En los últimos años, la Ciudad de México (o CDMX, como se le conoce coloquialmente) se ha convertido en uno de los destinos favoritos de personas de todo el mundo gracias a su gran variedad artística, cultural y culinaria. Como una de las ciudades más grandes del mundo, en la capital mexicana hay infinidad de cosas por hacer, con algo para todos los gustos. Esto es especialmente cierto para los amantes del arte y la cultura. De hecho, la CDMX es una de las ciudades con más museos en el mundo, con 156 instituciones esparcidas a lo largo de la capital.
Con tantas cosas que ver y hacer, elegir qué lugares visitarás durante un viaje a la ciudad puede ser algo abrumador. Pero si vas a visitar la Ciudad de México y aún no sabes qué quieres hacer, no te preocupes. Aquí hemos compilado una lista de lugares que no te puedes perder en CDMX, ya sea por su valor histórico, artístico o cultural.
¿Eres amante del arte y vas a viajar a la Ciudad de México? Aquí te mostramos 11 cosas que puedes hacer durante tu visita.
Aprende sobre culturas antiguas en el Museo Nacional de Antropología.
El Museo Nacional de Antropología es el museo más visitado de todo México, y con justa razón. Ubicado en pleno bosque de Chapultepec, este recinto tiene una de las colecciones de artefactos mesoamericanos más grandes del planeta. Entre los objetos más destacados de su colección encontramos la Piedra del Sol, un molonito circular con inscripciones relacionados con la cosmogonía mexicana; la gigantesca figura de Tláloc, dios de la lluvia, que se encuentra a la entrada del museo; una cabeza olmeca; y la Coatlicue, una figura tallada de la madre de todos los dioses en el panteón mexica.
Además de artefactos mesoamericanos, el Museo de Antropología también alberga una serie de murales realizados por artistas mexicanos destacados, incluyendo a Rufino Tamayo, Jorge González Camarena y Leonora Carrington.
Explora la zona del Zócalo.
La Plaza de la Constitución, mejor conocida como el Zócalo, es la plaza más importante de la ciudad. El Zócalo solía ser el centro político y religioso de México-Tenochtitlan, la capital de los mexicas; tras la conquista, los españoles establecieron allí su capital, y desde entonces ha sido un sitio de reunión que mantiene su importancia hasta la fecha.
El Zócalo concentra tres construcciones clave para la ciudad. La Catedral Metropolitana data del siglo XVI y fue construida a lo largo de 250 años, por lo que integra múltiples estilos arquitectónicos como el gótico, el barroco y el neoclásico. A un costado de la catedral hallamos el Templo Mayor, las antiguas ruinas del mayor centro religioso de los mexicas que incluye salas dedicadas a grandes deidades como Huitzilopochtli y Tláloc. Finalmente, en uno de los costados del Zócalo se encuentra el Palacio Nacional, sede del gobierno mexicano. Este grandioso edificio fue mandado a construir por el conquistador español Hernán Cortés, y su interior posee un gran patrimonio histórico y artístico que incluye varios murales de Diego Rivera. Desde su balcón se realiza el tradicional Grito de Dolores, que marca el inicio de las celebraciones del día de la Independencia.
Maravíllate con el Palacio de Bellas Artes.
Con su colorida cúpula y tamaño monumental, el Palacio de Bellas Artes es uno de los edificios más icónicos de la CDMX. Inaugurado en 1934, este recinto cultural de estilo art nouveau cuenta con tres espléndidos auditorios que son sede de la Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Danza y la Compañía Nacional de Ópera. La sala principal de conciertos es conocida por su emblemático telón; está hecho con cristales Tiffany, y muestra a los dos volcanes que encontramos a orillas de la ciudad: el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.
Además de su imponente arquitectura, una de las más grandes joyas del Palacio de Bellas Artes se encuentra en la parte superior del edificio. El último piso está decorado con murales de grandes artistas mexicanos del siglo XX, incluyendo a José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo. Quizá uno de los más célebres sea la réplica de El hombre controlador del universo, que Diego Rivera pintó originalmente para el Centro Rockefeller de Nueva York. El mural original, que examina el contraste entre el capitalismo y el comunismo a través de diversos símbolos y motivos, fue destruido después de que Rivera incluyera un retrato favorable de Vladimir Lenin.
Conoce la vida de Frida y Diego en la Casa Azul.
Si eres fan de Frida Kahlo, la Casa Azul es una visita imperdible. Kahlo nació, creció y murió en esta casa de Coyoacán, donde los objetos que dieron forma a su vida aún conviven en armonía. Tras la muerte de la artista en 1954, Diego Rivera donó la casa para convertirla en un museo, con la promesa de que no se le harían grandes cambios.
Hoy, el Museo Frida Kahlo ofrece una mirada entrañable a la vida de esta revolucionaria artista. Exponiendo desde pinturas poco conocidas hasta objetos personales como su caballete y su silla de ruedas, los visitantes pueden explorar el antiguo hogar de Frida y Diego para aprender más sobre su vida y su legado.
Contempla la ciudad desde el Monumento a la Revolución.
En la colonia Tabacalera, cerca del Centro Histórico de la Ciudad de México, el Monumento a la Revolución es el gran protagonista del paisaje urbano. Completado en 1938, este monumento fue construido para conmemorar la recién concluida Revolución mexicana, y alberga los restos de figuras clave de esta justa como Venustiano Carranza, Francisco I. Madero y Pancho Villa. Con 67 metros de altura, es el segundo arco del triunfo más grande del mundo, detrás del de Pyongyang, que mide 70.
En el sótano del Monumento a la Revolución puedes visitar el Museo de la Revolución Mexicana, que narra los eventos de este periodo de la historia de México. También puedes usar el elevador que te lleva hasta un mirador con vistas panorámicas de la ciudad.
Da un paseo por el bosque de Chapultepec.
Si necesitas un respiro del caos de la ciudad, el bosque de Chapultepec es el lugar ideal para reposar un rato. Este parque urbano se extiende a lo largo de 678 hectáreas, convirtiéndolo en el más grande de América (incluso más que el Central Park de Nueva York).
Además de ser un lugar donde puedes pasear y comer comida callejera, el bosque de Chapultepec también alberga varios museos (algunos de ellos incluidos en esta lista), un zoológico, un jardín botánico y el famoso castillo de Chapultepec. Este recinto histórico data del siglo XVIII, y tuvo diversas funciones que abarcaron desde ser un colegio militar hasta un palacio real y un museo. Su ubicación en el cerro del Chapulín hace que el castillo ofrezca vistas inigualables que bien valen la visita.
Explora Xochimilco en trajinera.
Ubicada al sureste de la ciudad de México, la delegación de Xochimilco es famosa por sus canales, que delimitan tierras de cultivo tradicionales llamadas chinampas. El ajolote es endémico de esta zona, y es posible visitar los huertos y el famoso mercado de plantas y flores de Madreselva. Dicho esto, el punto turístico más famoso de Xochimilco son las trajineras. Estas coloridas embarcaciones te llevarán de paseo por los canales, ¡y puede que se te una alguna banda de mariachis!
Si visitas los canales, también tendrás la oportunidad de ver una de las atracciones más curiosas (y algo espeluznantes) de la zona: la Isla de las Muñecas. Esta chinampa, que solía pertenecer a Julián Santana, está llena de muñecas viejas y rotas que cuelgan de los árboles y demás construcciones de la isla. Aunque la leyenda dice que don Julián empezó a colocar las muñecas en honor a una niña que se había ahogado en los canales hace 50 años, su familia afirma que la historia es inventada. Aún así, puede que la colección de muñecas decapitadas te den pesadillas.
Aprecia el arte mexicano del siglo XX en el Museo de Arte Moderno.
El siglo XX fue una época clave para el desarrollo del arte mexicano. Por ello, el Museo de Arte Moderno (o MAM) en Chapultepec se ha dado a la tarea de preservar y difundir la obra de grandes artistas a partir de los años 30. Entre las obras de la colección figuran Las dos Fridas, uno de los cuadros más emblemáticos de Frida Kahlo, así como una de las colecciones más grandes de la pintora surrealista Remedios Varo.
Además de las obras que alberga, la arquitectura del MAM bien vale una visita. Basado en un diseño del famoso arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez, el interior del museo destaca por sus formas orgánicas, así como por su enorme cúpula central que recuerda a un sol saliente. Si visitas el museo, no olvides explorar también sus jardines: allí encontrarás una gran variedad de esculturas de artistas como Mathias Goeritz, Tosia Malamud, Ángela Gurría y Manuel Felguérez.
Visita la Casa Estudio Luis Barragán.
Este es un destino imperdible para los amantes de la arquitectura. El arquitecto mexicano Luis Barragán fue increíblemente influyente gracias a su uso del color y de la luz, y no hay mejor ejemplo de ello que la Casa Estudio Luis Barragán. Por fuera, el edificio no es especialmente llamativo; sin embargo, en su interior encontramos uno de los mejores ejemplos del estilo del arquitecto, con una mezcla de elementos modernistas y mexicanos tradicionales. Construida en 1948, la casa ha sido reconocida por la UNESCO y ahora forma parte de su lista de Patrimonio Mundial.
La Casa Estudio Luis Barragán ha sido transformada en un museo y puede ser visitada por el público. Sin embargo, es necesario reservar con antelación, ya que solo se puede visitar con cita previa y las plazas son limitadas.
Vive la lucha libre en la Arena México.
Cuando el resto del mundo piensa en México, lo primero que le viene a la cabeza a muchas personas es la lucha libre, y no hay mejor lugar para ver las luchas que la Arena México. No te dejes llevar por las apariencias: esta práctica en realidad se ha convertido en una muy querida expresión cultural mexicana, y las piruetas, llaves y teatralidad del evento lo convierten en algo más que un simple evento deportivo. Da rienda suelta a tus emociones mientras apoyas a los heroicos técnicos (¡o a los rudos!) en el cuadrilátero.
Aunque hay muchos lugares donde puedes ver las luchas, la Arena México se conoce como la “catedral de la lucha libre mexicana” por una razón. Y lo mejor de todo: las entradas son bastante accesibles.
Viaja al pasado al visitar Teotihuacán.
Aunque técnicamente no está en la Ciudad de México, Teotihuacán es un destino imperdible para los amantes de la arqueología. Ubicado a una hora de la capital, este complejo arqueológico alguna vez fue la ciudad más grande de Mesoamérica: se cree que en su momento de máximo esplendor, Teotihuacán llegó a tener cerca de 100,000 habitantes. En el recinto destacan las gigantescas pirámides del Sol y de la Luna, que pueden escalarse (si estás dispuesto a cansarte un poco).
Si no te importa madrugar, una gran opción es ver Teotihuacán desde las alturas. Varias empresas ofrecen tours que te permiten volar en un globo aerostático sobre la antigua ciudad al amanecer, ofreciéndote vistas espectaculares de la zona.
Artículos relacionados:
15 Museos imperdibles en la Ciudad de México
Biblioteca Vasconcelos: un templo de la literatura en el corazón de la Ciudad de México