
Eugène Delacroix, “La Libertad guiando al pueblo”, 1830 (detalle)
En 1830, el artista francés Eugène Delacroix describió un nuevo y ambicioso proyecto en una carta a su hermano. “He elegido un tema moderno, una barricada, y aunque no haya luchado por mi país, al menos habré pintado para ella”, escribió. “Me ha devuelto el ánimo”. Este trabajo en curso eventualmente se convertiría en La Libertad guiando al pueblo, una pintura a gran escala que retrata un tema favorecido por los artistas progresistas: la revolución.
Abarcando países, culturas y épocas diversas, el arte inspirado por la revolución—un levantamiento destinado a derrocar un gobierno o un sistema social—no conoce límites. Aquí, exploramos una colección de obras nacidas de este tema político, empezando por la monumental obra maestra de Delacroix.
Descubre cómo las revoluciones en todo el mundo han inspirado al arte durante siglos.
La Libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix

Eugène Delacroix, “La Libertad guiando al pueblo”, 1830 (Foto: Wikimedia Commons [dominio público])
La Libertad guiando al pueblo representa la interpretación alegórica de Delacroix de la Revolución de Julio, un conflicto que tuvo lugar entre el 27 y 29 de julio de 1830. Situado en las calles de París (la catedral de Notre-Dame se puede ver en la distancia), el cuadro presenta a una mujer que conduce a los revolucionarios a la victoria. Se cree que esta figura simbólica, que sostiene triunfalmente la bandera tricolor (la bandera roja, blanca y azul de los revolucionarios y, más tarde, de Francia) y luce un gorro frigio (un sombrero históricamente usado por esclavos liberados), es una versión temprana de Marianne, una personificación de la República Francesa.
Delacroix vivía en París en ese momento, por lo que experimentó el caos de primera mano. “Tres días en medio de disparos y balas, mientras había combates por todas partes”, escribió en 1830. “Un simple caminante como yo corría el mismo riesgo de detener una bala que los héroes improvisados que avanzaban sobre el enemigo con trozos de hierro fijados al mango de una escoba”.
El levantamiento de Honoré Daumier

Honoré Daumier, “El levantamiento”, 1848 o posterior (Foto: Wikimedia Commons [dominio público])
Honoré Daumier, un artista francés conocido por sus caricaturas, documentó la Revolución de 1848 en El levantamiento, una poderosa pintura al óleo descrita por el coleccionista Duncan Phillips como un “símbolo de toda la indignación humana reprimida”. Mientras que Delacroix, un pintor romántico conocido por sus pinturas llenas de acción, capturó el drama épico de la Revolución francesa, Daumier lo abordó desde la introspección. “La mirada se dirige hacia el interior”, dijo el historiador de arte francés Henri Focillon. “El alborotador está poseído por un sueño que comparte con la multitud”.
Washington cruzando el Delaware de Emanuel Leutze

Emanuel Leutze, “Washington cruzando el Delaware”, 1851 (Foto: Wikimedia Commons [dominio público])
Completada en 1851, esta gran pintura representa un momento crucial en la historia estadounidense: el exitoso ataque sorpresa de George Washington a los hesianos, tropas alemanas que luchaban para los británicos, en Trenton, Nueva Jersey, el 25 de diciembre de 1776. En la obra de Leutze, Washington aparece liderando heroicamente un ejército de 2,400 hombres a través del río helado, capturando el dramatismo de este momento histórico. “Sin la determinación, resistencia y liderazgo exhibidos por Washington al cruzar el río Delaware, la victoria en Trenton no habría sido posible”, explica Mount Vernon, la finca de Washington convertida en Monumento Histórico Nacional.
El 3 de mayo en Madrid de Francisco de Goya

Francisco Goya, “El 3 de mayo en Madrid”, 1808 (Foto: Wikimedia Commons [dominio público])
Considerado uno de los grandes precursores del arte moderno, el trabajo de Goya es a menudo descrito como “revolucionario”. Sin embargo, el famoso historiador de arte británico Kenneth Clark consideraba que El 3 de mayo en Madrid en particular era “el primer gran cuadro que se puede llamar revolucionario en todo el sentido de la palabra, en estilo, en tema y en intención”.
Nuevo planeta de Konstantin Yuon

Konstantin Yuon, “Nuevo planeta”, 1921 (Foto: Wikimedia Commons [dominio público])
En el arsenal de Diego Rivera

Diego Rivera, “En el arsenal”, 1928 (Foto: Wikimedia Commons [uso justo])
La Revolución mexicana, que inició en 1910, fue una crisis política provocada por el creciente desdén de la clase obrera por las políticas elitistas del presidente. Si bien la revolución terminó oficialmente en 1917 con la creación de la Constitución mexicana, la lucha duró hasta bien entrada la década de 1920, provocando la muerte más de un millón de personas. Completada en los últimos años del movimiento, En el arsenal presenta a Kahlo al frente y al centro mientras distribuye armas a los trabajadores convertidos en soldados. Encima de las figuras hay una pancarta inscrita con la letra de “Así será la revolución proletaria”, un corrido, o balada mexicana, de Rivera. “Son las voces del obrero rudo lo que puede darles mi laúd”, se lee en la orla del mural.
Círculo de animales/cabezas del zodiaco de Ai Weiwei

Ai Weiwei, “Círculo de animales/cabezas del zodiaco”, 2010 (Foto: Fotos de stock de Pabkov/Shutterstock)
Hoy en día, los artistas contemporáneos siguen encontrando inspiración en la revolución. En Círculo de animales/cabezas del zodiaco, el artista chino Ai Weiwei intenta remediar los desastrosos resultados de la Gran Revolución Cultural Proletaria, un periodo de muerte y destrucción.
La Revolución Cultural estalló en 1966, cuando Mao Zedong intentó fortalecer su control sobre el partido comunista. Además del colapso de la economía y de un número de muertes que probablemente llega a los millones, esta revolución culminó con la destrucción de la cultura material de China, provocando un nuevo aprecio por los artefactos que sobrevivieron.
Para Ai Weiwei, esto incluía la famosa fuente del zodiaco en el palacio de Yuanming Yuan en Beijing, un “sitio popular donde artistas como Ai se reunían a pintar y dibujar”. Adornada con una docena de cabezas de animales, esta fuente del siglo XVIII sirvió de inspiración para Círculo de animales/cabezas del zodiaco, una instalación escultórica que—además de reaccionar contra la esencia de la Revolución Cultural—es revolucionaria en sí misma.
“Mi trabajo siempre es un readymade“, dijo. “Podría ser cultural, político o social, y también podría ser arte—para hacer que la gente vuelva a ver lo que hemos hecho, su posición original, para crear nuevas posibilidades. Siempre quiero que la gente se confunda, que se sorprenda o que se dé cuenta de algo más tarde. Pero al principio tiene que ser atractivo para la gente”.
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