View this post on Instagram
Tras el final de la Primera Guerra Mundial, cientos de artistas, escritores, cineastas y activistas acudieron en masa a París, donde se sintieron libres para explorar nuevas ideas. La vibrante ciudad pronto se convirtió en la sede del movimiento surrealista, influenciado en gran medida por el dadaísmo. El dadaísmo fue un movimiento artístico de vanguardia que nació del horror y la agitación de la Primera Guerra Mundial. Los artistas rechazaban toda lógica y razón en favor del caos y de una representación real de la sociedad.
Muchos artistas dadaístas que pasaron a formar parte del movimiento surrealista siguieron rechazando la represión de los pensamientos. En su lugar, abrazaron el poder de su propia imaginación y trataron de acceder a su psique interior a través del arte. Cada artista surrealista pintaba los motivos recurrentes que aparecían en sus sueños. Max Ernst pintaba pájaros, Salvador Dalí representaba relojes que se derretían y René Magritte plasmaba hombres con bombines.
Sigue leyendo para descubrir los estilos únicos de cinco famosos artistas surrealistas.
Aquí tienes cinco maestros del surrealismo que todo el mundo debería conocer.
André Breton
El escritor, poeta y artista francés André Breton fue un miembro original del grupo Dadá que eventualmente fundaría el movimiento surrealista en 1924. Entre sus escritos figura el primer manifiesto surrealista (Manifeste du surréalisme), en el que definió el término surrealismo como “automatismo psíquico puro”. Esto significa que pretendía que el arte expresara el pensamiento puro, libre de control o razón. Breton dijo una vez: “El surrealismo se basa en la creencia en la omnipotencia de los sueños, en el juego del pensamiento no dirigido”.
Además de escribir varios libros, Breton trabajó en otros medios, como los collages fotográficos y el grabado. Exploró temas como la sexualidad y la religión a través de símbolos y composiciones oníricas.
View this post on Instagram
Max Ernst
View this post on Instagram
El pintor y escultor alemán Max Ernst rechazó las convenciones sociales y el arte tradicional para crear libremente desde su psique interior. Fue uno de los miembros fundadores del grupo surrealista de París. Exploró los traumas de su infancia y sus pensamientos innatos a través de la pintura, el dibujo y los collages, lo que dio origen a extrañas obras no representativas sin ninguna narrativa o significado claro.
Ernst fue uno de los primeros artistas en aplicar las teorías oníricas de Sigmund Freud en su trabajo y a menudo creó obras que ilustraban sus visiones subconscientes. Su arte, en el que a menudo aparecen extrañas máquinas y formas humanas sin cabeza, fue recibido con asco e incomprensión por el público del siglo XX. Sin embargo, hoy en día sus obras se consideran íconos del arte surrealista.
View this post on Instagram
Salvador Dalí
View this post on Instagram
El artista español Salvador Dalí no solo es el surrealista más famoso, sino que también fue uno de los creadores más prolíficos del siglo XX. Trabajó en diversos medios, como la pintura, la escultura, el grabado, la moda, la publicidad, la escritura y el cine.
Los icónicos “paisajes oníricos” pintados por Dalí ilustran sus propios sueños, alucinaciones y su mente interior. Su obra explora temas como la religión, el erotismo, la muerte y la decadencia, representados en su propio lenguaje visual de símbolos y motivos recurrentes. Uno de los emblemas que utilizaba con frecuencia eran los relojes derretidos, que representan la omnipresencia del tiempo. Dalí también representó a menudo elefantes con largas patas de araña que llevan diversos objetos sobre sus espaldas. Estas criaturas surrealistas se consideran símbolos de fuerza, así como representaciones del futuro.
View this post on Instagram
Joan Miró
El pintor y grabador español Joan Miró suele asociarse con el surrealismo temprano, pero también influyó en los expresionistas abstractos y en los pintores del color field painting. Desarrolló su propio estilo radical—con sus características formas abstractas, formas biomórficas y colores puros—que expresaba su imaginación, así como sus recuerdos de la infancia.
Uno de los cuadros más famosos de Miró, titulado El carnaval de arlequín (1924 – 1925), es un ejemplo clásico de sus obras surrealistas. Representa una multitud festiva de formas biomórficas que simbolizan diversas etapas de la vida del artista. Una figura de aspecto solemne situada en el lado izquierdo del lienzo presenta un agujero en su “estómago” con forma de guitarra, en referencia a la propia experiencia de Miró con la pobreza y el hambre. Una vez dijo: “Solía llegar a casa por la noche sin haber comido nada”.
René Magritte
El pintor belga René Magritte es conocido por su estilo artístico que los críticos describieron como “realismo mágico”. Sus pinturas fantásticas y oníricas invitan al espectador a cuestionar la realidad y ofrecen una mirada a la mente del surrealista. A diferencia de otros artistas del movimiento, que llevaban vidas extravagantes, Magritte prefería la existencia tranquila de la clase media. Esto queda simbolizado en los hombres con bombín que aparecen a menudo en los cuadros del artista. Algunos creen que estas figuras son autorretratos.
El ojo humano era un tema que intrigaba a muchos artistas surrealistas, incluyendo a Magritte. Creían que representaba el vínculo entre el yo y el mundo exterior. En El falso espejo (1929), Magritte representa un solo ojo con un iris que parece una ventana al cielo. El fotógrafo surrealista Man Ray—que poseyó la obra de 1933 a 1936—la describió como un cuadro que “ve tanto como él mismo es visto”.
View this post on Instagram
Artículos relacionados:
Conoce la historia del surrealismo, una corriente experimental y vanguardista
Remedios Varo: La pintora inconforme que le dio un giro al surrealismo