Al ser una de las civilizaciones más antiguas del mundo, no es ninguna sorpresa que China posea una rica historia artística. A lo largo de 3,000 años, el país ha desarrollado una cultura vibrante compuesta de innumerables formas de arte; juntas, todas ellas nos dan una idea de la fascinante evolución de China. Aquí exploraremos algunas de las contribuciones artísticas más importantes de este majestuoso país, desde cerámica hasta poesía moderna e instalaciones contemporáneas.
Estas siete formas de arte son la base de la historia del arte chino.
Cerámica neolítica
Uno de los tipos de arte más antiguos de China es la cerámica neolítica. Llamado así por el periodo durante el cual fue producido, este género de arte incluye piezas de cerámica creadas entre el año 10,000 y 2,000 a.C. Aunque en un principio la cerámica neolítica no se pintaba, varias piezas—particularmente las que fueron creadas por el pueblo Yangshao, quienes vivieron a lo largo del río Amarillo entre el año 5,000 y 3,000 a.C.—fueron decoradas al presionar cuerdas sobre ellas, dejando marcas distintivas.
Hacia el final de la era neolítica, el pueblo Yanshao comenzó a pintar su cerámica, siendo los diseños geométricos y rostros humanos algunos de sus motivos preferidos.
Jades rituales
Los objetos de jade fueron artesanías populares que surgieron durante el periodo neolítico en China. Extraída por primera vez en el año 6000 a.C., esta “gema imperial” se convirtió en un elemento muy cotizado en varias culturas chinas, y se han encontrado importantes sitios en Liangzhu (una antigua región del actual Zhejiang), la provincia de Liaoning y Mongolia Interior.
Extraído de las rocas metamórficas, este mineral de color verde brillante era utilizado para crear una gran cantidad de objetos. Mientras que algunos—incluyendo tazas, jarrones y adornos—simplemente servían para fines decorativos y prácticos, otros eran de naturaleza ceremonial. Los artefactos rituales de jade como el cong cilíndrico y el disco bi, por ejemplo, eran profundamente simbólicos y hacían referencia a la Tierra y al Cielo, respectivamente. Estos objetos funerarios, que han sido hallados en los cementerios de Liangzhu, figuran entre las creaciones más misteriosas de China.
Bronces rituales
Al terminar el periodo neolítico, inició una nueva era en la antigua China: la Edad de Bronce. Comenzando cerca del año 2000 a.C., la Edad del Bronce se caracteriza por la aparición del bronce. Al igual que el jade, este material se utilizaba para fabricar objetos tanto utilitarios como rituales, siendo las vasijas algunos de los más prevalentes.
Un desarrollo importante que ayuda a definir la Edad de Bronce en China es la fundición de piezas, un método para “esculpir” el metal. Para crear una de estas piezas, explica el Museo Metropolitano de Arte, “se hace un modelo del objeto que se va a fundir y se crea un molde de arcilla del modelo. Luego se corta el molde en secciones para extraer el modelo, y las secciones se vuelven a ensamblar después de la cocción para formar el molde para fundir”.
Popular durante la dinastía Shang (1600 a 1046 a.C.), este método era el preferido de los artesanos, ya que les permitía crear delicados y elaborados diseños al hacer grabados sobre los moldes.
Poesía
Aunque las bellas artes han sido importantes en China desde hace miles de años, también lo es la poesía. Desde su aparición hace 2,000 años con el Shi Jing (una colección de 305 poemas compilados en “El libro de las odas” o, más literalmente, el “Clásico de poesía”) y el Chu Ci (una antología de 17 parte cuyo título se traduce como “Las elegías de Chu”) esta forma de arte se ha convertido en un elemento esencial de la cultura china.
La poesía elaborada antes del Movimiento del 4 de Mayo—un levantamiento político y cultural impulsado por las protestas estudiantiles de 1919—se conoce como clásica. Se define por un uso conciso de caracteres y, a menudo, por la presencia de rima. La poesía moderna, por el contrario, es de naturaleza más experimental, ya que emplea el verso libre y se produce en una variedad de lenguas chinas. En ambos casos, los poemas pueden ser hablados, cantados o escritos—a menudo en caligrafía.
Caligrafía
La caligrafía es un género único de las artes gráficas. Creada con un pincel y tinta, la caligrafía ha celebrado la complicada belleza de los caracteres chinos desde la dinastía Shang (alrededor de 1600-1100 a.C.). Sin embargo, no fue hasta el siglo VI d.C. que alcanzó un estatus casi etéreo.
Caligrafía se traduce literalmente como el “arte de escribir bello“. Pero que no te engañe la simplicidad de su significado; la caligrafía no es una forma de arte cualquiera. De hecho, como señala Asia Society, “en China, desde un periodo muy temprano, la caligrafía fue considerada más que una forma de arte decorativo. Más bien era vista como la forma suprema de arte visual; era más valorada que la pintura y la escultura, y se clasificaba junto a la poesía como medio de autoexpresión y cultura”. Esto se debe no sólo a su estética, sino a la habilidad física y la alfabetización que requiere para crearla.
Pinturas de paisajes
La caligrafía fue la forma de arte prevalente en China durante siglos. Sin embargo, durante la dinastía Song del Norte (960-1127) la pintura por fin entró en escena. Si bien ambas formas de arte tienen muchas cosas en común, incluyendo la técnica y los materiales, son muy diferentes en cuanto a temática. Mientras que los calígrafos se centraban en los caracteres, el enfoque de los pintores del siglo X estaba en el mundo que los rodeaba. Específicamente, se inspiraron en los paisajes.
Al igual que las obras caligráficas, las pinturas de paisajes son más de lo que se ve a simple vista. Además de mostrar la belleza de la naturaleza, estas obras abordan “convicciones sociales, filosóficas o políticas específicas”. Sin embargo, también sirvieron simplemente como un medio de autoexpresión, ofreciendo un vistazo al “paisaje interior del corazón y la mente del artista”.
Instalaciones contemporáneas
Hoy en día, esta capacidad de introducir a los espectadores en el propio mundo del artista está presente en otra forma de arte: la instalación. El arte de la instalación es un movimiento moderno caracterizado por obras de arte que son interactivas, a gran escala, y por lo general específicas para un sitio. Este género se ha hecho popular entre muchos artistas chinos contemporáneos, con Ai Weiwei a la cabeza.
Figura destacada en el ámbito del arte contemporáneo, la obra de Ai Weiwei invita al público de hoy a ver la historia de China a través de una lente moderna. “Mi trabajo es siempre un trabajo ya hecho”, dijo, “cultural, político o social, y también podría ser arte, para hacer que la gente vuelva a mirar lo que hemos hecho, su posición original, para crear nuevas posibilidades”.
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