Estilo
Tras el éxito de ¡Triste herencia!, Sorolla desarrolló aún más este nuevo estilo, así como los temas que lo componían. En esta época, una buena parte de sus pinturas retratan escenas costeras iluminadas por el sol.
Siguiendo el ejemplo de los impresionistas franceses, Sorolla pintaba en plein air, o “al aire libre”, con el fin de retratar a sus protagonistas de la forma más auténtica posible. “En lo que se refiere al trabajo al aire libre, un estudio es solo un garage”, dijo Sorolla,”un lugar donde almacenar pinturas y repararlas, mas nunca un lugar donde pintarlas”.
Este proceso jugó un papel particularmente importante en el tratamiento de la luz de Sorolla. Al igual que Claude Monet, Sorolla trabajaba al aire libre para experimentar y reproducir los efectos de la luz solar.
Por supuesto, las características de la luz cambiaban según con estación, la hora del día, e incluso la escena. En algunas pinturas, como en Paseo a orillas de mar, las figuras son bañadas por los brillantes rayos de luz, que llegan hasta ellas sin obstrucciones; en otros, incluyendo Mi mujer y mis hijas en el jardín, las motas de tonos más claros representan la luz del sol que pasa a través del follaje de los árboles.
Ambos casos muestran que Sorolla adoptó una postura impresionista durante el apogeo de su carrera, cuando rechazó las reglas formales del arte y empleó la luz solar como fuente de inspiración.
“La naturaleza, el sol mismo, produce efectos de color sobre este mismo principio, pero instantáneamente”, dijo alguna vez. “La impresión de estas visiones evanescentes es lo que hacemos: intentos desesperados de atraparlas y arreglarlas por cualquier medio a nuestro alcance. En esos momentos no tengo conciencia de los materiales, del estilo, de las reglas, de todo lo que interviene entre mi percepción y la idea u objeto percibido. No, mes amis, el impresionismo no es charlatanería, ni una fórmula, ni una escuela. Debo decir que es la resolución atrevida de arrojar todas esas cosas por la borda”.
Obra final y legado
Durante el resto de su carrera, Joaquín Sorolla siguió teniendo éxito en todo el mundo. Además de España y Francia, su trabajo posterior fue bien recibido en Estados Unidos, donde se le encargó pintar Las provincias de España, una serie de murales que aún pueden verse en el edificio de la Hispanic Society of America en Manhattan.
Tras su muerte, el legado de Sorolla pareció estar limitado a su natal España. Por fortuna, con el cambio de de siglo, la obra de este pintor español ha ganado fama de nuevo, lo que sugiere que Sorolla finalmente podría ser reconocido como lo que fue: una figura clave del impresionismo.
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