M. C. Escher trabajando en “Superficie de esfera con peces” en su taller, finales de la década de 1950 (Foto: Pedro Ribeiro Simões CC BY 2.0, vía Wikimedia Commons)
El grabador neerlandés M. C. Escher combinó a la perfección las matemáticas y el arte. Desde ilustraciones de manos dibujándose entre ellas hasta paisajes que se transforman en pájaros, Escher creó obras dinámicas basadas en conceptos matemáticos como el teselado y la perspectiva.
A lo largo de su carrera creativa, produjo muchas litografías y grabados que han dado la vuelta al mundo por evocar ilusiones ópticas. Sin embargo, a pesar de esta fama, Escher luchó continuamente por encontrar la aceptación de los críticos del mundo del arte, en gran parte debido a la naturaleza altamente erudita de su trabajo. Si bien se sabía que otros artistas famosos exploraban temas matemáticos en su trabajo, el arte de Escher también estaba profundamente ligado a su amor por los patrones y el diseño gráfico y, por lo tanto, no tenía la misma calidad narrativa que los críticos creían que era necesaria.
Aquí, conoceremos la vida de M. C. Escher y veremos más de cerca algunos de los fascinantes conceptos que exploró en su arte.
¿Quién fue M. C. Escher?
Foto: Hans Peters (ANEFO) vía Wikimedia Commons (CC0 1.0)
Maurits Cornelis Escher (1898–1972), mejor conocido como M. C. Escher, fue un artista gráfico que se especializó en obras de arte de inspiración matemática. Escher creó muchos grabados y litografías que juegan con la geometría, la simetría, la perspectiva y el teselado.
Primeros años
Escher creció en los Países Bajos y estudió en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem, donde se especializó en las artes gráficas. Tras terminar sus estudios, el joven artista viajó a Italia y estuvo ahí por más de 10 años. Durante este tiempo, recorrió todo el país, haciendo bocetos del paisaje italiano y convirtiendo estos dibujos en impactantes impresiones en blanco y negro.
En 1935, Escher realizó otro viaje inspirador, esta vez a la Alhambra, en Granada, España. Allí, quedó fascinado por los patrones repetitivos que adornaban los azulejos y comenzó a incorporar esas mismas formas en sus creaciones.
El arte de M. C. Escher
A lo largo de su vida, Escher produjo 448 litografías y grabados, así como más de 2,000 dibujos y bocetos. Aunque Escher no tenía una educación formal en matemáticas, fueron la base —y muchas veces, la inspiración— de su arte.
Geometría
La geometría apareció en la mayoría de sus trabajos a través del uso de múltiples perspectivas (generalmente dentro del mismo dibujo), formas y objetos matemáticos.
Uno de sus objetos matemáticos favoritos era la banda de Möbius: una superficie de un solo lado sin principio ni fin. Cuando Escher completó su pieza con hormigas rojas titulada Banda de Möbius II, dijo: “Una banda interminable en forma de anillo generalmente tiene dos superficies distintas, una adentro y otra afuera. Sin embargo, en esta franja nueve hormigas rojas caminan una tras otra y viajan tanto el anverso como el reverso. Por tanto, la tira tiene una sola superficie”.
Teselado
Una escultura de pared en Leeuwarden que celebra los mosaicos artísticos de M. C. Escher (Foto: Bouwe Brouwer
CC BY 3.0, vía Wikimedia Commons)
En el arte, el teselado se refiere a cubrir una superficie con formas geométricas planas sin superposiciones ni espacios. Escher empezó a incorporar el teselado en su propio trabajo después de verlo en el detallado trabajo de los azulejos en la Alhambra.
Al principio, Escher incorporó cuadrículas geométricas en sus bocetos para desarrollar patrones. Luego, comenzó a hacer diseños con formas entrelazadas, generalmente de animales, en los que cada tema complementaba perfectamente al otro, como piezas de un rompecabezas.
2D versus 3D
La relación entre objetos bidimensionales y tridimensionales fue otro tema recurrente en el trabajo de Escher. En particular, le fascinaba la manera en que podía alterar una forma para hacerla pasar de 2D a 3D con solo añadir más marcas.
El artista demostró esta “transformación” con dibujos que se vuelven “realidad” dentro de la misma composición. Esto se ejemplifica de manera más famosa en su trabajo, Manos dibujando.
El legado del artista
Cubo imposible (Foto: 4C vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)
Ignorada por el mundo del arte durante la mayor parte de su vida, la obra de Escher no fue objeto de una exposición retrospectiva hasta que tuvo 70 años. Aún así, sus innovadores diseños tuvieron una influencia duradera en las matemáticas, el arte y la cultura pop.
Después de su muerte, se han realizado importantes exposiciones de su trabajo en todo el mundo, y siempre atraen a miles de visitantes.
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