A lo largo de la historia del arte, los escultores han experimentado con una gama ecléctica de medios. Si bien el bronce fundido, la madera tallada y la porcelana han dejado huella, ningún material ha cautivado el imaginario colectivo como el mármol.
Prevalecientes tanto en el arte antiguo como en el arte contemporáneo, las esculturas en mármol ocupan un lugar destacado en muchos de los principales movimientos artísticos y muchas de las esculturas más famosas del mundo están hechas de este material. Aquí rastrearemos la evolución de esta forma de arte, exploraremos la prevalencia histórica de la práctica y revisaremos su popularidad eterna.
Arte antiguo
Mesopotamia
Por milenios, los artistas han elegido el mármol, una roca metamórfica, por su composición suave y fácil de tallar y por la translucidez de su superficie. En la antigua Mesopotamia, el mármol se usaba para crear modelos toscos de animales (tanto naturalistas como antropomórficos) y figuras, aunque otros medios como la piedra caliza, la diorita y la terracota se usaban con más frecuencia.
Egipto
De manera similar, los antiguos egipcios emplearon una amplia variedad de piedras para sus obras de arte. Si bien la piedra caliza y el granito eran sus medios preferidos, ocasionalmente usaban mármol para crear figuras de faraones, dioses y guardianes para templos y tumbas. Al igual que las figuras mesopotámicas anteriores, estas piezas tienen un diseño primitivo y muestran siluetas planas y estilizadas en lugar de formas realistas o detalles realistas.
Grecia
Durante la época arcaica del arte de la antigua Grecia (siglo VIII-500 a. C.), los artistas comenzaron a mostrar un interés creciente por el mármol. Aunque fueron talladas con más realismo que las esculturas de periodos anteriores, las figuras de mármol de esta época aún no son naturalistas, ya que sus expresiones se mantienen relativamente estoicas y sus poses transmiten poco movimiento.
Durante la Grecia clásica (500 a. C. a 323 a. C.), las esculturas de mármol se hicieron más populares. Con un interés sin precedentes en la representación naturalista, los artistas clásicos comenzaron a esculpir hábilmente hermosas figuras que se sostienen por sí solas y relieves que exhiben una asombrosa atención al detalle, una percepción idealizada de la anatomía y refinadas técnicas de cincelado.
En ese tiempo, los artistas griegos a menudo optaron por mostrar su talento a través de motivos de drapeado, tallando telas que se aferraban y colgaban del cuerpo humano.
Durante el periodo helenístico (323 a. C.-31 d. C.), los artistas griegos se basaron en estos avances y produjeron piezas que eran cada vez más expresivas y de movimiento naturalista. Muchas esculturas griegas conocidas, como Laocoonte y sus hijos, la Victoria alada de Samotracia y la Venus de Milo, son de esta época.
Roma
Los escultores de la antigua Roma son conocidos principalmente por dos tipos de esculturas de mármol: retratos o bustos y copias en mármol de bronces griegos.
Durante la República romana, los artistas tallaron retratos realistas de personas, incluidos líderes políticos, oficiales militares e historiadores, desde el pecho o el cuello hacia arriba. Conocidas como bustos, estas obras de tamaño natural se celebran por su impresionante apariencia naturalista.
En el Imperio romano (31 a. C. – 476 d. C.), las reproducciones en mármol de esculturas de bronce griegas se hicieron cada vez más populares, ya que, de acuerdo con el Museo Británico, “la conquista de Grecia por parte de Roma en el siglo I a. C. sometió el gusto artístico romano a la influencia del estilo griego”. En muchos casos, estas réplicas de mármol son particularmente importantes para los historiadores del arte, ya que muchas de los originales de bronce ya no existen.
La Edad Media
Durante la Edad Media (siglos V al XV), los artistas en Italia continuaron creando esculturas utilizando mármol procedente de canteras locales o rescatado de ruinas antiguas. A diferencia de los escultores de la antigüedad, los escultores del Medievo rechazaron el realismo a favor de las representaciones ingenuas y estilizadas. Del mismo modo, en lugar de figuras de tamaño natural arraigadas en la mitología o en temas seculares, tendían a crear piezas religiosas como pequeñas figurillas y retablos adornados con tallas en relieve.
Fuera de Italia, los escultores también se interesaron por este material; sin embargo, preferían trabajar con marfil, piedra y madera, ya que el mármol era en gran medida inaccesible y mucho más costoso.
El Renacimiento
Durante el Renacimiento (siglos XIV-XVII), los artistas de toda Europa desarrollaron un renovado interés por el arte clásico. Uno de los elementos que revivieron los artistas del Renacimiento fue la preferencia por el mármol, que dio como resultado algunas de las esculturas más conocidas del mundo.
El Renacimiento italiano
Durante el Renacimiento italiano, los artistas ilustrados volvieron a adoptar un interés estético por el naturalismo. Si bien la mayoría de estos artistas, como Leonardo da Vinci y Botticelli, produjeron principalmente pinturas y dibujos, Miguel Ángel también trabajó como escultor. Con el mármol como su medio preferido, dominó el arte de crear obras monumentales, entre las que destaca su célebre estatua de David.
Renacimiento nórdico
Al igual que los artistas del Renacimiento italiano, las figuras del Renacimiento nórdico se inspiraron en la estética atemporal de la antigüedad clásica. Si bien los escultores todavía trabajaban predominantemente en madera, algunos también incursionaron en el mármol. Un punto culminante de la escultura de mármol del Renacimiento nórdico temprano es el Pozo de Moisés, una pieza a gran escala de Claus Slute que muestra sus habilidades para esculpir a través de telas fluidas y detalles expresivos.
Barroco
Después del Renacimiento, el movimiento Barroco (de principios del siglo XVII a finales del siglo XVIII) se extendió por toda Europa. Este periodo distintivo se caracteriza por un interés en representar temas dramáticos en una estética muy ornamentada y elaborada. Las esculturas de mármol hechas durante este tiempo encarnan este enfoque, con artistas como Gian Lorenzo Bernini que se especializaron en figuras intrincadamente talladas que se encuentran en un entorno opulento y transmiten una sensación de movimiento.
Arte moderno
En el periodo del arte moderno, las esculturas figurativas de mármol siguieron siendo populares gracias a Auguste Rodin, cuyas piezas gigantescas muestran un nivel de habilidad y una comprensión anatómica inspirada en Miguel Ángel. “Miguel Ángel me reveló a mí mismo, me reveló la verdad de las formas”, explicó Rodin. “Fui a Florencia a buscar lo que poseía en París y en otros lugares, pero es él quien me lo enseñó”.
El artista modernista Constantin Brancusi también es conocido por sus esculturas. Rompiendo con la representación tradicional, sus elegantes piezas de mármol combinan líneas geométricas y el interés por la abstracción con motivos primitivos.
La escultura en mármol hoy
En la actualidad, escultores como Kevin Francis Gray, Matthew Simmonds y Sibylle Pasch continúan experimentando con el mármol y, a menudo, encuentran formas creativas de reimaginar esta disciplina y darle un toque contemporáneo a los modelos clásicos. Desde representaciones realistas hasta retratos abstractos, estas piezas resaltan la versatilidad y la atemporalidad de un medio milenario.
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