Imagina pasar horas leyendo un libro viejo y lleno de polvo, copiando minuciosamente el texto palabra por palabra en una hoja en blanco de un libro nuevo. Este laborioso proceso era algo normal en la Edad Media y principios del Renacimiento. Antes de la introducción de los tipos móviles en Europa en el siglo XV, los libros se escribían a mano con tinta. Estos libros son conocidos como manuscritos, derivados del latín manuscriptus. Manu significa “a mano” y scriptus quiere decir “escrito”.
Los manuscritos se encuentran en todo el mundo, y algunos de sus textos datan de la antigüedad. Sin embargo, la tradición de los manuscritos iluminados (es decir, textos escritos a mano con decoraciones elaboradas) se desarrolló en la antigüedad tardía, en los albores de la Edad Media. La producción de manuscritos ilustrados fue una industria muy importante en la época medieval temprana. Este laborioso trabajo manual se convirtió en una forma de arte muy lucrativa. Los manuscritos medievales eran artículos de lujo, ya que eran caros y requerían mucho trabajo. Los primeros textos eran típicamente de naturaleza religiosa, como Evangelios y leccionarios.
Por lo tanto, la tradición del manuscrito iluminado está muy asociada con la Europa cristiana medieval. Sin embargo, las cortes islámicas de la península ibérica medieval y el posterior Imperio otomano tenían ricas tradiciones de producción y decoración de manuscritos. También se han encontrado textos ricamente decorados en China, Japón e India, entre otras regiones con tradiciones artísticas milenarias.
Aunque este artículo se centra principalmente en los manuscritos medievales de Europa, puedes explorar los brillantes volúmenes de estas otras tradiciones a través de exhibiciones de manuscritos jainistas de la India o los textos budistas de Nepal.
¿Qué es un manuscrito medieval?
Los manuscritos son textos o libros escritos a mano. Estos eran los únicos libros disponibles en la Europa medieval, antes de la llegada de la imprenta en el siglo XV. Por lo general, un manuscrito era un códice, un volumen encuadernado compuesto por hojas de pergamino (piel de animal). Los códices de mejor calidad utilizaban piel de becerro fina llamada vitela. Las páginas estaban cosidas a lo largo de un borde y encuadernadas con cubiertas ornamentadas de cuero, oro, marfil e incluso joyas preciosas.
El texto de un manuscrito estaba escrito a mano con tinta. Las ilustraciones e iluminaciones (decoraciones) se pintaban al temple (es decir, pigmento de color unido por una base de huevo). El pan de oro a menudo le daba un toque final deslumbrante. Si bien no todos los manuscritos fueron ilustrados de manera tan ornamentada, las características textuales comunes de estos libros medievales incluyen capitulares dramáticas, márgenes y guiones ornamentados. La mayoría de los primeros manuscritos iluminados eran textos religiosos, pero la tradición se expandió para incluir poemas épicos, leyendas e historias alegóricas.
¿Quién creaba los manuscritos iluminados y cómo se hacían?
La evidencia más antigua de manuscritos iluminados en Europa y el Imperio bizantino data del siglo VII d.C. La producción de manuscritos se convirtió rápidamente en un oficio importante. Dado que el cristianismo era una parte central de la vida medieval de Europa occidental y bizantina, las organizaciones religiosas, las iglesias y la nobleza encargaron libros de este tipo. En la España islámica se produjeron además de obras religiosas obras clásicas de tradición griega y romana; gracias al trabajo de estos primeros eruditos islámicos, estos conocimientos se conservaron y exploraron a detalle.
Los monasterios cristianos fueron el centro de esta producción de manuscritos en la Europa medieval temprana. La alfabetización era limitada en ese momento, pero los monjes tenían un mayor nivel educativo y artístico, además de ser versados en teología. Como resultado, los monasterios se convirtieron en centros de producción de textos religiosos iluminados para su propio uso y para la venta a clientes externos. Más tarde, en la época medieval, los manuscritos a veces eran creados por artesanos laicos que trabajaban como escribas o iluminadores en los sciptoria (salas de escritura) de los monasterios o en talleres seculares. Un manuscrito a menudo pasaba por varias manos, desde el encuadernador hasta el escriba y el iluminador.
¿Qué temas literarios abordaron estas obras?
Muchos manuscritos medievales eran de naturaleza religiosa. Los libros de horas eran particularmente ornamentados. Estos libros designaban un ciclo de oración para el propietario, establecido por días y horas. Cada oración iba acompañada de ilustraciones que representaban escenas religiosas, así como las actividades mundanas del día. El comprador podía personalizar las oraciones y las imágenes de su libro por encargo. Algunos optaron por ser ilustrados entre figuras como la Virgen María y el Niño Jesús.
Las Biblias manuscritas también se crearon minuciosamente en monasterios y talleres medievales. Se usaban grandes volúmenes en misa mientras los sacerdotes leían en voz alta. Asimismo, se crearon colecciones de los Salmos para uso comunitario. Los predicadores itinerantes o los nobles ricos y devotos podían llevar volúmenes más pequeños de ambos textos. Pocas copias iluminadas del Corán de Al-Ándalus sobreviven hasta nuestros tiempos, pero muchos hermosos ejemplos de florituras geométricas y detalles dorados perduran en volúmenes de Egipto y otros reinos. Combinada con la exquisita caligrafía del Corán, la iluminación ayuda a guiar la adoración al indicar divisiones en el texto y en qué punto debe postrarse un adorador.
Los textos sagrados judíos medievales también estaban ricamente decorados. Como en el Islam, las escrituras prohibían ilustrar humanos y animales. Sin embargo, las Biblias hebreas medievales estaban ricamente ornamentadas por respeto al texto y al estudio sagrado. Algunos textos tempranos del Cercano Oriente y España absorbieron los estilos geométricos y abstractos de los manuscritos islámicos contemporáneos. Desde los siglos XIII al XV, los manuscritos franceses, alemanes e italianos incluyeron estilos góticos similares a las Biblias cristianas contemporáneas. Desde las liturgias de Pascua hasta los contratos matrimoniales, los manuscritos hebreos iluminados forman una hermosa tradición literaria sagrada.
A pesar de la religiosidad de la época medieval, también se produjeron textos seculares. Los bestiarios y herbarios se prestaban naturalmente a la ilustración. Otros textos se centraron en las estrellas, describiendo constelaciones y predicciones astrológicas que podrían derivarse del cielo nocturno. Las vidas de los santos y los viajes de aventureros famosos también fueron temas en el periodo tardío de la creación de manuscritos medievales. También se ilustraron otros documentos escritos a mano, como las órdenes del rey y mapas diversos.
Explora algunos ejemplos famosos de estos exquisitos volúmenes.
El Libro de Kells
Quizás el más famoso entre los manuscritos iluminados es el Libro de Kells. Este volumen de cuatro Evangelios, que se encuentra en la biblioteca del Trinity College Dublin, fue creado alrededor del año 800 en el scriptorium de un monasterio. Esto lo convierte no solo en el manuscrito más famoso, sino también en un ejemplo excepcionalmente antiguo de decoraciones elaboradas. Se cree que los intrincados diseños de las ilustraciones fueron creados por tres artistas que trabajaron en él al mismo tiempo. Irónicamente, el texto en sí fue mal copiado y le faltan palabras.
Les Très Riches Heures du Duc de Berry
Les Très Riches Heures du Duc de Berry es un famoso libro de horas encargado por Juan, duque de Berry. El duque francés era hijo del rey Juan II de Francia. Su libro de oraciones refleja su fortuna y estatus como miembro de la realeza. Es de estilo gótico internacional y fue creado por los hermanos Limbourg, famosos artistas holandeses, así como por varios pintores posteriores desconocidos. Escenas en miniatura, adornos en los márgenes y capitulares ornamentadas adornan las 206 páginas de pergamino y los detalles arquitectónicos enmarcan el cuadro.
El libro describe escenas de la vida de Cristo, y muestra al duque y su esposa en oración devota. También aparece la vida cotidiana del duque; una escena, por ejemplo, muestra una celebración de Año Nuevo entre cortesanos. Para ver otro impresionante ejemplo de un libro de horas, explora las horas negras, que actualmente están en la colección de The Morgan Library & Museum.
El Mantiq al-tair (Lenguaje de las aves) es un poema místico persa de Farid al-Din ‘Attar. El poeta sufí escribió estos versos en el siglo XII. Más tarde fue inmortalizado en múltiples volúmenes iluminados. Al igual que en Europa, los nobles persas apreciaban los volúmenes elegantes para agregar a sus bibliotecas. La iluminación se combinó con papel marmoleado y una caligrafía elegante para este volumen, ilustrado alrededor de 1600. Apropiadamente, el volumen estaba en la colección del gobernante Safavid Shah ‘Abbas I.
Desde textos sagrados hasta cuentos poéticos, los manuscritos medievales iluminados eran costosos y artísticos. Son aún más valiosos hoy por la ventana que brindan a la historia, la cultura religiosa y las innovaciones artísticas de una época pasada.
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