Todos hemos escuchado frases como “nada es para siempre” y “hoy estamos aquí; mañana quién sabe”; son dichos que reflejan la naturaleza efímera de la vida y nos recuerdan nuestra propia mortalidad. Hoy en día, las discusiones sobre la muerte son incómodas dentro de muchas culturas; sin embargo, no siempre fue así.
A lo largo de la historia, particularmente en momentos de conflicto, las civilizaciones se vieron motivadas a reflexionar sobre la muerte y su significado. En Europa Medieval, cuando abundaban las plagas, una filosofía particular que invitaba a las personas a meditar sobre los objetos que les recordaban la vida y la muerte cobró fuerza. Memento mori, que se traduce como “recuerda que morirás”, puede sonar inquietante, pero fue una idea bien recibida por muchas personas.
Esta práctica llamaba a las personas a separarse de sus bienes y lujos terrenales. La naturaleza fugaz de estas cosas mundanas se yuxtapone con la inmortalidad del alma y con la idea de que la energía debería concentrarse en el más allá. Por supuesto, como muchas filosofías de la época, esta forma de pensar se tradujo en un rico imaginario artístico que hoy en día nos parece algo común.
Simbolismo de Memento Mori
Los artistas han estado fascinados por esta estoica filosofía durante siglos, y han usado sus sombrías enseñanzas como un punto de partida para su arte. De hecho, la aparición de calaveras en el arte –que desde luego tiene sus orígenes en memento mori– sigue siendo un nicho estético popular. Cráneos, esqueletos, y calaveras con alas han sido empleados como poderosos recordatorios de que nuestras vidas terminarán en algún momento. Los cráneos son, de hecho, el símbolo más común en el arte memento mori y son el símbolo clásico de la mortalidad.
Reconocibles al instante, las calaveras también se han usado fuera de Europa Occidental. El Día de muertos en México es una celebración en la que se utiliza esta iconografía para rendir homenaje a los que han fallecido. Desde una perspectiva artística, Albert Durero, Vincent van Gogh y Pablo Picasso son solo algunos de los artistas que utilizan motivos de cráneos para hacer grandes declaraciones artísticas.
Sin embargo, los cráneos no son los únicos símbolos utilizados para expresar memento mori. A lo largo de la historia del arte occidental, muchos pintores y escultores utilizaron una variedad de metáforas para reflexionar sobre la fragilidad de la vida. Particularmente, en los Países Bajos, la pintura de naturalezas muertas o bodegones se utilizó para explorar estos conceptos. En los siglos XVI y XVII, estas pinturas a menudo recibían el nombre de vanitas (latín, “vanidad”). Sus creadores usaron símbolos como fruta podrida, instrumentos musicales, relojes de arena y burbujas para mostrar la decadencia y la naturaleza fugaz de la vida.
Arte Memento Mori
A lo largo de la historia, muchos han utilizado símbolos visuales para llamar a la reflexión sobre la naturaleza efímera de las posesiones materiales y la necesidad de enfocarse en el alma. Veamos algunos ejemplos.
Alberto Durero
Frans Hals
Philippe de Champaigne
Maria van Oosterwijck
Vincent van Gogh
Paul Cézanne
Pablo Picasso
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