A lo largo de los siglos XVII y XVIII, los artistas y arquitectos europeos adoptaron un estilo cada vez más ornamentado. Conocido como Barroco, este enfoque se caracterizó por una estética recargada que busca asombrar y despertar una sensación etérea.
Hoy en día, el periodo barroco sigue siendo uno de los movimientos culturales más célebres de la historia del arte occidental. Aquí echaremos un vistazo a la historia y evolución de esta extravagante corriente artística y arquitectónica.
¿Qué es el Barroco?
El Barroco, cuyo nombre proviene de barroco, un término portugués para una perla de forma irregular, se define por la grandeza y la opulencia de su arte y arquitectura. Con raíces en Roma, el movimiento se extendió por Italia y otros países europeos entre 1600 y 1750, y se hizo particularmente popular en Francia, España y Austria.
¿Cuáles son las características principales del periodo barroco?
El arte y la arquitectura barrocos tienden a ser muy extravagantes y muestran movimiento, tensión, emoción y un uso dramático de la luz y la sombra.
Dado que el periodo barroco coincidió con el Renacimiento italiano, no es una sorpresa que los dos movimientos compartieran algunas similitudes estilísticas. Tanto los artistas del Renacimiento como los del Barroco emplearon el realismo, colores intensos y temas religiosos o mitológicos, mientras que los arquitectos que trabajaban en ambos estilos favorecían el equilibrio y la simetría. Sin embargo, lo que diferencia al estilo barroco de su contraparte renacentista es su opulencia, una característica presente tanto en su arte como en su arquitectura.
Arte barroco
Pintura
Si bien los temas e incluso el estilo pueden variar entre las pinturas barrocas, la mayoría de las piezas de este periodo tienen un elemento en común: el dramatismo.
En la obra de pintores famosos como Caravaggio y Rembrandt, su interés en la teatralidad se materializa en intensos contrastes entre la luz y la sombra.
Artistas barrocos como Gentileschi, Poussin y Rubens lograron una mayor sensación de dramatismo a través del movimiento. A menudo, la acción en sus cuadros estuvo inspirada en cuentos de la Biblia e historias de la mitología clásica.
Además de sus composiciones enérgicas, Rubens capturó el dramatismo a través de su radiante y rica paleta de colores. “Rubens evitó pintar de forma que el color se hundiera. La luminosidad de su trabajo fue prueba de la excelencia de su técnica”, explica el artista Max Doerner en el libro The Materials of the Artist and Their Use in Painting. “Sus colores tenían tanto lustre y medio dentro de sí mismos que, al igual que las imágenes de Van Eyck, tenían un brillo sin necesidad de barnizarlos”.
Escultura
Las esculturas figurativas de bronce y mármol producidas durante este periodo muestran un interés por el dinamismo. A través de siluetas torcidas y prendas que fluyen, escultores como Bernini pudieron evocar el movimiento. Otros elementos como fuentes de agua a menudo realzaron este enfoque teatral.
Al igual que las estatuas del Renacimiento—como el famoso David de Miguel Ángel—las esculturas barrocas a menudo estaban destinadas a adornar edificios majestuosos. También fueron comisionados para otros lugares ostentosos, como deslumbrantes interiores de iglesias y jardines reales.
Arquitectura barroca y diseño de interiores
Interiores
Al igual que el arte de esta época, los interiores barrocos transmitían un interés por una estética exagerada. Los muebles y otras piezas de arte decorativo frecuentemente presentaban diseños estampados que recuerdan al follaje en espiral, así como otros elementos inspirados en el mundo natural. De forma similar, los putti—motivos ornamentales en forma de Cupido—adornaban comúnmente tapices y pinturas en los techos.
Como era de esperarse, los materiales utilizados para elaborar estos interiores exudaban riqueza, algo presente en los “lujosos muebles de terciopelo y damasco y los muebles de madera dorada y marquetería” (Museo Victoria and Albert), que a menudo se podían encontrar dentro de los palacios.
Exteriores
La arquitectura barroca también se caracteriza por la ornamentación. A menudo, las fachadas de los edificios barrocos están adornadas con intrincados tallados en relieve, acentos dorados y columnas, en específico, columnas salomónicas, cuya estética de sacacorchos fue favorecida por arquitectos de España a Austria.
Los arquitectos de toda Europa también coronaron muchas basílicas barrocas, iglesias y otros edificios con cúpulas. Además de las cúpulas ovales, que se erigieron en todo el continente, el estilo preferido de las cúpulas generalmente varía según la región. En Europa Central prevalecieron las cúpulas de cebolla y las cúpulas bulbosas fueron populares en Alemania.
Por encima de todo, la arquitectura barroca transmitía una preferencia por el equilibrio.
Legado
Aunque el estilo barroco surgió hace siglos, aún sigue siendo uno de los movimientos más importantes en la historia del arte. Ya sea en una valiosa colección de pinturas en el Louvre o arrojando una moneda en la famosa Fontana de Trevi de Roma, el legado duradero del arte y la arquitectura barroca está tan presente como su opulencia.
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