Innumerables creadores de todo el mundo han dado forma al mundo del arte como lo conocemos hoy en día; sin embargo, los pintores franceses están entre los más famosos e influyentes de la historia del arte occidental. Después de todo, el arte era—y aún es—una parte esencial de la cultura francesa.
A lo largo de los siglos, los gobernantes de Francia —como Luis XIII y Luis XIV— apoyaron y defendieron los esfuerzos artísticos, e incluso contribuyeron a la fundación de la Academia Real de Pintura y Escultura. Este próspero entorno artístico se tradujo en un terreno fértil para muchos de los movimientos artísticos revolucionarios que conocemos hoy, como el barroco francés y el estilo rococó de los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, también dio origen a un grupo de artistas que eventualmente serían conocidos como los impresionistas, quienes sacudirían las tradiciones artísticas establecidas en Francia y marcarían el inicio del modernismo.
Desde artistas neoclásicos con Jacques-Louis David hasta pintores impresionistas como Claude Monet y Camille Pissarro, estos son algunos de lo pintores franceses que todo amante del arte debe conocer.
Descubre 18 pintores franceses famosos que cambiaron el curso de la historia del arte.
Pintores franceses neoclásicos
El neoclasicismo es un movimiento artístico del siglo XVIII que se basaba en los ideales de Roma y la antigua Grecia. Su interés en la simplicidad y en la armonía surgió en parte como rechazo a la estética frívola y ornamentada del estilo rococó.
Jacques-Louis David (1748–1825)
Jacques-Louis David (1748–1825) es considerado el líder del movimiento neoclásico. Originario de París, recibió una educación formal en arte que le permitió perfeccionar sus talentos, y llegó a causar sensación en el prestigioso Salón. Produjo obras de arte que se apartaban de los estándares del rococó, con pocos colores, composiciones minimalistas pero balanceadas y sujetos clásicos. Durante la Revolución Francesa, se vinculó a Maximilien Robespierre y creó arte que apoyaba a su bando. Más tarde, cuando Napoleón subió al poder, David volvió a cambiar de bando y realizó obras de arte en apoyo del nuevo régimen. Su arte tuvo un gran impacto en los artistas neoclásicos de toda Europa.
Obras de arte famosas: Juramento de los Horacios (1784–1785), La muerte de Sócrates (1787), La muerte de Marat (1793), Napoleón cruzando los Alpes (1801–1805)
Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780–1867)
Nacido un par de décadas después de David, el artista francés Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867) heredó la tradición neoclásica y produjo obras de estilo mayoritariamente académico. Sus habilidades como uno de los mejores dibujantes de la historia le ayudaron a crear retratos fascinantes, la mayoría de los cuales son sus piezas más conocidas. Más tarde, cuando el Romanticismo surgió como otro movimiento artístico principal, Ingres y Eugène Delacroix se enfrentaron como símbolos del estilo viejo y nuevo.
Obras de arte famosas: La gran odalisca (1814)
Pintores románticos franceses
El Romanticismo fue un movimiento cultural que surgió alrededor de 1780. Hasta entonces, el neoclasicismo había dominado el arte europeo del siglo XVIII. Se caracterizó por un enfoque en temas clásicos, un interés en la austeridad estética e ideas en línea con la Ilustración, un movimiento intelectual, filosófico y literario que ponía el énfasis en el individuo.
Théodore Géricault (1791–1824)
Aunque solo vivió hasta los 32 años, Jean-Louis André Théodore Géricault (1791-1824) tuvo un impacto duradero en el curso del Romanticismo. Su dramática pintura La balsa de la Medusa, que representaba las consecuencias emocionales y físicas de un naufragio francés contemporáneo, cautivó la imaginación tanto del Salón de París como del joven Eugène Delacroix, que atribuyó a esta obra la inspiración de su estilo romántico.
Obras de arte famosas: La balsa de Medusa (1818–1819)
Eugène Delacroix (1798–1863)
Maestro del color, el movimiento y el dramatismo, Eugène Delacroix fue uno de los grandes líderes del movimiento artístico del Romanticismo y una figura influyente en la obra de los impresionistas. Inspirándose en los maestros de la escuela veneciana y en el arte del pintor barroco Pedro Pablo Rubens, Delacroix descubrió que, a través del color, las pinceladas visibles y las composiciones dinámicas, podía transmitir dramatismo, movimiento y, sobre todo, emoción, que era la base de todo el arte romántico. La obra de Delacroix abarcó acontecimientos contemporáneos, escenas mitológicas, orientalismo y retratos.
Obras de arte famosas: La muerte de Sardanápalo (1827), La Libertad guiando al pueblo (1830)
Pintores realistas franceses
El realismo llegó a Francia en la década de 1850. A raíz de la Revolución de 1848, que estableció el “derecho al trabajo” en el país, el movimiento introdujo la idea de que la gente común y corriente, los entornos contemporáneos y las escenas cotidianas eran sujetos artísticos dignos.
Jean-François Millet (1814–1875)
Afincado en la Francia rural, Jean-François Millet se enfocó en retratos de la clase trabajadora, especialmente de los agricultores. “Los temas campesinos son los que mejor se adaptan a mi naturaleza”, dijo, “pues debo confesar… que el lado humano es lo que más me conmueve en el arte”. Además de ser un pintor realista de primer orden, Millet también es conocido por su papel en la fundación de la escuela de Barbizon, un grupo de artistas que se unieron para desafiar el dominio del Romanticismo. A menudo se le cita como una gran fuente de inspiración para el postimpresionista holandés Vincent van Gogh.
Obras de arte famosas: Las espigadoras (1857)
Gustave Courbet (1819–1877)
Gustave Courbet suele considerarse una figura clave del realismo. Sentó las bases del movimiento en la década de 1840, cuando empezó a retratar a campesinos y trabajadores a gran escala, un tamaño que normalmente estaba reservado para temas religiosos, históricos o alegóricos. “Es la sociedad en su mejor momento, en su peor momento, en su promedio”, dijo de su práctica. “En resumen, es mi forma de ver la sociedad con todos sus intereses y pasiones. Es el mundo entero que viene a mí para ser pintado”.
Obras de arte famosas: Los rompedores de piedras (1849), Entierro en Ornans (1849–1850)
Rosa Bonheur (1822–1899)
La pintora realista del siglo XIX Rosa Bonheur era conocida por sus impresionantes cuadros de animales, desde caballos hasta toros y conejos. Bonheur, que vivía en un castillo francés que había comprado, nunca se casó. Llevaba el pelo corto, obtuvo un permiso (entonces necesario) para llevar ropa de hombre e incluso tuvo una leona como mascota. Fue la primera mujer artista que recibió la Legión de Honor después de que la emperatriz Eugenia visitara su estudio. La emperatriz declaró que “el genio no tiene sexo” después de ver los cuadros de Bonheur.
Obras de arte famosas: La feria de caballos (1852–1853)
Pintores impresionistas franceses
Nacido en Francia en el siglo XIX, el movimiento impresionista estaba basado en la práctica espontánea de pintar al aire libre. esta corriente fue promovida por un singular grupo de artistas que decidieron abandonar los enfoques de pintura tradicionales en favor de pinceladas frenéticas y paletas de color únicas, algo increíblemente progresivo para su época. En contraste con el realismo impuesto por la escena artística, sus pinturas capturaron “impresiones” de momentos efímeros de la vida cotidiana.
Camille Pissarro (1830–1903)
Camille Pissarro fue un pionero que contribuyó tanto al impresionismo como al movimiento que siguió, el postimpresionismo. Al igual que otros artistas de esa época, el trabajo de Pissarro recibió burlas y fue rechazado por los críticos. El artista y sus amigos, como Claude Monet y Paul Cézanne, crearon un grupo que exhibiría sus piezas en el Salon des Refusés (Exhibición de los rechazados), una alternativa al Salón de París.
Durante la última parte de su carrera, Pissarro creó una serie de pinturas al óleo que capturan paisajes urbanos franceses en diferentes momentos del día y condiciones climáticas diversas.
Obras de arte famosas: Serie Boulevard Montmatre (1897)
Édouard Manet (1832–1883)
Édouard Manet fue uno de los primeros artistas del siglo XIX en pintar la vida moderna y uno de los pioneros que dirigió la transición del realismo al impresionismo. Polémicas en su momento, muchas de sus pinturas retrataban mujeres desnudas; una de ellas fue la pintora francesa Victorine Meurent, quien posó para varias de las pinturas más famosas de Manet, incluyendo Olympia.
Lo más impactante para el público en ese momento no era la desnudez de Olympia, sino lo muchos detalles que hicieron creer a las personas que Meurent fue retratada como una prostituta. Estos incluían la orquídea en su cabello y símbolos de riqueza como sus aretes de perlas su brazalete de oro, sin mencionar que el nombre “Olympia” estaba asociado a las prostitutas de París en la década de 1860.
Obras de arte famosas: Olympia (1863), Almuerzo en la hierba (1863), Un bar del Folies-Bergère (1882)
Edgar Degas (1834–1917)
Aunque se describía a sí mismo como un realista, Edgar Degas es considerado un miembro del movimiento impresionista. Conocido por sus pinturas, esculturas, impresiones y dibujos, Degas tenía un talento especial para capturar la belleza de la danza. Sus pinturas de bailarinas en movimiento expresan sus observaciones al momento y su experiencia visual durante las clases y ensayos.
Obras de arte famosas: La clase de baile (1875), El ajenjo (1875–1876)
Claude Monet (1840–1926)
Podría decirse que Claude Monet fue el padre del impresionismo, dado que tanto el estilo artístico como el nombre del movimiento derivaron de una de sus pinturas: Impresión, sol naciente, exhibida en 1874. Monet es famoso por capturar la campiña francesa, en especial los estanques de nenúfares. Con un estilo de pincelada y paleta de colores únicos, Monet pudo capturar a la perfección cómo la luz del sol transformaba a sus sujetos.
Obras de arte famosas: Impresión, sol naciente (1872), serie de Nenúfares (1883–1926)
Pierre-Auguste Renoir (1841–1919)
Con un característico estilo impresionista, las pinturas con pinceladas libres de Pierre-Auguste Renoir capturan vibrantes escenas sociales. Una de sus obras maestras, Baile en el Moulin de la Galette, ilustra una tarde domingo en el Moulin de la Galette en el distrito de Montmartre en París. La clase obrera parisina del siglo XIX aparece bailando, bebiendo y comiendo galettes (crepas saladas).
Obras de arte famosas: Baile en el Moulin de la Galette (1876), El almuerzo de los remeros (1880–1881)
Berthe Morisot (1841–1895)
Berthe Morisot fue una importante pintora impresionista que se introdujo de lleno en el mundo del arte parisino de finales del siglo XIX. Aunque expuso por primera vez en el prestigioso Salón de París en 1864, se unió a los “rechazados” (sus compañeros impresionistas) en la monumental exposición de 1874 que llegó a definir el movimiento. A lo largo de su carrera, el estilo de Morisot fue descrito como “femenino” por su uso de paletas de colores suaves y pinceladas ligeras.
Obras de arte famosas: La cuna (1872)
Pintores postimpresionistas franceses
Abarcando una gran variedad de estilos artísticos, el movimiento postimpresionista nació de una nueva ola de artistas y su respuesta al movimiento impresionista. Desarrollado durante la década de 1890, en lugar de pintar impresiones visuales de la vida cotidiana, los artistas postimpresionistas buscaban expresar lo que había en su psique, a menudo a través de símbolos y colores vívidos. El trabajo de estos artistas dieron paso al cubismo y al expresionismo abstracto.
Paul Cézanne (1839–1906)
Las pinturas postimpresionistas de Paul Cézanne son intensos estudios de sus sujetos. Mejor conocido por sus pinturas de bodegones, sus distintivas pinceladas y uso del color sentaron las bases de un mundo del arte que sería radicalmente diferente en el siglo XX. Como la mayoría de sus contemporáneos, su trabajo fue ridiculizado por los críticos y rechazado por las galerías. Sin embargo, este pintor francés fue admirado por artistas más jóvenes, quienes lo consideraban un maestro y visitaban su estudio en Aix.
Obras de arte famosas: Monte Sainte-Victoire (1885–1906), Las grandes bañistas (1898–1905)
Henri Rousseau (1844–1910)
Aunque nunca salió de su país, el pintor francés postimpresionista Henri Rousseau es mejor conocido por sus exóticas escenas inspiradas en la jungla. El pintor se inspiró en las ilustraciones en libros para niños y los jardines botánicos de París. Autodidacta y sin entrenamiento formal, Rousseau es considerado un pintor naíf, y su trabajo a menudo fue ridiculizado por los críticos, quienes afirmaban que pintaba como un niño. Hoy, su trabajo es reconocido y ha inspirado a muchos artistas modernos.
Obras de arte famosas: Tigre en una tormenta tropical (1891), La gitana dormida (1910), El sueño (19010)
Paul Gauguin (1848–1903)
Paul Gauguin, uno de los pintores franceses más importantes de movimiento postimpresionista, experimentó con nuevas teorías del color y nuevos enfoques estilísticos sobre la pintura. También es recordado por trabajar junto a Vincent Van Gogh durante un verano en el sur de Francia antes de abandonar su vida en la sociedad occidental por completo. A principios de la década de 1890, comenzó a viajar regularmente al Pacífico Sur, donde desarrolló un nuevo estilo de que unía sus observaciones cotidianas con un simbolismo mítico. Este estilo fue fuertemente influenciado por el arte de África, Asia y la Polinesia Francesa.
Obras de arte famosas: El Cristo amarillo (1889), ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos? (1897)
Georges Seurat (1859–1891)
El teórico del color y pintor Georges Seurat es conocido por desarrollar el estilo puntillista, que creó junto con su colega Paul Signac. Este enfoque científico consistía en pintar con distintos puntos de color, aplicados meticulosamente en patrones para componer una imagen cohesionada. La obra maestra a gran escala de Seurat, Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte, sigue siendo un ejemplo destacado de este estilo.
Obras de arte famosas: Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (1884–1886)
Henri de Toulouse-Lautrec (1864–1901)
Henri de Toulouse-Lautrec, pintor, grabador, dibujante, caricaturista e ilustrador francés, es uno de los pintores más famosos del periodo postimpresionista. Un maestro en dibujar multitudes, sus obras más famosas incluyen pinturas sobre las coloridas–y a veces decadentes–vidas de los parisinos en el siglo XIX. Durante sus dos décadas de carrera produjo casi 1,000 pinturas, incontables dibujos, e incluso piezas de cerámica y vitrales.
Su pintura al óleo En el Moulin Rouge, 1892-1895 muestra a sus amigos en el cabaret Moulin Rouge en París. En el fondo, del lado derecho, puedes ver al propio Toulouse-Lautrec.
Obras de arte famosas: En el Moulin Rouge (1892–1895)
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