Izquierda: Teodoro Núñez Ureta. Centro: Teófilo Castillo Guas. Derecha: Tilsa Tsuchiya
Los pintores peruanos–diversos en su estilo, pero claramente influenciados por la cultura que los formó–han dejado una huella profunda en el arte latinoamericano. Combinando elementos tradicionales y vanguardias a las que les han impreso su propio sello, los pintores peruanos ofrecen una visión singular a través de una obra que, colectivamente, refleja la compleja historia y riqueza cultural de su país. Por ello, nadie que ame la pintura puede pasar por alto la rica producción artística peruana.
Aquí te presentamos 14 pintores peruanos que debes conocer.
Pancho Fierro (1807-1879)
(Foto: Wikimedia Commons, Dominio público)
Francisco Fierro Palas fue un pintor costumbrista y autodidacta conocido como Pancho Fierro. Este artista peruano de ascendencia española, indígena y africana nació en Lima, ciudad que inspiró su obra. Sus pinturas, que presentan escenas cotidianas protagonizadas por personajes de todos los estratos sociales desde una perspectiva humorística, se han convertido en un documento histórico de la sociedad peruana del siglo XIX.
Rebeca Oquendo (1847-1941)
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Rebeca Oquendo es considerada la pintora peruana más importante del siglo XIX. Emigró a Francia cuando tenía tres años, pero volvió a Perú al poco tiempo, y pasó el resto de sus días en su tierra natal. En 1872 recibió la medalla de plata en la Exposición Nacional de Perú, y un año después obtuvo una mención honorífica en el Salón de París. Donó cinco de sus pinturas al Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, institución que ha salvaguardado su memoria.
Teófilo Castillo Guas (1857-1922)
Autorretrato (c. 1910) (vía Wikimedia Commons Dominio público)
Teófilo Castillo Guas destacó por su técnica impresionista, convirtiéndolo en uno de los pintores peruanos más importantes del siglo XIX. Trabajó como crítico de arte y promovió la fundación de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima. Sus pinturas—inspiradas en el antiguo Perú, las tradiciones y los paisajes de su país natal—evocan una estética virreinal, y se caracterizan por un trabajo rápido con el pincel y sus vibrantes colores, que capturan personajes y multitudes en tonos marrones, verdes, azules y rosas.
Carlos Baca-Flor (1867-1941)
“El rescate de Atahualpa” (1896) (Museo de Arte de Lima vía Wikimedia Commons Dominio público)
Nacido en Arequipa, Carlos Baca-Flor fue un pintor que experimentó con la técnica impresionista. Si bien hizo algunas pinturas sobre la historia de Perú, la faceta más reconocida de su obra son los retratos de figuras contemporáneas famosas, los cuales están cargados de un profundo simbolismo. Entre las figuras que retrató destaca el magnate J.P. Morgan, cuyo retrato hoy forma parte de la colección del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. En 1907 ganó el Primer Premio en el Salón Anual de Artistas Franceses.
Julia Codesido (1883-1979)
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Julia Codesido fue una extraordinaria pintora indigenista. Aunque amó el arte desde pequeña, se formó como pintora hasta que tuvo 35 años. En su obra se percibe la influencia del muralismo mexicano, así como las vanguardias europeas que estudió en su juventud y sus viajes por su país natal, donde se sumergió en su cultura y los problemas que enfrentaba su población. Su obra se caracteriza por colores vivos y ángulos marcados.
Cota Carvallo (1909-1980)
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Además de ser pintora, Carlota Clara Carvallo Wallstein (conocida como Cota Carvallo o Carlota Carvallo de Núñez), destacó como escritora y docente. Su obra está poblada de mujeres, plazas y paisajes, que con paso del tiempo fueron capturados con una visión más cercana al surrealismo y al expresionismo. Carvallo experimentó con varios medios, como la pintura al óleo, el gouache, la acuarela y el lápiz. Su paleta de colores es amplia y sus líneas, sueltas y firmes.
Teodoro Núñez Ureta (1912-1988)
Mural en el Palacio municipal de Miraflores. (Foto: MiguelAlanCS vía Wikimedia Commons)(CC BY 2.0)
Teodoro Núñez Ureta es considerado el muralista más importante y prolífico de Perú, además de un extraordinario acuarelista. En sus obras, Núñez Ureta abordó principalmente la lucha por la justicia social, valiéndose de líneas gruesas y una amplia paleta de colores. La principal inspiración de este pintor autodidacta siempre fue el ser humano, sus alegrías y sus tristezas. Fue director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima entre 1973 y 1976.
Fernando de Szyszlo (1925-2017)
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Considerado el más representativo de los pintores peruanos del siglo XX, Fernando de Szyszlo tuvo una brillante carrera a nivel nacional e internacional. A lo largo de su vida produjo más de 3,000 piezas, gran parte de ellas a base de pintura acrílica y óleo. Además, fue un reconocido autor, y una figura clave en el desarrollo del arte abstracto en América Latina. Su obra forma parte de colecciones de clase mundial, como la del Museo Solomon R. Guggenheim y del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Tilsa Tsuchiya (1928-1984)
Foto: Medialuka vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)
Tilsa Tsuchiya suele ser considerada parte del grupo de pintores surrealistas peruanos, pero su integración de elementos precolombinos hacen que su obra trascienda las etiquetas. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Lima, y en 1970 fue ganadora del Bienal de Pintura Teknoquímica. La cultura popular, el realismo social y el indigenismo fueron sus primeras influencias, y su interés en sus orígenes japoneses y la mitología quechua la llevaron a incorporar estos elementos a sus pinturas y grabados.
Gerardo Chávez (1937)
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Gerardo Chávez, nacido en Trujillo, es un destacado pintor y escultor con un profundo amor por la promoción de la cultura, en especial en su ciudad natal. Por su estilo surrealista y las dinámicas historias que cuentan sus cuadros, ha sido apodado “el Bosco contemporáneo” algunos críticos europeos. Para Chávez, en su inspiración predomina la riqueza y los contrastes de su tierra, así como sus antepasados prehispánicos.
Álvaro Suárez Vértiz (1949)
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Originario de Chosica, el pintor peruano Álvaro Suárez Vértiz estuvo rodeado de arte desde que era pequeño, ya que sus padres eran pintores. Su amor por Don Quijote de la Mancha es una de sus principales fuentes de inspiración, por lo que se ha convertido en uno de los motivos que más ha representado en sus cuadros. Sus obras destacan por su magistral uso del pincel y el color, con las que forma composiciones oníricas que borran la línea entre realidad y fantasía.
Luz Letts (1961)
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La obra de Luz Letts, nacida en Lima, destaca por su exquisita ejecución de la narrativa; sus personajes son capturados en medio de una escena dinámica que combina realismo y fantasía. Valiéndose del uso de metáforas y paradojas, así como una paleta de colores vibrantes, su obra explora la condición humana y las cicatrices emocionales que han dejado las crisis políticas de Perú en sus ciudadanos.
Kukuli Velarde (1962)
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Aunque es mejor conocida por su trabajo escultórico, las pinturas de Kukuli Velarde exploran temas de género y las secuelas de la colonización a partir de un imaginario compuesto por posiciones inusuales, rostros infantiles y colores intensos. El objetivo de su obra es crear un puente entre el pasado y el presente a través de una estética que una los últimos 400 años en la historia del arte. Actualmente vive en Philadelphia, Estados Unidos.
Claudia Coca (1970)
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Claudia Coca, artista visual, docente y activista política, es una de las creadoras contemporáneas más representativas de la escena peruana. Con una visión sincera y desinhibida, su obra aborda asuntos sociales como el racismo, el mestizaje, el género y la autoestima del pueblo peruano a través de autorretratos cargados de ironía. Su obra forma parte del Museo de Arte Contemporáneo de Lima.
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