Un curioso cuadro de Bruegel contrasta la solemnidad de la Cuaresma con la locura del carnaval

Don Carnal y doña Cuaresma

Pieter Bruegel el Viejo, “El combate entre don Carnal y doña Cuaresma” (detalle), 1559 (Foto: Wikiart, dominio público)

El portafolio de Pieter Bruegel el Viejo es uno de los más destacados del Renacimiento nórdico. Sus pinturas y grabados del siglo XVI, repletos de temas aparentemente ordinarios y ambientados en lugares cotidianos, nos ofrecen un vistazo a la vida en esa época en los Países Bajos. Sin embargo, lo que distingue a estas obras de las de otras, igualmente llenas de detalles, es su uso del simbolismo, un enfoque inteligente que hace que obras maestras como El combate entre don Carnal y doña Cuaresma sean más de lo que se ve a simple vista.

Realizado en 1559, este óleo sobre tabla explora de forma ilustrativa la complicada relación entre el tiempo sagrado de la Cuaresma y el periodo festivo de carnaval que lo precede. Sin embargo, más que un estudio de una estación litúrgica, El combate entre don Carnal y doña Cuaresma es un análisis la naturaleza humana, un tema presente en gran parte de la obra de Bruegel.

 

¿Quién fue Pieter Bruegel el Viejo?

Retrato de Pieter Bruegel el Viejo

Pieter Bruegel el Viejo, “El pintor y el comprador”, 1565 (Foto: Wikimedia Commons domnio público)

Poco se sabe de la vida de Bruegel. Los historiadores creen que nació entre 1525 y 1530 cerca de Breda (una ciudad del sur de los Países Bajos) y que murió en 1569. Durante su corta vida, vivió y trabajó en Amberes (en 1551 entró en el gremio de pintores de Amberes), Bruselas y Roma. A diferencia de otros artistas nórdicos que visitaron Italia en esta época, Bruegel no incorporó las influencias italianas a su práctica. Desde su atención al detalle hasta su interés por el simbolismo proverbial, su obra se mantuvo fiel a sus raíces neerlandesas.

Sin embargo, a diferencia de sus colegas holandeses, Bruegel no representaba estrictamente temas religiosos. De hecho, incluso cuando exploraba la iconografía cristiana o moral, a menudo la imaginaba dentro de un contexto contemporáneo, como es evidente en El combate entre don Carnal y doña Cuaresma.

 

El combate entre don Carnal y doña Cuaresma

El combate entre don Carnal y doña Cuaresma de Pieter Bruegel el Viejo

Pieter Bruegel the Elder, “El combate entre don Carnal y doña Cuaresma”, 1559 (Foto: Wikiart dominio público)

Bruegel pintó El combate entre don Carnal y doña Cuaresma mientras vivía en Amberes en 1559. En ese entonces, su interés por representar a las comunidades contemporáneas estaba en auge, lo que culminó en algunas de sus piezas más conocidas, como Juegos de niños y Los proverbios flamencos. Al igual que Juegos de niños, El combate entre don Carnal y doña Cuaresma se desarrolla en una plaza de la ciudad llena de gente. Y, de manera similar a Los proverbios flamencos, este cuadro está lleno de simbolismo. En conjunto, estas características permiten a Bruegel explorar un acontecimiento de la vida real —la transición del Carnaval a la Cuaresma— de forma alegórica.

El combate entre don Carnal y doña Cuaresma de Pieter Bruegel el Viejo

¿Qué es el carnaval? El carnaval es el periodo de tiempo que inicia con la Epifanía (el duodécimo día después de Navidad) y termina con el Mardi Gras (el día anterior al Miércoles de Ceniza). El Miércoles de Ceniza, a su vez, marca el inicio de la Cuaresma, los 40 días previos a la Pascua. Como la Cuaresma se considera un periodo solemne, el carnaval le sirve a los cristianos para festejar y celebrar antes de iniciar la abstinencia de carne —uno de los principales sacrificios de la Cuaresma— y prepararse espiritualmente.

El combate entre don Carnal y doña Cuaresma ocurre en el momento justo entre el carnaval y el Miércoles de Ceniza. A lo largo de la escena se pueden observar varias tradiciones de Carnaval. En el centro de la composición, unas mujeres preparan pescado, que tradicionalmente se come los viernes de Cuaresma. En primer plano hay un vendedor de waffles, alimento habitual de Cuaresma en los Países Bajos. Y, dentro de la puerta abierta de la iglesia, las estatuas están cubiertas con mantos, ya que, según la tradición católica romana, el arte debe ocultarse hasta el Domingo de Resurrección.

 

Simbolismo

Edificios en una pintura de Bruegel

Mucho más que una simple imagen del carnaval, El combate entre don Carnal y doña Cuaresma cuenta con varios elementos metafóricos. El cuadro se desarrolla en una plaza de la ciudad que abarca dos lugares: una posada (a la izquierda del lienzo) y una iglesia (a la derecha). La posada, situada ante árboles invernales sin hojas, representa el carnaval. Por su parte, la iglesia, con árboles en flor en su patio primaveral, representa la Cuaresma.

Mientras los borrachos salen de la posada, los piadosos encapuchados salen de la iglesia. Sin embargo, las dos partes se encuentran y se mezclan en el centro del lienzo. Esto culmina en una “pelea” entre los dos periodos, representados cada uno por ingeniosas personificaciones que parecen enfrentarse.

 

La figura del carnaval

Detalle de El combate entre don Carnal y doña Cuaresma de Pieter Bruegel el Viejo

Bruegel optó por representar el carnaval como un carnicero robusto montado sobre un barril de cerveza. Varios accesorios que rodean al hombre hacen referencia a la tradición cuaresmal de abstenerse de comer carne: una chuleta de cerdo empalada adorna la parte delantera de su barril; una empanada de carne se balancea sobre su cabeza; y una cabeza de cerdo se ensarta en su espetón. Detrás de él, un hombre vestido de amarillo —símbolo cristiano del engaño— le sigue.

 

Doña Cuaresma

Detalle de El combate entre don Carnal y doña Cuaresma de Pieter Bruegel el Viejo

Bruegel imaginó a la Cuaresma como una mujer demacrada y triste. Enferma y aparentemente hambrienta, está sentada en un carro que lleva alimentos asociados a la Cuaresma en el sur de los Países Bajos: mejillones, waffles y pretzels. Un monje y una monja tiran laboriosamente de su carro, y unos niños obedientes siguen su camino. En contraste con la lanza cubierta de carne y el tocado de empanada de don Carnal, lleva con desgana una paleta de panadero que sostiene dos pequeños peces y lleva una colmena —símbolo de la iglesia— en la cabeza.

 

La gente común

El combate entre don Carnal y doña Cuaresma de Pieter Bruegel el Viejo

Hacia el centro de la composición, una pareja camina detrás de una curiosa figura vestida de bufón. Parece que caminan hacia la posada, con el bufón iluminando el camino con una antorcha encendida. La gran espalda del hombre indica que quiere simbolizar el egoísmo —un concepto que históricamente se ha ilustrado con un jorobado—, mientras que la linterna de la mujer, sin encender y sin usar y colgando de su cinturón, contrasta con la antorcha iluminada del bufón.

Muchos historiadores creen que Bruegel incluyó a la pareja como una representación de la gente común, conducida hacia las tentaciones del carnaval por su insensatez. Este análisis está en consonancia con el conocido interés de Bruegel por representar a personas corrientes y, en consecuencia, explorar conceptos más profundos, como los defectos y las locuras de la naturaleza humana. “Aunque estas obras demuestran el atento ojo del artista para los detalles y atestiguan su observación directa de los entornos de las aldeas, están lejos de ser simples recreaciones de la vida cotidiana”, explica el Museo Metropolitano de Arte. “Las poderosas composiciones, brillantemente organizadas y controladas, reflejan un sofisticado diseño artístico”.

Mucho más que un simple cuadro de género, El combate entre don Carnal y doña Cuaresma ilustra perfectamente cómo Bruegel ayudó a ser pionero en el arte del detalle anecdótico.

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Sofía Vargas

Sofía Vargas es redactora en español para My Modern Met. Originaria de la Ciudad de México, es licenciada en Lenguas Modernas y tiene un Máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid. A lo largo de su carrera ha trabajado para varias instituciones culturales y ferias de arte en México. Además de escribir, Sofía dedica su tiempo a explorar otras prácticas artísticas, como la cerámica y la ilustración.
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