El tapiz, una de las formas más antiguas de arte textil, fue un oficio prominente desde la segunda mitad del siglo XIV hasta finales del siglo XVIII. En Europa, durante esta época se produjeron grandes tapices de pared que por lo general eran propiedad de la realeza y la élite. Los reyes, reinas y aristócratas a menudo los usaban para decorar espacios públicos e interiores para mostrar su riqueza. Enrique VIII, por ejemplo, tenía unos 2,000 tapices colgados en sus distintos palacios.
Un tapiz se crea tejiendo hilos de trama (horizontales) de colores a través de hilos de urdimbre (verticales) lisos. Usando lana o seda, el tejedor construye bloques de color en un orden específico para crear patrones e imágenes. La compleja técnica permite al tejedor crear tapices que ilustran escenas coloridas. Muchos tapices famosos cuentan historias de la Biblia y la mitología, mientras que otros representan eventos históricos. Sigue leyendo para descubrir cinco tapices de la historia que cuentan historias fascinantes con hilo.
Desenreda las complejas historias que cuentan estos cinco tapices famosos.
Tapiz del Apocalipsis
El tapiz del Apocalipsis fue tejido en París entre 1377 y 1382. Fue encargado por Luis I, duque de Anjou, y describe la historia del Apocalipsis de San Juan. Este tapiz de 140 metros de largo y 6 metros de alto tiene alrededor de 90 escenas tejidas con hilos de colores repartidos en seis paneles. Un artista flamenco llamado Jean Bondol ideó los diseños que luego fueron divididos por artesanos como grandes tejidos textiles.
Aunque el tema del Apocalipsis es algo sombrío, el tapiz en realidad muestra un mensaje positivo. Durante el siglo XIV, el Apocalipsis fue una historia popular y se centró en los aspectos heroicos del último enfrentamiento entre ángeles y bestias. Muchas de las escenas del tapiz del Apocalipsis representan la destrucción y la muerte, pero el diseño termina con una alegre historia del bien venciendo al mal.
No está claro cómo Luis I exhibió el tapiz, pero algunos historiadores creen que se mostró públicamente, al aire libre. El tapiz del Apocalipsis ahora se encuentra en el castillo Château d'Angers en el centro-oeste de Francia.
La caza del unicornio
La Caza del unicornio (también conocidos como Los tapices del unicornio) es una serie de siete tapices realizados en París durante el siglo XVI. Tejidos con lana teñida de forma natural, hilo metálico y seda, los tapices destacan por su variedad de tonos brillantes y hermosos detalles.
El elaborado diseño textil representa a un grupo de hombres de la élite cazando un unicornio, y las escenas ocurren en un paisaje francés idealizado. Cada tapiz ilustra un momento diferente de la persecución, desde “El comienzo de la caza” hasta “El unicornio en cautiverio”. Hay una serie de teorías sobre el simbolismo de la serie, pero algunos eruditos cristianos creen que el unicornio representa a Cristo y la caza representa su crucifixión.
Los tapices del unicornio actualmente se encuentran en el Museo Met Cloisters en Nueva York.
La dama y el unicornio
El mítico unicornio era un motivo común en los tapices históricos, pero a diferencia de la serie La caza del unicornio, esta colección de seis partes cuenta una historia más pacífica.
La serie La dama y el unicornio fue diseñada en París y tejida en Flandes alrededor de 1500. Tejida con lana y seda al estilo de las mille-fleurs (que significa “mil flores”), la serie se considera a menudo una de las mayores obras de arte europeas de la Edad Media.
Cada uno de los seis diseños presenta a una mujer de la nobleza con un unicornio a su izquierda y un león a su derecha (algunos también incluyen un mono en la escena). Es comúnmente aceptado que cinco de los tapices representan los cinco sentidos: tacto, gusto, olfato, oído y vista, mientras que el sexto representa el amor o el deseo. En Tacto, la mano de la dama toca el cuerno del unicornio; en Gusto, un mono está comiendo un dulce; en Olor, el mono está oliendo una flor; en Oído, los animales escuchan música; y en Vista, el unicornio se mira a sí mismo en un espejo. En el tapiz final, la mujer coloca (o recoge) un collar en una caja, que algunos creen que representa el deseo.
Dato curioso: los seis tapices cubrían las paredes de la sala común de Gryffindor en la serie de películas de Harry Potter. Los tapies ahora se exhiben en el Musée de Cluny en París.
Tapiz de Bayeux
Aunque es conocido como el tapiz de Bayeux, esta icónica pieza de arte textil no fue tejida (como los tapices tradicionales), sino bordada. Mide 70 metros de largo y 49.5 centímetros de ancho, y relata la historia de la conquista normanda de Inglaterra en 1066 con 58 escenas diferentes y detalladas.
La pieza comienza con el viaje a Normandía en 1064. El rey Eduardo el Confesor aparece hablando con Harold, conde de Wessex, quien luego parte hacia su finca familiar en Sussex con sus perros de caza. Aunque el panel del extremo del bordado falta y sigue siendo un misterio, el extremo existente de la tela muestra a los anglosajones huyendo al final de la Batalla de Hastings en octubre de 1066.
El tapiz de Bayeux probablemente fue encargado por Odon de Conteville, obispo de Bayeux y medio hermano de William, para decorar la nueva catedral de Bayeux en el siglo XI. Sin embargo, hoy en día todavía ofrece una descripción fascinante y precisa de la Edad Media. Además de presentar información visual sobre elementos militares (como armas y armaduras), también brinda detalles de la vida cotidiana durante el tiempo. Afortunadamente, la pieza sobrevivió tanto a la Revolución Francesa como a la ocupación nazi de Francia. Hoy está en la colección del Musée de la Tapisserie de Bayeux en Bayeux, Normandía.
Tapices de caza de Devonshire; Caza de cisnes y nutrias
Los tapices de caza de Devonshire son un grupo de cuatro tapices muy grandes realizados entre 1430 y 1450 en Arras en Artois, Francia. Cada uno mide alrededor de 3 metros de ancho y representa a hombres y mujeres de principios del siglo XV con elaborados trajes de corte que cazan animales del bosque como jabalíes, osos, cisnes, nutrias, ciervos y cetrería.
Estas obras de casi 600 años de antigüedad son los únicos grandes tapices de caza del siglo XV que han sobrevivido. Pertenecían a la familia Devonshire y se exhibieron en su Chatsworth House en Inglaterra durante más de 500 años antes de que fueran asignados al Museo Victoria y Alberto en Londres. Sin embargo, recientemente se anunció que dos de los tapices regresarán a Chatsworth House. El actual duque de Devonshire dijo que era “un gran privilegio” tenerlos de regreso.
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