Conocidos por sus diversos y distintivos estilos y por sus percepciones subjetivas del mundo que los rodeaba, los postimpresionistas fueron pioneros en cuanto a la forma de hacer arte a finales del siglo XIX. A diferencia de los impresionistas que los precedieron y los fauvistas que vinieron después, los artistas postimpresionistas no compartían un solo enfoque estético. En cambio, lo que los unió fue un interés común en explorar abiertamente la mente del artista.
Dada la variedad de estilos, técnicas e incluso temáticas presentes en las pinturas postimpresionistas, definir el movimiento puede ser difícil. Sin embargo, al hacer un recuento de su historia, identificar a sus artistas y determinar sus características distintivas, se puede empezar a comprender el significado histórico y simbólico de esta corriente artística.
¿Qué es el postimpresionismo?
Llamamos postimpresionismo a un movimiento artístico que se desarrolló durante la década de 1890. Se caracteriza por un enfoque subjetivo de la pintura, ya que los artistas buscaban evocar emociones a través de su obra, dejando a un lado el realismo. Si bien sus estilos varían mucho, las pinturas postimpresionistas sí comparten algunas características. Éstas incluyen motivos simbólicos, colores poco naturales, y pinceladas pictóricas.
¿Por qué surge el postimpresionismo?
Entre 1870 y 1880, el impresionismo era la corriente vanguardista dominante en Francia. Sin embargo, muchos nuevos artistas no estaban de acuerdo con el enfoque impresionista en la forma en vez de la temática. Con la intención de revolucionar el mundo del arte contemporáneo, varios artistas con estilos disímiles —incluyendo a Paul Cézanne, Paul Gauguin, Vincent van Gogh, Georges Seurat, Henri Toulouse-Lautrec y Henri Rousseau— formaron el grupo de los postimpresionistas.
Al igual que los impresionistas, los postimpresionistas compartieron su trabajo con el público a través de exhibiciones independientes por todo París. En 1910, el conocido crítico de arte, historiador y curador Roger Fry acuñó el término “postimpresionismo” en su exposición Manet y los postimpresionistas. Al igual que los artistas de esta corriente, Fry creía firmemente que la belleza del arte está intrínsicamente anclada a la percepción. “El arte es una expresión y un estímulo a la vida imaginaria más que una copia de la vida real”, explica Fry en An Essay in Aesthetics. “El arte aprecia la emoción por sí sola. El artista es un constante observador de su entorno y el menos afectado por su valor estético intrínseco. Al contemplar un campo de visión específico, la conjunción estética caótica y accidental de formas y colores comienza a cristalizarle en una armonía”. Hoy en día, estas ideas nos ayudan a entender el hilo conductor entre estos artistas.
¿Cuáles son las principales características del postimpresionismo?
Simbolismo emocional
Como explica Fry, los postimpresionistas creían que una obra de arte no debería de girar alrededor de un estilo, proceso o enfoque estético en particular. En cambio, la obra debería de hacer énfasis en el simbolismo al comunicar los pensamientos más profundos del subconsciente del artista. En lugar de emplear el sujeto como una herramienta visual o como un medio para un fin, los postimpresionistas lo percibieron como una forma de transmitir sentimientos. Según Paul Cézanne, “una obra de arte que no comenzó en las emociones no es una obra de arte”.
Colores llamativos
“¡El color! Qué profundo y misterioso lenguaje, el lenguaje de los sueños”. -Paul Gauguin
A diferencia de los impresionistas, quienes buscaban capturar los efectos de la luz natural sobre los tonos, los postimpresionistas deliberadamente adoptaron una paleta de color artificial para representar su percepción emocional del mundo que los rodeaba. Tonalidades saturadas, sombras multicolor y una gran variedad de colores son evidentes en la mayoría de las pinturas postimpresionistas, mostrando el enfoque innovador e imaginativo de los artistas hacia la representación.
Pinceladas distintivas
Al igual que las pinturas que pertenecen al impresionismo, la mayoría de las pinturas postimpresionistas presentan pinceladas gruesas y perceptibles. Además de añadir textura y un sentido de profundidad a la obra de arte, estas marcas también apuntan a las cualidades pictóricas de la obra, dejando claro que no pretende ser una representación realista.
Artistas postimpresionistas importantes
Vincent van Gogh (1853-1890)
Vincent van Gogh es, sin duda alguna, uno de los máximos representantes del postimpresionismo. Nacido en Holanda, Van Gogh decidió dedicarse a la pintura a los 27 años y vivió gran parte de su vida en Francia. Este famoso artista es conocido por sus pinceladas expresivas y su magistral uso del color, características que en un principio no fueron bien recibidas. De hecho, Van Gogh enfrentó muchos desafíos personales a lo largo de su carrera; durante una crisis psiquiátrica acabó cortándose una oreja, y eventualmente el peso de sus problemas de salud mental llevaría al artista a quitarse la vida.
Si bien su obra no fue apreciada en su momento, hoy las pinturas de Van Gogh (desde sus autorretratos hasta sus paisajes y sus girasoles) son universalmente adoradas y son una parte fundamental de las colecciones de los museos más importantes del mundo.
Obras importantes: Terraza de café por la noche (1888), La noche estrellada (1889), El dormitorio en Arlés (1889), serie de Girasoles
Paul Cézanne (1839-1906)
Además de ser una figura clave del postimpresionismo, Paul Cézanne es considerado el antecesor del fauvismo y un precursor del cubismo. El trabajo de este pintor francés se caracteriza por su uso de pinceladas pictóricas y una paleta de colores intensos. Además, Cézanne es conocido por su uso poco convencional de la perspectiva, ya que solía rechazar las representaciones realistas del espacio en favor de composiciones más creativas. Esto es particularmente evidente en sus bodegones, en las que frecuentemente aparecían frutas, botellas y otros objetos cotidianos sobre mesas inclinadas y desordenadas.
Obras importantes: La canasta de manzanas (1890-1894), Los jugadores de cartas (1894-5), Las bañistas (1898-1905)
Paul Gauguin (1848-1903)
El artista francés Paul Gauguin tenía un particular interés por explorar la mente del artista. Entre todos los pintores postimpresionistas, Gauguin destacó por su revolucionaria paleta de colores, una brillante combinación de tonos inspirados en sus viajes a Tahití.
El tiempo de Gauguin en esta isla tropical no estuvo libre de controversia. Si bien las pinturas que realizó allí se encuentran entre sus obras más conocidas, se les considera cada vez más como ejemplos de exotismo y con frecuencia se les condena por sus matices coloniales. Además, durante ese tiempo se casó y dejó embarazada a una niña polinesia de 13 años, a quien pintó en numerosas ocasiones, por lo que estos cuadros (y su legado en general) son bastante problemáticos.
Obras importantes: El Cristo amarillo (1889), Mujeres de Tahití (1891), ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos? (1897-1898)
Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901)
El artista francés Henri de Toulouse-Lautrec fue un destacado pintor, grabador, dibujante e ilustrador. Uno de sus principales enfoques fue retratar la vida nocturna parisina, que hasta entonces se consideraba un tema de bajo valor artístico. Toulouse-Lautrec realizó innumerables retratos de artistas bohemios y prostitutas, y diseñó una serie de carteles litográficos para el icónico Moulin Rouge. Hoy en día, estas piezas están entre sus obras más famosas.
Obras importantes: En la cama: el beso (1892), Aristide Bruant en su cabaret (1892), En el Moulin Rouge (1892–1895)
Henri Rousseau (1844-1910)
El arte postimpresionista no fue muy bien recibido por la crítica, y esto es particularmente cierto en el caso de Henri Rousseau. Este artista autodidacta se hizo conocido por sus exuberantes escenas de selva, a pesar de no haber salido nunca de Francia ni haber visto una selva con sus propios ojos. En cambio, sus cuadros de estilo naíf, ahora icónicos, se inspiraron en libros infantiles y en el zoológico y los jardines botánicos de París.
Obras importantes: Tigre en una tormenta tropical (1891), La gitana dormida (1897), El sueño (1910)
Diferentes técnicas
A diferencia de otros movimientos artísticos importantes, el postimpresionismo incluye una enorme variedad de estilos y subgéneros. Entre ellos se encuentran el puntillismo, el japonismo y el primitivismo.
Puntillismo
Impulsado por Georges Seurat y Paul Signac, el puntillismo es una técnica que emplea pequeños puntos de color que se unen para formar una composición cohesiva. Si bien se inspira en las pinceladas del impresionismo, el puntillismo muestra el enfoque en la planitud y la formalidad evidente en muchas piezas postimpresionistas. Seurat y Signac introdujeron el método en 1886, y continuaron trabajando en este estilo a lo largo de toda su carrera.
Japonismo
De forma similar en que los artistas impresionistas se inspiraron en el uso de perspectiva y color en el arte japonés, los postimpresionistas —específicamente, Vincent van Gogh— emularon e imitaron las estampas japonesas en su trabajo. En algunas piezas, como Ciruelo en flor (después de Hiroshige) y Puente en la lluvia (después de Hiroshige), van Gogh replica obras de arte conocidas. En otras, como Retrato de Père Tanguy, simplemente emplea el arte japonés como acento.
Van Gogh admiraba el impacto emocional y la calidad filosófica del contenido del arte japonés. “Cuando estudiamos el arte japonés, vemos a un hombre que sin duda es sabio, filosófico e inteligente. ¿Y cómo pasa su tiempo?”, pregunta a su hermano, Theo, en una carta de 1888.
“Estudia una sola brizna de hierba. Pero esa brizna de hierba lo lleva a dibujar plantas de todo tipo, y después las estaciones, los aspectos generales del paisaje, después animales y, finalmente, al ser humano. Así es como pasa su vida, y la vida es demasiado corta para hacerlo todo. Vamos, ¿no es casi una verdadera religión la que nos enseñan estos sencillos japoneses, que viven en la naturaleza como si ellos mismos fueran flores? Y me parece que no podemos estudiar arte japonés sin volvernos mucho más alegres y felices, y debemos volver a la naturaleza a pesar de nuestra educación y nuestro trabajo en un mundo de convenciones”.
Primitivismo
Aunque la estética “primitiva” ha sido usada por artistas de muchos movimientos, se asocia más estrechamente con dos géneros de arte: el postimpresionismo y, más tarde, el cubismo.
Varios artistas postimpresionistas como Paul Gauguin y Henri Rousseau fueron pioneros en el enfoque del arte moderno con piezas como ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos? y La gitana dormida, respectivamente. Estas piezas presentan las dos cualidades principales del primitivismo —un interés por temas no occidentales y un estilo de pintura inocente— a la vez que capturan el interés de los artistas en temas emocionales e incluso oníricos.
En definitiva, y aunque se componga de muchas características, estilos e incluso subgéneros diferentes, el postimpresionismo logra transmitir la conexión inherente entre las emociones y el arte, demostrando el poder y el potencial de la mente del artista.
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