David Alfaro Siqueiros: el muralista revolucionario que inspiró a una generación

david alfaro siqueiros

“David Alfaro Siqueiros con pinceles y godete en mano” Foto: Casasola / Instituto Nacional de Antropología e Historia / Sistema Nacional de Fototecas (CC BY-NC-ND 4.0)

David Alfaro Siqueiros es más que una figura clave del muralismo mexicano; su enfoque revolucionario y sus convicciones inquebrantables inspiraron a artistas de todas las latitudes, desde el action painting de Jackson Pollock hasta el realismo social del argentino de Antonio Berni. Sin embargo, Siqueiros es mejor recordado por transformar–junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco–el panorama del arte mexicano. Con una pasión por la innovación tecnológica y un fuerte compromiso con el imaginario de los pueblos originarios de México, Siqueiros siempre hizo al espectador partícipe en la obra de arte.

Las obras de David Alfaro Siqueiros, caracterizadas por trazos gruesos de color negro y una paleta de colores encendida, expresan emociones intensas a través de una mezcla entre la tradición mexicana y elementos del surrealismo y el expresionismo europeo. Comprometido profundamente con los ideales socialistas, Siqueiros buscaba el balance entre las técnicas pictóricas y la revolución tecnología de la época para inspirar a los sectores más vulnerables.

 

¿Quién fue David Alfaro Siqueiros?

José de Jesús Alfaro Siqueiros nació el 29 de diciembre de 1896. Si bien siempre dijo que su lugar de nacimiento era Santa Rosalía de Camargo en el estado de Chihuahua, la documentación oficial apunta a que nació en la Ciudad de México. De acuerdo con la crítica de arte Raquel Tibol, Siqueiros empezó a usar el nombre “David” después de que Graciela Amador, su pareja en la década de 1920, empezara a llamarlo por ese apodo.

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“La marcha de la humanidad” Foto: Gobierno CDMX (vía Wikimedia Commons) (CC0 1.0)

Cipriano Alfaro, su padre, era un hombre estricto y profundamente católico. Esto llevó al joven José de Jesús a dejar su hogar y mudarse a la Ciudad de México a los 15 años para estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria y tomar clases de arte por las noches en la Academia de San Carlos. Desde entonces, el pintor comenzó a mostrar su inconformidad con el sistema, llegando a participar en una protesta contra el plan de estudios de la escuela de artes. En 1914, a los 17 años, Siqueiros se unió a las filas de la Revolución mexicana, enlistándose  en el ejército de Venustiano Carranza–una figura apoyada por intelectuales y políticos liberales– donde alcanzó el rango de capitán. Esto lo llevó a conocer de cerca a las clases trabajadoras de todo México, así como los imaginarios culturales de cada región.

 

Inicios en el muralismo

Para retomar sus estudios artísticos, Siqueiros viajó a Europa en 1919. Ahí, el pintor se sumergió las vanguardias europeas del momento—como el cubismo, el fauvismo y el dadaísmo—, así como las obras de los renacentistas. Sin embargo, en su libro Siqueiros: his life and works, el pintor Philip Stein apunta que las obras de Paul Cézanne fueron las que más impactaron a Siqueiros. Además, fue en ese viaje donde conoció a Diego Rivera (quien era 10 años mayor que él) a su paso por París.

A su regreso a México, Siqueiros fue comisionado por José Vasconcelos, primer secretario de educación pública del país, para decorar los muros de la Escuela Nacional Preparatoria junto con otros artistas. Así nació Los elementos (1922-1924), su primer mural. Si bien esta pieza aún no reflejaba las fuertes convicciones políticas que caracterizarían su obra, la composición enérgica con una paleta de colores con rojos y amarillos intensos deja entrever de lo que crearía después. Esta pieza, ubicada en el cubo de las escaleras, fue el primer experimento de Siqueiros con el dinamismo y la perspectiva.

 

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Siqueiros en Estados Unidos

No obstante, las convicciones de Siqueiros causaron que su relación con Vasconcelos se deteriorara, lo que provocó que las comisiones cesaran. Desde entonces, sus ideales guiaron su práctica artística–aunque esas mismas ideas le llevaran a ser arrestado y encarcelado en múltiples ocasiones. Al ser expulsado de México por seis meses en 1932, Siqueiros viajó a Los Ángeles, donde recibió una comisión para pintar un mural para el Distrito Histórico del Pueblo de Los Ángeles. Si bien la pieza tenía que tener una atmósfera alegre, Siqueiros pintó América tropical: oprimida y destrozada por los imperialismos (1932), donde el protagonista de la composición es un indígena mexicano crucificado en una doble cruz con un águila americana sobre él. La pieza causó controversia y fue cubierta con pintura casi de inmediato; y fue hasta 2012 que se inició un proyecto para restaurar la obra, que hoy es el mural en existencia más antiguo de Los Ángeles.

america tropical siqueiros

“América tropical: oprimida y destrozada por los imperialismos”. Foto: Cortegavega (vía Wikimedia Commons) (CC BY-SA 4.0)

En 1936, el muralista creó el Siqueiros Experimental Workshop, con sede en Nueva York, donde probó nuevas técnicas y enfoques de pintura; entre ellas el “accidente pictórico”, la práctica de la improvisación mediante técnicas como el dripping, la creación de texturas con materiales como arena y la exploración de las salpicaduras sobre los lienzos. Este método dejaría una huella profunda en algunas de las figuras clave del expresionismo abstracto estadounidense, como Jackson Pollock, quien era un estudiante en este taller. A pesar de su éxito, el taller cerró cuando Siqueiros se embarcó en su siguiente aventura: combatir en la guerra civil española.

mural de siqueiros en bellas artes

“La nueva democracia” (1944) de David Alfaro Siqueiros en el Palacio de Bellas Artes. (Foto: Alejandro Linares Garcia vía Wikimedia Commons) (CC BY-SA 3.0))

Ante sus constantes fricciones con el gobierno debido a sus convicciones leninistas, Siqueiros pasó gran parte de la década de 1940 en exilio –destaca su temporada en Chile, donde dejó una serie de murales en una escuela de Santiago– y en prisión. Sin embargo, en la década de 1950 retomó los proyectos artísticos con conexiones gubernamentales, lo que dio origen a extraordinarios murales en el Museo Nacional de Historia, en Ciudad Universitaria y en el Palacio de Bellas Artes, todos en la Ciudad de México.

 

La marcha de la humanidad: el Polyforum Siqueiros

De 1960 a 1964, Siqueiros fue encarcelado nuevamente por su activismo en favor de los presos políticos; no obstante, esta temporada en la prisión de Lecumberri sentó las bases del que sería el proyecto más ambicioso no solo de su carrera, sino también del muralismo a nivel mundial. Tras su liberación, fue comisionado por el empresario Manuel Suárez y Suárez, uno de los más grandes mecenas del arte mexicano del siglo XX, para lo que sería la pieza central del centro de convenciones Casino de la Selva en Cuernavaca, México. Para ello, Siqueiros creó un taller con las condiciones arquitectónicas y herramientas apropiadas para ensamblar, mover y producir grandes paneles de cemento.

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Polyforum Siqueiros. Foto: aljuarez (CC BY 2.0)

Dos años después, el empresario decidió instalar el gran proyecto de Siqueiros en la Avenida de los Insurgentes, la más importante de la Ciudad de México, dándole al muralista la oportunidad de desarrollar un recinto con alto sentido social y espacio para la experimentación: el Polyforum Siqueiros. Este lugar albergaría La marcha de la humanidad en América Latina hacia el cosmos. Miseria y ciencia (1967-1971): considerado el más grande del mundo, el mural cubre todas los muros de un foro con forma octagonal.

 

Legado

Comprometido siempre con el aspecto público de su arte, días antes de morir, Siqueiros expresó su deseo de que su residencia en el barrio de Polanco y su taller en Cuernavaca se convirtieran en centros para la experimentación y difusión de las artes. Hoy conocidos como Sala de Arte Público Siqueiros y La Tallera respectivamente, estos recintos mantienen con vida no solo el legado de David Alfaro Siqueiros, sino su espíritu innovador y comprometido con la democratización de las artes.

 

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Regina Sienra

Regina Sienra es colaboradora y redactora en español para My Modern Met. Periodista y traductora originaria de la Ciudad de México. Es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Periodismo. Su pasión por escribir sobre las artes visuales, la música, el cine, la literatura y el teatro ha dado vida a una carrera de casi 10 años en diversos medios culturales de México, Estados Unidos y Canadá.
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