Ikebana, o la tradición japonesa de los arreglos florales, tiene una larga historia que comenzó alrededor del siglo VII. “El camino de las flores” es una práctica delicada y elegante donde la naturaleza es la base de estas piezas esculturales, que son famosas por su simplicidad. Al usar ramas, flores y hojas para fortalecer la forma y el carácter, el ikebana puede ser usado para expresar sentimientos.
Si bien el ikebana alcanzó su apogeo en el siglo XVI, los arreglos florales japoneses están regresando, y cada vez más personas están adoptando esta práctica. Hoy en día, el ikebana es apreciado por su atención al color, la forma y las líneas, ofreciéndole a sus practicantes un canal para expresar su creatividad. Elementos tradicionales como el bambú y las ramas de ciruelo se mezclan a menudo con la flora local y estacional para crear nuevos e innovadores arreglos.
Para comprender el ikebana, también conocido como kadō, conozcamos un poco más sobre la historia y la filosofía detrás de la forma de arte, así como los diferentes estilos de arreglos florales japoneses.
La historia de los arreglos florales japoneses
Las plantas son una parte intrínsecamente importante de la religión sintoísta. Por ello, existe una larga tradición de aprecio por las variedades estacionales. Muchas recibieron significados importantes, y era común regalar flores y plantas como bienvenida a los kami—espíritus venerados en el sintoísmo.
En el siglo VII, cuando el budismo llegó a Japón, las flores eran una ofrenda común. Los primeros arreglos florales se utilizaron como ofrendas en los templos, transformándose gradualmente en algo más simétrico y simbólico. A finales del siglo XV, el shogun Ashikaga Yoshimasa se convirtió en un gran partidario de la ceremonia del té y el ikebana. Él creía que las ofrendas a los dioses merecían un tratamiento especial y comenzó a codificar las reglas para estos arreglos florales.
Para el siglo XVI ya existían diferentes escuelas de ikebana y la práctica comenzó a llevarse fuera del contexto religioso. Los generales japoneses solían practicarlo, ya que decían que les permitía liberar su mente para tomar buenas decisiones en el campo de batalla. En ese entonces, la gente tenía alcobas especiales en sus hogares llamadas tokonoma y era ahí donde colocaban sus arreglos florales.
Si bien la práctica perdió popularidad después del siglo XVII, aún existen más de 1,000 escuelas de ikebana, como Ikenobō, la escuela más grande y antigua de Japón. Con sede en el tempo Rokkaku-dō de Tokio, fue fundada en el siglo XV por un monje.
Principios del ikebana
En Japón, las plantas y flores poseen un significado simbólico. Por lo tanto, en el ikebana se presta especial atención a la selección de los materiales, que pueden variar en función de la época del año.
Por ejemplo, el pino simboliza la perpetuidad—como tal, suele utilizarse cerca de las celebraciones de Año Nuevo. Las ramas de melocotonero en flor son comunes durante el 3 de marzo, día del Festival de las Niñas. En lo que respecta al significado simbólico independientemente de la estación del año, el bambú simboliza la flexibilidad juvenil, mientras que las ramas de albaricoque en flor representan la vejez.
El simbolismo también tiene lugar en la forma del arreglo, así como sus colores. Como Japón suele experimentar fuertes vientos durante el mes de marzo, muchos arreglos creados durante ese mes tendrán ramas curvas para imitar el movimiento del viento. Las flores blancas son ideales para dar la bienvenida a un nuevo hogar, ya que son un símbolo del agua y protegen contra futuros incendios. De la misma manera, las flores rojas deben evitarse en esa situación, ya que simbolizan fuego. El lenguaje de las flores, conocido como hanakotoba, asigna significados específicos a las plantas y flores japonesas.
El ikebana se volvió parte de la cultura japonesa a través del budismo, por lo que hay muchos aspectos filosóficos que provienen de esta religión. Quienes practican el ikebana creen que cada arreglo debe construirse con paciencia y en silencio. Este aspecto meditativo les permite comprender y apreciar sus materiales, acercándolos un poco más a la naturaleza.
Es importante saber que los materiales pueden ser manipulados para resaltar su belleza innata. Las flores pueden acomodarse o quitarse por completo para resaltar la belleza de las que quedan. Las ramas, por su parte, pueden encorvarse o enderezarse para crear formas específicas. En los arreglos se usan tanto plantas vivas como secas, y es común cortarlas y pintarlas cuando es conveniente.
Existen muchas escuelas y estilos de ikebana, pero un principio básico para muchos arreglos comienza con la idea de un triángulo escaleno, donde cada punta simboliza el Sol, la Luna y la Tierra; también pueden representar el cielo, el hombre y la Tierra. La elección de vasijas también es importante dependiendo de la escuela, ya que la cantidad de agua usada y la forma en la que está expuesto al aire puede afectar el arreglo final.
Estilos de Ikebana
Al igual que cualquier otra forma de arte, el ikebana ha tenido varios cambios estilísticos a lo largo de su historia. Muchas escuelas siguen una de las dos ramas principales que se desarrollaron al principio de la historia del ikebana.
Rikka
Rikka, que se traduce como “flores en pie”, es un estilo que se desarrolló durante el periodo Muromachi en el siglo XV. Se dice que rikka sentó las bases del ikebana tal y como lo conocemos ahora.
Este estilo formal sigue reglas estrictas y suele hacer uso de alambre para construir paisajes escénicos y armoniosos. Los arreglos constan de nueve líneas principales llamadas yakueda que buscan reflejar el carácter de las plantas. La altura y posición de cada línea es esencial en la construcción de los arreglos, que normalmente se hacen en vasijas de entre 20 y 30 centímetros de altura, usando un kenzan para mantener los tallos en su lugar.
Los arreglos rikka shimputai, un estilo moderno creado en 1999, dan lugar a más libertad creativa y rompen con la rigidez del más formal rikka shofutai. En lugar de nueve líneas principales, los arreglos shimputai se basan en dos partes contrastantes utilizadas en un solo florero. Esto puede ser un contraste de color, textura o material. Los arreglos modernos shimputai son conocidos por su aspecto brillante y llamativo.
Nageire
Different views of an arrangement focusing on contrast and lines Material: Agapanthus, willow, leave, ceramic container #nageire #sogetsu #ikebanard pic.twitter.com/lSObaoNA55
— Ikebanard (@ikebanard) July 3, 2018
También conocido como heika o nageirebana, este estilo tiene su origen en el mundo secular. Aunque aún se hace énfasis en el carácter y el significado de las plantas y flores, nageire es mucho menos rígido que el estilo rikka.
Su naturaleza libre y fluida se ve ejemplificada en la leyenda detrás de su creación. Se dice que un samurai arrojó flores en un jarrón abierto y el arreglo resultante dio origen al estilo nageire, que significa “arrojado”.
La composición triangular y la armonía de color del estilo rikka están apenas presentes en nageire y rara vez se utiliza un kenzan para mantener los tallos en su lugar. Las composiciones inclinadas son típicas del estilo nageire y se subdividen entres categorías: vertical (Chokutai), inclinada (Shatai), y en cascada (Suitai).