Lafourcade. Así, el legado de Gabilondo y su grillito cantor se mantiene vivo hasta hoy, alegrando los días de pequeños y grandes por igual.

 

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Sofía Vargas

Sofía Vargas es redactora en español para My Modern Met. Originaria de la Ciudad de México, es licenciada en Lenguas Modernas y tiene un Máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid. A lo largo de su carrera ha trabajado para varias instituciones culturales y ferias de arte en México. Además de escribir, Sofía dedica su tiempo a explorar otras prácticas artísticas, como la cerámica y la ilustración.
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