El inicio del siglo XX fue un momento emocionante para el arte de vanguardia. Tras el auge del impresionismo, empezaron a florecer más y más movimientos, liderados por artistas innovadores con ideas estéticas originales. Dos de los movimientos más emblemáticos que nacieron durante la década de 1900 fueron el dadaísmo y el surrealismo. El primero se consideraba a sí mismo “antiarte” y se basaba en la aleatoriedad, mientras que el segundo intentaba transmitir temas irreales en un estilo realista. Uno de los artistas más importantes de estos dos periodos es Man Ray.
Este artista estadounidense se inició como pintor pero abandonó rápidamente el arte tradicional en cuanto descubrió el dadaísmo. Este fue un punto de inflexión para Ray, quien se sumergió en el arte de vanguardia y se mudó a París para unirse a otros creativos de ideas afines. Durante este tiempo, se convirtió en un pionero de la fotografía, creando retratos y fotogramas surrealistas. Sin miedo a la experimentación, su obra difuminó las líneas entre medios antiguos y nuevos.
Sigue leyendo para conocer más sobre la vida de Man Ray y su fotografía de vanguardia.
¿Quién fue Man Ray?
Man Ray (1890 –1976) fue un artista y fotógrafo de vanguardia que participó en los movimientos artísticos dadaísta y surrealista. Nacido con el nombre Emmanuel Radnitzky, la familia cambió legalmente su apellido a Ray cuando el artista era joven para evitar la discriminación por ser inmigrantes judíos rusos.
Ray mostró talento para las artes durante sus primeros años y trabajó como ilustrador técnico por varios años tras salir de la preparatoria. Esperaba convertirse en pintor profesional y practicaba con varios estilos. Luego, en 1913, se hizo amigo de un pionero del dadaísmo, Marcel Duchamp. Este encuentro fue el impulso para el interés de Ray en la vanguardia, y rápidamente dejó de lado la pintura tradicional para dedicarse a otras formas de arte, sobre todo la fotografía.
Man Ray y el dadaísmo
Ray fue un miembro clave del movimiento dadaísta. Su amistad con Duchamp cultivó nuevas ideas sobre la filosofía y la estética del arte. Comenzó creando esculturas ready-made, objetos ordinarios que el artista modificó de alguna manera, y dibujos abstractos. Después de que Ray y Duchamp publicaran el primer y único número de New York Dada en 1920, Ray se dio cuenta de que el dadá no podía competir con Nueva York y se mudó a París.
Asentado en Montparnasse (el barrio de los artistas de París), Ray se sintió inspirado para impulsar su práctica creativa y comenzó a experimentar con la fotografía. Algunas de sus obras más famosas de este periodo fueron fotogramas, que en realidad no usan una cámara en absoluto, sino que son creados por el artista colocando los objetos deseados directamente sobre la superficie del papel fotográfico y exponiéndolos a una fuente de luz. Ray nombró a sus creaciones “rayogramas” en su honor.
Man Ray y el surrealismo
Ray permaneció en París durante 20 años. Durante este tiempo, subió a la fama como uno los principales fotógrafos de retratos. Artistas famosos como Salvador Dalí y Pablo Picasso fueron retratados por él. Además de estas imágenes, Ray experimentó con la fotografía de bellas artes con elementos surrealistas. En particular, el artista intentó combinar lo real con lo irreal en sus imágenes, a menudo yuxtaponiendo modelos femeninos reales con objetos que le fascinaban y usando varios efectos fotográficos.
“Fotografío las cosas que no quiero pintar, las cosas que ya tienen existencia”, dijo Ray.
En 1925, estrenó una de sus obras más emblemáticas, titulada El violín de Ingres, en la primera exposición surrealista. Esta foto en blanco y negro muestra una figura femenina desnuda (Kiki de Montparnasse) con dos agujeros en forma de f de un violín pintados en la espalda. La modelo era su entonces amante. La composición de su imagen está inspirada en una pintura del pintor neoclásico francés Jean-August-Dominique Ingres titulada The Valpinçon Bather, que presenta a una mujer curvilínea en una pose similar. El título en francés, Le violon de Ingres, es en realidad un dicho común que significa “pasatiempo”. Para Ingres, su hobby era el violín; para Ray, su “pasatiempo” era la mujer.
Otra pieza, Lágrimas, parece un fotograma de una película con una vista de cerca de los ojos de una mujer mientras lágrimas esféricas caen por su rostro. Ray colocó cuentas de vidrio reales en la cara de la modelo para crear un efecto sorprendente.
Man Ray, “Lágrimas”, 1934
El legado de Man Ray
Man Ray, “Velo”, 1930
El legado de Ray como artista pionero ha sido eclipsado por su colega dadaísta y surrealista, Duchamp. Aun así, el estadounidense dejó una influencia perdurable en el arte de vanguardia, especialmente en el campo de la fotografía. Su trabajo con fotogramas inspiró a numerosos futuros artistas, y sus muchos retratos experimentales continúan deslumbrando a fotógrafos y amantes de la fotografía por igual.
Man Ray, “Eva con un acordión”, 1934
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