
Detalle del techo de la Capilla Sixtina (Foto: vía Wikimedia Commons , dominio público)
El fresco es una de las técnicas de creación de murales más importantes de la historia del arte. Aunque suele asociarse con el arte del Renacimiento italiano, esta técnica de pintura ha existido por milenios, inspirando a artistas antiguos y contemporáneos por igual.
Creados pintando directamente sobre yeso, los frescos ofrecen una permanencia que no se encuentra en otras formas de arte. Por ello, los muralistas aprovechan esta durabilidad al máximo. Así lo ilustran algunas obras maestras bien conservadas, como las pinturas murales romanas de Pompeya y el techo de la Capilla Sixtina, pintado por Miguel Ángel.
¿Qué es un fresco?
Una pintura al fresco es una obra de arte en una pared o techo creada mediante la aplicación de pigmento sobre intonaco o una fina capa de yeso. El nombre “fresco” se refiere a que el intonaco de un verdadero fresco está húmedo en el momento se aplica la pintura.

(Foto: Lori Greig vía Flickr CC BY-NC-ND 2.0)
Tipos de fresco
Hay tres tipos de fresco: buon, secco y mezzo.
Para pintar un buon (“buen” o “verdadero”) fresco, el artista debe pinta directamente sobre yeso recién mezclado. Debido a la pegajosidad natural del intonaco húmedo, el pigmento utilizado para pintar un buon fresco no necesita contener un medio aglutinante; en cambio, simplemente se puede mezclar con agua.
Por el contrario, el fresco secco (“seco”) emplea yeso seco como lienzo. Para que la pintura se adhiera al yeso, los pigmentos deben mezclarse con un medio aglutinante, como un pegamento adhesivo o yema de huevo.
Un mezzo (“medio”) fresco está pintado sobre intonaco casi seco. Durante el Renacimiento, este tipo de fresco se volvió ampliamente utilizado, y finalmente superó en popularidad al buon fresco.
Frescos famosos
Aunque se considera ampliamente una forma de arte italiano, hay frescos famosos en todo el mundo. A continuación, echamos un vistazo a algunas de las más famosas de estas pinturas sobre yeso.
Fresco de la taurocatapsia

“Fresco de la taurocatapsia” (ca. 1600 – 1450 a.C) (Foto: Ministerio de cultura y deporte vía Wikimedia Commons [dominio público])
Frescos de Sigiriya

Frescos de Sigiriya (Siglo V a.C) (Foto: Rudolph.A.furtado vía Wikimedia Commons CC0 1.0)
Sigiriya en Sri Lanka, que alguna vez que el sitio de un antiguo palacio, es famosa por su pequeña colección de coloridos frescos inspirados en la mitología que sobrevivieron al paso del tiempo. Estas exquisitas obras fueron creadas por el rey Kasyapa en el siglo V a. C. y estaban destinadas a transformar este sitio terrenal en su propio paraíso.
Retrato de Safo

“Mujer con lápices de cera y lápiz” también conocido como “Retrato de Safo” (ca. 55-79) (Foto vía Wikimedia Commons [dominio público])
La anunciación

“La anunciación” por Fra Angelico (ca. 1442-1443) (Foto: Web Gallery of Art vía Wikimedia Commons [dominio público])
Este fresco se encuentra en el convento de San Marco en Florencia, Italia. Si bien no es la primera vez que Angelico exploró esta iconografía (también completó tres pinturas de panel visualmente similares y otro fresco de la Anunciación), se ha convertido en uno de los frescos más conocidos del Renacimiento.
La última cena

“La última cena” por Leonardo da Vinci (1495- 1498) (Foto: Haltadefinizione vía Wikimedia Commons [dominio público])
Junto con otras obras como la Mona Lisa y el Hombre de Vitruvio, La última cena sigue siendo una de las obras de arte más famosas de este artista.
El techo de la Capilla Sixtina

El techo de la Capilla Sixtina pintado por Miguel Ángel (1508-1512) (Foto: Jean-Christophe Benoist vía Wikimedia Commons [dominio público])
Muchos de estos personajes están enmarcados con giornata, sutiles “contornos” hechos al raspar secciones del intonaco húmedo. Con la intención de sugerir profundidad, estas giornata están presentes en toda la pintura de yeso.
La escuela de Atenas

“La escuela de Atenas” por Rafael (1511) (Foto: Museo del Vaticano via Wikimedia Commons [dominio público])
La escuela de Atenas, el fresco más conocido de esta serie, incluye retratos de los filósofos más famosos del mundo. Además de grandes pensadores griegos como Platón, Sócrates, Euclides y Aristóteles, este colorido mural también incorpora un autorretrato furtivo del propio artista.
Murales de la industria de Detroit

“Murales de la industria de Detroit” por Diego Rivera (1933) (Foto: ashleystreet vía Wikimedia Commons [dominio público])
Caracterizados por “masas, máquinas y poder mecánico desnudo”, los murales de Rivera ayudaron a conectar la pintura al fresco con el mundo moderno.
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